LAS
MANOS DE MI MASAJISTA
Hay
manos que sienten y alivian calladas,
que
avanzan seguras calmando el dolor,
manos
que se mueven muy equilibradas
con
un magnetismo de tierna tensión.
Hay
manos tan dulces y tan prodigiosas
llenas
de destreza del que tiene un don,
que
calman tejidos y alivian nerviosas
sujetando
un golpe, frotando un tendón...,
y
hacen tolerable por crueles que sean
contracción,
congoja, desvelo y dolor.
Manos
que se atreven con nuestro escozor
y
saben frotarnos con dicha y fervor;
aquí
ralentiza, allí aligera
con
placer sedante cual una oración,
exhalando
aromas de luz protectora
llevando
en sus manos su gran devoción.
Si
un día tú encuentras las manos que narro,
ensálzalas
siempre con admiración,
porque
a menudo nuestro cuerpo sanan
y
aveces, te curan, hasta el corazón.
A
Chelo: La mejor quiromasajista que me ha
tratado.
Con mi respeto y admiración, gracias
Chelo.
Tu leal Ricardo
Logroño,
8 de mayo de 2016
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