lunes, 28 de septiembre de 2020
viernes, 25 de septiembre de 2020
¡QUE
LÁSTIMA!
¡Que lástima que siendo poeta
no pueda cantar las viejas usanzas!
¡Que lástima que no pueda entonar
una voz de brillantes romanzas!
¡Que lástima que teniendo patria
no pueda cantar un gloria a mi patria!
Se que la historia siempre es la misma, siempre la misma..,
que pasa de una tierra a otra tierra, de una casta a otra casta, como pasan las tormentas de verano de una a otra comarca.
¡Que lástima que ya casi no me quede comarca, ni patria chica, ni tierra provinciana! Nací en las entrañas del Valle del Alhama, pueblo del que ya casi no queda nada:
Pasé los días garzos de mi infancia en este Valle del Alhama, y mi sombría juventud, entre el río y la montaña.
Después de este episodio…, no he vuelto a echar el ancla, y…, ninguna de estas tierras ni me eleva ni me exalta para poder cantar siempre la misma balada al mismo río y a la misma agua que pasa rozando mi campo y mi casa.
¡Que lástima que de mi pueblo ya no quede casi nada. Y por qué voy a cantar mis viejas romanzas si soy un paria que apenas tiene una vieja capa.
Sin embargo… en esta tierra del Alhama hay un viejo pueblo, un pueblo de España con una casa en la que voy de posada y donde tengo guardadas, mesa, silla, libros y un ajuar en una sala.
Aquí me siento sobre mi silla y venzo las largas horas entre mis libros viendo como pasa el tiempo a través de la ventana.
Cosas de poca importancia parecen un libro, una silla y una ventana en un pueblo del Alhama, y sin embargo, me basta para sentir todo el ritmo de la vida en mi alma.
Y aunque soy un paria que apenas tiene una vieja capa… me veo forzado a cantar cosas, aunque..., de muy poca importancia.
En Inestrillas, agosto de 2017
miércoles, 23 de septiembre de 2020
EPÍSTOLA PARA LA GENTE DE MI PUEBLO
Vine al mundo en “curitates” y así me voy a morir,
un viaje de ida y vuelta que no se va a repetir.
Me arroparon con mantillas de esas de lino y torzal,
con cuidados de los tíos, abuelos y de papás.
Fui creciendo poco a poco allí en mi pueblo natal,
en él eché mis raíces, donde las pienso dejar.
Mi juventud fue muy alegre aunque no llegara el pan,
con manzanas y otras viandas no pasé hambre jamás.
La gente que hay en mi pueblo siempre ha sido muy tenaz;
a veces ha habido riñas, sin razón, por terquedad;
se acusaban unos a otros de haber hecho tal o cual,
y después del rifirrafe a la taberna se van.
Los había rencorosos y no se hablaban jamás
pero si algo grave allí ocurriera se unirían los que más;
recuerdo al río Alhama sus estragos al pasar,
y la gente codo a codo ayudando sin cesar ;
pienso en toda esa gente con sufridora paciencia
ayudar con complacencia al que en apuros está.
Y me pongo a meditar, y mis recuerdos me llevan
a tiempos ya muy lejanos, aquellos abuelos de antaño
llenos de amor y paciencia, que eran la miel y la esencia
del hogar y la familia tan solo con su presencia,
y cuando el mal genio acechaba y echaban un juramento
decían ser “padres nuestros” rezados en mal momento.
¡Hombres con más entereza no los he vuelto a ver,
esos hombres no se encuentran más que en los pueblos de ayer!
(De mi libro, “COMO SALEN DEL ALMA”)
EPÍSTOLA A NUESTRA MADRE DEL PRADO
En este lugar sagrado que al humilde le da amparo,
la verdad y la justicia nos acercan a tu lado.
De avaricias y maldades de este mundo que está lleno,
en tu casa deleitosa nos das refugio sereno.
Aquí encontramos amor, vida, cariño y sosiego
y escucha tu corazón la llamada del doliente
que te pide por favor la ayuda que no merece.
Y Tú, Celestial Señora, acudes a socorrerle
al escuchar la llamada del pecador insolente,
y sin pedir nada a cambio tu misericordia le ofreces.
A ti acudimos, Señora, en momentos de flaqueza.
Y Tú escuchas paciente nuestras súplicas dolientes
creyéndonos inocentes.
Virgen y Madre nuestra, en este templo sagrado mucha gente
se cobija. Ayúdanos para que cuando salgamos de él veamos
la luz.
No nos dejes caer en la tentación, y ayúdanos con la verdad
y la justicia que Tú engendraste, donde hallaremos tu seguro
amparo y el de Tu Hijo.
Líbranos de los males que causa la envidia de los mortales
y danos la paz eterna.
miércoles, 16 de septiembre de 2020
NI QUITO NI PONGO, NI CONTIGO NI SIN TI
Ni arraigo ni desarraigo,
ni espero ni desespero,
ni condición quito ni pongo,
ni miento ni me arrepiento
de haber hecho lo que he hecho.
No sé si irme o quedarme,
no quiero y se lo que quiero,
no entiendo aunque te entiendo,
no quiero tus encomiendas
porque serán más enmiendas.
Quiero ser y no ser quiero
un granito en tu granero;
para ayudarte si puedo,
y si no puedo no puedo.
domingo, 13 de septiembre de 2020
EL POETA Y LA MUERTE
Dedicado a mi infarto.
Nunca pensé que sería
poeta con tanta suerte
que al visitarme la muerte
con un verso la vencía.
Le dijo el poeta a esta
que no estaba preparado,
que no pensaba en morir
sin terminar lo empezado.
Y la muerte, sonriendo,
le dijo que volvería,
que no estaba preparado,
que ya llegaría el día.
Moraleja, 6 de octubre de 2000