UN
RETRATO MUY ESPECIAL
Nariz aguileña de gibosa cresta,
pelambre rizada, larga y bronceada;
contraída cara de arrugas henchida;
ceño tan surcado que las cejas junta.
Alto y desgarbado celoso y chismoso;
flaco y desnutrido de aspecto enfermizo;
cuchillo de nácar de color plomizo
va pidiendo guerra al más valeroso.
Entra en la taberna rencorosamente
y enfrentarse quiere con el más valiente,
la gente barrunta la bronca presente
y una mueca cruza su cara y su frente.
Insulta a la gente, les llama cobardes,
las cachas de nácar brillan en el aire,
a un hombre moreno reta con desaire
haciéndose el duro con grandes alardes.
Veloz un recuerdo cruza por su mente,
el hombre retado es la misma muerte,
viéndose así mismo con tan mala suerte
yace sepultado el fanfarrón valiente.
Dedicado a los valientes de taberna
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