CANTARES I
martes, 21 de diciembre de 2021
domingo, 19 de diciembre de 2021
FELIZ NAVIDAD Y AÑO 2022
jueves, 16 de diciembre de 2021
A LA NATIVIDAD DE LA VIRGEN
(tiempos de pandemia)
¡Oh! Madre de las luces...,
altísima luz de esta tierra
de cuyos rayos inmensos
participa un rayo apenas;
causa de todas las causas
Madre de sabiduría inmensa,
que en la gloria de ti misma
sin principio ni fin reinas.
¿Cómo
siendo Tú, Madre, entre madres la más buena,
y de amor y de
ternura tu alma toda hallarse llena
no salvar a tu pueblo del
microbio que ahora acecha?
Tú que eres Reina venerada, tu favor
divino imploro,
sé que nunca quieres perder de Inestrillas su
tesoro
el caudal inagotable de creencias y decoro...
La flor de este entorno tan divino,
eres Tú, Madre, por la que vivimos;
este año no hay fiesta ni encierros,
ni bailables ni día de dulces vinos;
este año solo hay rezos y ruegos,
¡Duro es el sendero del destino!
Pues la epidemia nos tiene presos
y la parca, acecha en el camino.
Por eso hoy para felicitarte
lo hacemos desde tu pueblo peregrino,
muchas veces, procedemos con buen tino,
pero hoy no es posible hacer este camino;
hoy somos reos de este duro destino
y se apagaron los cantos y el buen trino.
Madre, nos sentimos solos ante la epidemia
y te pedimos ayuda para tanta porfía.
No abandones a tus hijos Madre mía;
favor te pedimos en estos duros y tristes días…,
se con nosotros tolerante ante tanto sufrimiento,
ayúdanos a seguir siempre adelante.
Danos luz en este hermoso día de tu Santo
y en todos los que vengan…,
por los siglos de los siglos.
Logroño, 15 de diciembre de 2021
jueves, 9 de diciembre de 2021
CARRASCAL DE MONEGRO
Y LA ROSA PEONÍA
No hay ni en monte ni en llano
de este pueblo tan riojano,
carrascal como Monegro
que con su leña fue un logro
tener al hogar ufano.
En el carrascal nació ella,
y si no fuese más bella
no fuera tierra bendita,
y lo es porque la habita
la “Peonía”, la -flor maldita-.
Flor silvestre más lozana
nace en la sierra riojana,
es muy poca vividora,
pero al nacer enamora
a la dama más galana.
Hermoso monte de antaño
de calientes vanidades,
hay carrascas no castaños
que dan calor sin engaños
y muchas tranquilidades.
Vimos a las cargas bajar
por camino serpenteante,
entusiasmados por llegar
al hogar donde su amante
le espera para descargar...,
la leña, que en un instante
comenzará a acalorar
la estancia más ferviente
de nuestro bendito hogar
cambiándole su semblante.
Robusto monte de encinas
con cantos de golondrinas
donde se encuentra la paz,
canta el cuco y las pardinas
también la paloma torcaz.
¡Qué raro que los favores
suplique yo del destino,
si tengo ese mal de amores
por la reina de las flores
de un Carrascal tan divino!
Ese monte desde lejos
parece un poco ceñudo,
y entre sus quebrados viejos
tuvo algún hijo talludo
que dio muy buenos consejos,
y fue el guarda de ese monte
quien cuidó con justicia fiel
a su natura viviente,
el guarda se llamó, Manuel,
y el mejor defensor fue él.
Y se que a esas estancias
van también los cazadores
a celebrar sus cacerías,
hacer leña leñadores
y el pastor sus ganaderías;
y para mí es un gran dolor
que en ese paraje de paz
den contigo ¡hermosa flor!
un cazador ineficaz
o el caprichoso chupaflor;
que en la montaña adorada
descubrirán bellas flores
alguna muy delicada…
¡ Y esta rosa colorada
no son para predadores!
Cuan sólo el galante fino
que frente al cielo se rinde,
con tu garbo matutino
merece ir con Ricardo Lalinde
por el Carrascal divino.
¡Qué buena lumbre me dieras!
¡Hogar caliente tuvieras,
si del Monegro feraz
toda la leña trajeras
y yo fuera el montaraz!
Pues yo tengo prometido
ser hombre comprometido
y un capataz muy cabal
como el mejor que ha pisado
en Monegro el Carrascal.
Con este mulo tan brioso,
que no al trabajo se rinde
con su trote tan vistoso,
atenderé primoroso
Monegro de linde a linde;
y ni en los montes cercanos
han de citarse destinos
los atrevidos pastores,
los furtivos cazadores,
ni leñadores malignos.
Familias que viejo me veis,
amigos que me conocéis,
personas que me estimáis,
todos los que me respetáis
y todos los que me envidiáis,
¡Suplicar en justa porfía
si me confiará el destino
el agrado de guardería
en aquella montaracía
de un Carrascal tan Divino!
ASÍ ES MI VIDA (el pájaro carpintero)
En lo más alto de un árbol viejo, el carpintero
trabajaba su nido con agudo puñal,
era un rudo y continuo picotear de acero
en el viejo tronco de una palmera real.
Los nacientes despojos del escoplo matinal
y ya en tierra las fibras del profundo agujero,
las iba transportando en su pico un jilguero
que en lo más alto del árbol trenzaba su nidal.
Así es mi vida, como el árbol altanero;
al que rompe sus tripas un feroz carpintero,
alegrando sus ramas un poético jilguero
y resonando en lo alto un cántico lisonjero.