LA
TORMENTA
Fantasma que naufragado
entorno de un remolino,
porque me manda mi sino
que cumpla con lo mandado;
frente a la firmeza bestial
de mi grandiosa admiración,
le consulto a mi corazón
dónde están el bien y el mal;
quién se confunde, quién yerra;
la razón es quien me grita:
¡Resiste!, ¡aguanta!, cáspita,
o te van a echar por tierra.
Si no es mío el movimiento
quien es el que me ha vencido,
¿por qué si estoy abatido
tengo este arrepentimiento?
Fantasma que naufragado
entorno de un remolino,
porque me manda mi sino
que cumpla con lo mandado;
frente a la firmeza bestial
de mi grandiosa admiración,
le consulto a mi corazón
dónde están el bien y el mal;
quién se confunde, quién yerra;
la razón es quien me grita:
¡Resiste!, ¡aguanta!, cáspita,
o te van a echar por tierra.
Si no es mío el movimiento
quien es el que me ha vencido,
¿por qué si estoy abatido
tengo este arrepentimiento?
Solté
la roca de cuajo
y fue arrojada al barranco,
con mucho arrojo apalanco
y así rueda monte abajo;
y fue arrojada al barranco,
con mucho arrojo apalanco
y así rueda monte abajo;
mientras
que yo, ¡despreciable!,
si lucho y soy abatido,
para siempre habré caído
y así me siento culpable,
si lucho y soy abatido,
para siempre habré caído
y así me siento culpable,
¡y
en la entraña de mi mal,
penoso sustento siento
de que mi derrumbamiento
penoso sustento siento
de que mi derrumbamiento
fuera
tan perjudicial!
Y así, lleno de pasión
un hermano me decía,
medita con presunción
con toda tu filosofía...,
Y así, lleno de pasión
un hermano me decía,
medita con presunción
con toda tu filosofía...,
y
exclamé después de oír...,
¡Oh,
ilustrado no entender,
mi elocuencia es no discutir,
mi discusión es padecer,
mi enriquecimiento morir!
mi elocuencia es no discutir,
mi discusión es padecer,
mi enriquecimiento morir!
Logroño,
29 de mayo de 2016