Querida Madre del Prado:
Hoy, una vez más, quiero felicitarte; pero voy a
hacerlo con un poema dedicado al pintor que con
tanto acierto, supo
rodearte de ese hermoso jardín,
Un jardín, donde sois la flor principal, y, donde los
ángeles, se ciñen a tu al rededor para que te sientas más
dichosa por lo que representas para este pueblo.
Por ello y con este poema, quiero desearte ¡Felicidades!
A LAS PINTURAS DE LA CAPILLA DEL PRADO
El año dos mil veintiuno
fue un año de ilusiones puras,
se restauraron las pinturas
de su infinito abandono.
Alabanza en su bagaje
del estilo impresionista.
Sublime gozo la súbita
lectura abierta del paisaje.
Los colores acarician
la tan barroca capilla,
y veinte ángeles custodian
a esta hermosa maravilla.
Y a sí…, los diversos colores
se juntan para la danza,
unos, con fuerza y honores
otros, con suave templanza.
Cuidadamente trabajado
fluye el color en la paleta,
pues luce el jardín en violeta
y el suelo en lozano azulado.
El rojo se siente dichoso
por acercarse al amarillo,
y tapa el lienzo en verdecillo
y un naranjado ostentoso.
Un azul fuerte resplandece
unido al nacarado de plata,
más ante el sol que lo aclimata
renace de nuevo y azulece.
Mariposas son sus flores,
las hojas rayos celestes,
los ángeles dioses errantes
jugando en los amaneceres...
Nace el fulgor más hermoso
en la pared decorativa,
y la mirada goza viva
el contenido precioso.
Poderosa la luz que ahora,
poco a poco se disuelve,
en un ambiente que envuelve
al pintor que la decora.
¡Soberana Madre del Prado!
Tu imagen nos llena de ternuras,
entre estas bellas pinturas,
está tu encanto retratado.
Puedes sentir y emocionarte
que en esta capilla del Prado,
sus frescos son virginal arte
más allá de lo imaginado.
Y..., díganme ahora la locura
que aquel pintor sostenía,
que con pincel y dulzura
pintó esta hermosa poesía.
Ricardo Lalinde López
En la Virgen del Prado a 27 de mayo de 2023