EN
LA TABERNA
...Y
el amigo me contó su historia:
Negra
historia de espantosos males,
hoy
aún viven castigando mi memoria,
como
golpea la vida en las edades.
Me
contó no se qué de unas miradas,
de
abrazos locos y de mudos besos,
y
de todas las vivas
llamaradas
del
amor..., y de todos sus excesos.
Y
el desventurado amigo no sabía
que
cuando de amor estaba hablando,
del
abismo la puerta me entreabría;
y
el alma me estaba despedazando.
¿No
conoces tú el amor? -me dijo al cabo-,
¡Es
tan hermoso, tan dulce y ardiente...!
Y
yo, que he sido del amor esclavo...,
no
le respondí al grito apasionante,
más,
como no oyó la voz afirmando,
mi
amigo, valeroso e imperante
se
humedeció los labios pensando
y...,
exclamó: ¡No quisiera fastidiarte!
Y..., yo, por arreglar ese desbarro
le
respondí:
¿No ves que me molestas
con
el humo que arroja tu cigarro?
Logroño,
5 de septiembre de 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario