A
LA VIRGEN DEL PRADO
Esta
ermita majestuosa
centro
de nuestra oración,
rezo
de la Virgen del Prado
reina
del pueblo y región;
juntándonos
impacientes
transformándonos
en río,
nuestros
abrazos gigantes,
llevan
júbilo y poderío.
Contentos
de haber llegado
a
este pueblo agradecido,
felices
por ver bañados
de
sudor sus campesinos.
Tus
ojos y el cielo claro
brillan
al agua mil veces.
Lucen
entre nácar de peces
en
esta casa de amparo.
Ambos
son de satisfacción
y
de mirada apacible,
ojos
de gran abnegación
y
de amor indestructible.
Tras
los secados rastrojos
por
caminos murmurando,
caminan
tristes mis viejos
sin
fuerzas, y van andando.
Campos
de emoción serena:
si
en tu inquietud todo es viaje
cuando
se calme mi pena
¡qué
luz tendrá este paisaje!
Crucé
la ermita serena,
choqué
sobre tus retiros,
dejé
allí toda mi pena
y
alas fueron mis suspiros.
Un
largo recuerdo dejo
sobre
el salobre letargo,
mi
trabajo, tu consejo,
y
aquel recuerdo tan largo.
Matas
de copas añejas
donde
el sol se desmenuza…,
dolores,
penas y quejas
por
entre tus campos cruza.
Me
abrigas en dulce amparo,
y
bajo tu paz me aquerencio,
el
dolor cuesta muy caro
yo
estoy llorando en silencio.
Muchas
veces te he mentado
y
nunca me has respondido.
¡Quien
me conducirá al Prado,
si
ya me encuentro perdido!
Pena
tengo al escribirte
con
todo lo que voy viendo,
la
multitud va diciendo
que
no quieren recibirte;
el
pueblo se esta muriendo
y
no quieres evitarlo,
hoy
te quedaste pensando
al
pueblo como ayudarlo…
Pues
como en los días adversos
fui
como ciprés de otoño,
me
van saliendo los versos
siendo
un pésimo retoño.
Versos
de sueño lozano
en
atardecer lebruno,
honda
voz de cómo es uno,
aprendiz
de un hombre llano.
Tú,
la del barrio señero
que
miras cuando yo salgo,
como
si sirviera de algo
triunfar
como buen coplero.
Deja
que el sol mañanero
sobre
tu tejado luzca,
deja
que a este romero
que
en tus entrañas rebusca
con
honda fe del andante
encuentre
en la arena errante
aquello
que siempre busca
pero
no lo encuentra nunca.
Y
aquí dejo de escribirte
porque
los ojos me sudan,
será
por tanto quererte
o
que los cielos se nublan.