ROMANCE VII
(Dedicado a Raquel Meller)
Qué radiante y qué hermosa
Raquel por la calle pasa,
lleva en sus ojos la luz
de los luceros del alba;
de esos luceros que nacen
en las noches castellanas,
cuna de miles de estrellas
y de cientos de esperanzas.
Qué radiante y qué hermosa
Raquel por la calle pasa,
lleva en su cara el color
que la primavera estampa,
donde las flores del campo
a todo el valle engalanan,
donde se rinde homenaje
y a los rosales se ensalzan.
En sus mejillas rosadas
lleva el fuego de su alma
y en sus cejas arqueadas
dos palmitos le acompañan.
Qué radiante y qué hermosa
Raquel por la calle pasa,
lleva en sus labios la miel
de las flores de la jara
y un suspiro la estremece
cuando Cupido la halaga.
Allá en el valle Raquel
su cuello altivo levanta
para ver entre mil flores
la alfombra verde esmeralda,
y su nariz respingona
recibe mil sensaciones
de capullos y pimpollos,
de amapolas y rosales.
Qué radiante y qué hermosa
Raquel por la calle pasa,
todos los ojos la miran,
todas las bocas la halagan,
de amor mata a los mozuelos,
de envidia a las mozas mata.
Cuando pasa por la calle
y el sol sale en la alborada
sus cabellos negros brillan
y relumbran en su cara;
y los mozuelos la miran,
y los mozuelos la alaban,
y cuanto más la contemplan
ella más hermosa pasa;
qué celos y desazón
causa en las mozas del pueblo
cuando la ven tan gentil
con donaire y tanta gracia;
qué piropos y silbidos
qué zozobras y desvelos,
qué hermosísima aldeana,
dicen los mozos del pueblo:
y un mozuelo muy atrevido
con versos muy mal formados
le compuso una canción
y de esta manera ha hablado:
“Preciosa Raquel,
ojos de rubí,
yo te quiero mucho,
yo muero por ti”.
De mi libro, “Como salen del Alma”
Inestrillas, 19 de marzo de 2004.
No hay comentarios:
Publicar un comentario