ROMANCE A LA VIEJA FENESTRELLAS
En el año mil quinientos
en calle estrecha y torcida
Inestrillas fue aledaños
de otra ciudad ya perdida;
celtíberos por más señas
eran sus gentes habidas
llegados de tierras vanas,
parados en esta quinta.
El palacio
En el farallón rocoso
hay profunda y negra cueva
donde vivieron los monjes
consagrados a su ofrenda.
Allí vivió Juan Manuel
González de Castejón,
que presto mandó edificar
palacio en el farallón ;
y con un sobre en la mano
escrito con precisión,
salió a dirigir el mismo
las obras de la gran mansión
en el que muestra un empeño
digno de su gran condición,
que al poco tiempo termina
este singular bastión…,
se alza como una colmena
de manera muy especial,
y si contamos el tiempo
de este atípico palacio
vamos al mil setecientos
que al cabo hoy festejamos
fecha de su nacimiento
que es un motivo muy grato.
De cuatro hijos que tuvo
Juan González de Castejón,
Pedro fue el de más coraje
y el de mejor condición,
también título de Marqués
tuvo este gran marinero,
y fue Ministro de marina,
Conde de Ágreda, primero.
Años de grandes ejemplos
nos dio el hijo más hidalgo,
fue Ministro de marina
para España y el rey Carlos,
allí en los grandes combates
él dio la cara primero
y siempre fue un gran ejemplo
de todos los marineros
El rey con semblante alegre
se alzó presto del sillón
pues acaba de enterarse
que en otra batalla venció.
Y haciendo mil reverencias,
otra después, y otra luego,
sale dispuesto al balcón
a proclamar vencedor
que sin duda ya no es otro
que González de Castejón.
Las viviendas rupestres
La arquitectura rupestre
en el farallón cavadas,
son textos que nos dejaron
las culturas más lejanas.
Al no existir la escritura
para conocer su historia,
nos servimos de sus cuevas
que son la mejor memoria.
Por eso en la pared rocosa
quedó el testimonio escrito,
de aquellos que aquí vivieron
antes que naciera Cristo.
La lucha por su existencia
fue una combate natural,
pues ellos se dedicaban
a recolectar y a cazar.
Tranquilos y sosegados
vivía este pueblo y su gente,
pero otros pueblos llegados
pactaron indignamente.
El pueblo al que referimos
era población romana
nacidos para las guerras
curtidos en mil batallas.
Pronto hallaron un lugar
mejor que el que ya tenían,
llamarían “Ciudad Blanca”,
por Contrebia hoy conocida.
Después de luchas y luchas,
después de llorar lo sufrido
nos encontramos ahora
por Sertorianos vencidos.
Y así se escribe la historia
de este pueblo del Alhama,
historia de grandes hombres
que nunca nadie declama.
La cárcel
En la cárcel de Inestrillas
que es una caverna oscura
y con un candil de hierro
que da más sombra que alumbra,
pasaba una extraña escena
a la que uno no acostumbra
en horrenda pesadilla
que en sueños se nos revela.
Y al tiempo el as del ocaso
su perenne lumbre oculta,
el sol la tierra y los cielos
entre tinieblas se enluta;
en un cancillo sentado
y con negras vestiduras
está el corregidor Cenón
con mal genio y faz adusta.
En la cárcel de Inestrillas
sepulcral silencio reina,
pues solamente se escucha
el chisporrotear de la tea.
Pronto el severo alcalde
con voz sepulcral rotunda
pide que llegue el testigo
que ha de sufrir tortura.
Allí estaban encerrados
sarracenos y cristianos,
unos por rezos de moros
otros por alargar las manos,
y a su lado en una mesa
que más parece una tumba,
dispone un viejo notario
la sentencia que aún retumba.
El preso que comentamos
es don Diego del Redal,
miembro de antiguo linaje
estirpe de los del Redal
y de su esposa “La Recia”
cadáver en aquel lugar,
y don Álvaro Cubillo
que fue puesto en libertad...
El castillo
Hay un castillo en la roca
que fue lar de doña Sancha
linaje de los Hinojosa
los dos, esposo y esposa.
Un nieto muy destacado
Rodrigo Ximenez Rada
fue arzobispo de Toledo
que inició la reconquista
en las Navas de Tolosa
y gracias a él no es España
ni mora ni musulmana.
Los señores de Hinojosa
fueron hermanos del Temple,
y ellas también grandes damas
ejercieron de templarias.
El dominio de la Villa
sin olvidar la alcazaba
a través de doña Sancha
pasaron a los Azagra…,
-la gran estirpe navarra-.
En las tardes del estío,
cuando el ocaso se inclina
el sol entre blancas nubes
de oro y grana se matiza
trayendo calma a la noche
que lucirá nueva alborada.
Y esta es la historia más fiel
que os puedo yo ofrecer
de la vieja Fenestrellas,
estar con vosotros ha sido
un verdadero placer.
en Inestrillas, La Rioja, 26 de abril de 2020.
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