SÚPLICA
No quieras que siga con esta pena
ni tenga que empeñar a mi destino;
no dejes que me muera en el camino
resignado a llevar esta cadena.
No quieras que siga con esta pena
ni tenga que empeñar a mi destino;
no dejes que me muera en el camino
resignado a llevar esta cadena.
Este siniestro andar, esta condena
que endurece la tormenta en mi sino,
personifica al caído peregrino
perdido en el enredo de la escena.
No desees verme mas a la deriva,
que mi barca es frágil a la inclemencia
y al trallazo traidor del enemigo.
Te persigo por causa de evasiva
con que calmar la paz en tu asistencia:
seré fuerte de amor, pero contigo.
Logroño, 19 de febrero de 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario