EPÍSTOLA
DE UN TROVADOR
Mientras
haya en mi aldea un trabajo
y jornaleros que cobren su gajo;
por
las calles y plazas los gatos
bigotudos
con grandes olfatos;
en
el aire en corrales y el suelo
moscas
puercas apares en celo;
mi
cuaderno en las casas y alcobas
cantará
este coplero mil mil trovas.
Y
quisiera pecar de discreto
y
un curioso y raro soneto
dejar
hecho a mis trovas y viñas:
¡respetando
el pudor de las niñas!
El
viñal llegará en el ocaso
con
desliz algún que otro a mi paso,
y
otras más que no fueran aquellas,
¡sufriré
mil carencias por ellas!
A
las mozas ofrezco lectura
con
primores de alegre escritura.
Son
mis versos risueños los mismos
que
a los santos del cielo les dimos,
dispensaron
mercedes al canto
entre
vivos y alegres encantos.
Y
las hijas de nuestros ancestros
serán
madres de los hijos nuestros.
Hoy
las cosas en sí quedan lejos,
sólo
queda ilusión y reflejos.
A
mí el orbe me manda señales,
con
indicios de alertas mentales.
Pero
cunde a través muy latente
una
tromba de amor indolente,
que
perturba en la imagen divina
el
rubor y el calor de la niña.
Pese
a todo, lo real está fuera,
en
el árbol y el alma que espera
elocuencia,
cincel o con pluma,
vuelve
diáfano el cerco en la bruma
a
entornarse con gesto gallardo
que
es fiel copla del triunfo que guardo
El engaño es un crimen y
escoria
La
amistad es fuerza y victoria.
Cuando
lucho en las pugnas del arte
por
quitar del asunto una parte
del
haber que reservo por dentro,
en
los gritos acerbos encuentro
el
preciso semblante y buen giro,
¡qué
delicia y qué orgullo respiro!
¡Qué
alegre y que satisfecho quedo
¡Es
un placer quitarse los miedos!
Ser
decente es un arte divino
que
yo escucho y pienso con tino.
En
la práctica el ocaso es cieno,
es
horror del feísimo extremo;
y
es excelso
en la noble pintura
que
aparezca refulgente y pura,
y
si el bardo no inyecta codicia
habrá
un grito de eterna justicia.
Pues
la nota es pringosa y estorba,
vibrará
mucho al son de mi trova.
En
el mundo lo flojo y lo raro
son
razón de lo bueno y lo claro.
¿Cómo
hacerlo que sea frecuente
si
el trovador en sus trovas no miente?
Ánimo
y sentimientos seducen,
si
no grandes tampoco relucen.
Aunque
muestre con garbo y decoro
opulencias
de atuendo y tesoro,
se
columpian las rachas supremas
reflejando
y cantando mis lemas;
y
debajo con letras en bloque
y
blandiendo con pluma y estoque
una
musa con fuerza y con gracia
lleve
al sol su belleza y audacia.
Logroño,
16 de abril de 2016
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