HOLGAR
EN INESTRILLAS
Descansaba
una vez en Inestrillas
y
una moza, con gesto de delirio,
cruzó,
firme y derecha como un cirio,
evocación
turbador de odas bellas,
aromática
y noble como un lirio.
Parecía
ilusionada en su mirada.
Iba
con paso acompasado y tonto,
blanca
toga de hilo acicalada,
y
un decir de risas en enramada
cual
pelo y humo vuelan al viento.
Era
una mañana de abril que añoro
con
una calma cadenciosa y amena,
esencias
de azahar y de azucena
derretían
el sol ambarino de oro,
¡entonces
me encontré con mi sirena.!
Me
quedé caviloso y asombrado
y
una gran alegría cruzó el alma mía.
Ancha
y pulida frente sin pecado,
afilada
nariz, labios de fresa,
ojos
garzos de antílope alarmado,
semejanza
y modestia de princesa
y
un angustiar secreto anubarrado:
¡así
te llevo en mi cabeza impresa!
En
salud y libertad soy muy rudo,
el
trabajo me mandó a donde pudo,
cansado
de labrar y con mi ahorro
adquirí
este lugar en un ventorro
y
casé con la reina de este feudo.
Logroño, hoy domingo 10 de marzo de 2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario