PASEANDO POR EL VALLE DELEITOSO
Paseando por el valle deleitoso
escuchaba los pájaros cantores;
el jilguero en las ramas orgulloso
y en lo alto vigilando los halcones
el comienzo en su vuelo aparatoso.
Separados mis
párpados del sueño,
la meseta despierta entusiasmada:
el semblante es descansado y risueño,
me llegó a recordar la madrugada.
la meseta despierta entusiasmada:
el semblante es descansado y risueño,
me llegó a recordar la madrugada.
Del
naciente los plateados fulgores
comienzan a florecer; la vereda
solloza vagamente, el sauce llora
junto a la fresca majada del suelo,
y los jilgueros elevan al cielo
la sinfonía del canto de la aurora .
La bandada de pájaros cantora
sus trinos unen al musitar del río;
llora el follaje temblando, ondulea.
En el labrantío destaca el caserío.
Y va aumentando el esplendor y crece
el recital
revuelo de los buitrescomienzan a florecer; la vereda
solloza vagamente, el sauce llora
junto a la fresca majada del suelo,
y los jilgueros elevan al cielo
la sinfonía del canto de la aurora .
La bandada de pájaros cantora
sus trinos unen al musitar del río;
llora el follaje temblando, ondulea.
En el labrantío destaca el caserío.
Y va aumentando el esplendor y crece
que en sus majestuosas sombras al viento
hacen vibrar al firmamento, y nace
una explosión de notas y colores
que llevara a la tierra al infinito.
¡Así es este mi valle bendito!
Inestrillas,
abril de 2014
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