UN HUERTO PRODIGIOSO
Prodigioso huerto, mil flores florecen.
Margaritas, lirios..., en mi jardín crecen.
Muy apasionado las vi bellas, y en ellas,
brotaron con gracia rosas como estrellas.
Y voy por la calle cantando este encanto
y gozoso alterno sonrisas y canto
y en ese prodigio de mi encantamiento
se llenan de aromas las alas del viento.
Susurran al verme la gente que pasa:
“¿Lo veis que contento? ¿Sabéis que le pasa?
¡Dicen que en su huerto han nacido rosas
y son de colores como mariposas!”
Estas pobres gentes nunca me comprenden
¿Si en mi huerto crecen, porqué no lo entienden?
sólo nacen rosas, sólo, en los rosales
y las amapolas allí en los trigales.
Mi huerto cultivo con color y formas,
y en él solo admito caprichosas normas
y cuando me dicen que planto ternura
de inmediato piensan en mi sepultura,
y me llaman loco, loco de remate
que me encierren pronto o me den garrote,
y encima la puerta pongan un cartel
que diga a la gente la locura de él.
Cantaré mis rimas, cantaré a mis flores,
cantaré a las rosas y a los ruiseñores.
¡Y toda mi estancia llenaré de esencia
con inmensos ramos llenos de fragancia!
Logroño, 20 de octubre
de 2014
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