UN RINCÓN DEL ALHAMA
A este rincón del Alhama
rincón de melancolía,
Castilla nos donó su alma
¡Inestrillas, el Alhama su río!
su padre el Ebro, el mar su abuelo,
la huerta y el páramo sombrío
Monegro y su encinar umbrío.
Labradores, gañanes y pastores
errantes, -aladros y cabríos-,
labradores con
postura de patrones
pastores conduciendo sus rebaños.
Inestrillas de amarillos peñascales,
pelados y asolados eriales,
barbechos avenas y trigales,
sotos, matorrales y zarzales.
altos montes y valles soñolientos,
Inestrillas delgada y medio muerta,
de huertas llecas y
molinos sin vientos.
Inestrilleros hidalgos de perfil enjuto,
yunteros toscos y bruscos,
trajineros, arrieros de talante astuto
de cara agobiada y brazos robustos.
Labradores, segadores, viñadores
y yeseros; aguadores, plantadores
de pinos, tejedores y agramadores;
sogueros, albarderos y pensadores.
Pequeña aldea silenciosa y diminuta
que hace volar las campanas en disputa,
de la
Virgen del Prado
impoluta,
española, riojana y católica gota a gota.
¡Oh valle del Alhama de claveles y rosales,
donde el aldeano embelesado piensa
que regresan las nubes perdurables
desde la misma cresta de la sierra inmensa.
Este pueblo que ayuna y se divierte,
reza y ventosea continuamente,
que juega al mus, de espaldas a la muerte,
cree en la libertad apasionadamente,
y en la convicción que nace
cuando se busca algo que se desconoce,
el Dios que llevas te recoge y te rehace.
Inestrillas, 15 de agosto de 2012
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