ALBORADA
Amanece
en Inestrillas sobre la que el viejo cabalga en las aguas, aguas
puras, que hablan en un idioma que lo dice todo, con corrientes
aveces calmas y sedosas, otras encendidas por el nervio que el río
lleva a su paso, amanece despertando los sueños del tiempo de un
encuentro, el del ser humano.
Así
es todo, un minuto en el corto tiempo de la inmensidad del tiempo,
este es el pequeño aliado que nos dirá luego lo que fue ayer y lo
que será mañana. Tiempo sujeto a las manos del carpintero como toda
su herramienta diaria y creadora de sueños.
Amanece
con el tiempo en la mirada y parte de esa mirada se pierde en el
momento que nos dará mucho a cambio de nada.
Estos
son los sabores del Valle del Alhama donde el amanecer trae nuevos
tiempos y nuevas miradas, porque son nuevas miradas inseparables para
todos los hombres de estos agrestes lugares y este es el ciego sabor
del poeta que arrastra con su cuerpo la carga mágica del amanecer de
la vida.
Amanece
en Inestrillas, ¡que no es poco para una aldea que se encuentra
desnutrida de seres que fueron el sustento de esta Villa Realenga que
también es principio y fin de La Rioja!
Logroño,
22 de enero de 2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario