ERASE UNA BANDERA, (elegía a la bandera de España)

Erase una bandera

roja, amarilla y gualda,

era el alma de la patria,

repleta de dolor y lágrimas

repleta de sangre estaba.

Erase huesos de hombres,

cargados de valor y audacia,

de sentimientos nobles,

de grandes ilusiones

e inmaculados valores.

Hoy contemplamos expuestos…,

trofeos desgarradores,

sólo algunos los observan

con negligente mirada,

sentenciando sus errores.

Que grande y que hermosa eras,

bandera de mi razón,

bandera de mi alma,

bandera de mi patria

hundida hasta el corazón.

Orgullosa y altanera paseabas…,

hoy la vista se me nubla,

no te veo, no veo nada,

solo oigo rumores

de banderas diferentes,

dicen que de otras naciones

no dicen patria.

Son extranjeros de lenguas varias

que quieren ser dueños

allí donde mande su entraña.

El pelo se me alza si oigo ¡España!

Los pies me tiemblan,

mi cuerpo se alarma

y la cara se me arruga

de lágrimas empapada.

¡Ya llegan nuestros guerreros!

son guerreros de mi España,

con los pendones bien altos,

con caras sobresalientes

y en sus engalanados trajes

medallas resplandecientes:

en sus curtidas espaldas

llevan muy firmes las lanzas,

van desafiantes al cielo,

sin temor, con esperanzas,

y sobre brillantes yelmos

llevan penachos de plata,

al maligno arrebatados

en el campo de batalla.

Van llegando los soldados

guerreros de nuestra patria,

con honor de haber luchado

por el rey de las Españas.

Logroño, 23 de julio de 201