ORACIÓN
PARA LA NAVIDAD
No
por el que celebra la gloria de tu pascua
entre rubios hervores de cálido champaña,
ni por el alma frívola, ni por la boca de ascua
en que el sofisma teje sutil hebra de araña...
entre rubios hervores de cálido champaña,
ni por el alma frívola, ni por la boca de ascua
en que el sofisma teje sutil hebra de araña...
Sino
por los huérfanos niños, de padres ignotos,
que esperan el presente real en la ventana,
y sólo nieve encuentran en sus zapatos rotos,
a la rosada luz de la nueva mañana;
que esperan el presente real en la ventana,
y sólo nieve encuentran en sus zapatos rotos,
a la rosada luz de la nueva mañana;
y
por los vagabundos y por los atorrantes
que jamás conocieron la familiar dulzura,
por esos ignorados y tristes comediantes
de la tragicomedia de la Malaventura.
que jamás conocieron la familiar dulzura,
por esos ignorados y tristes comediantes
de la tragicomedia de la Malaventura.
Por
el que en dolorosas horas de su vigilia
toma por salvación el puñal o el veneno
y por el trotamundos sin pan y sin familia,
que inmoló a los sentidos cuanto en él era bueno;
toma por salvación el puñal o el veneno
y por el trotamundos sin pan y sin familia,
que inmoló a los sentidos cuanto en él era bueno;
por
esos cuyos nombres son de marca de ludibrio
-almas patibularias, lívidos criminales-,
por esos cuya marcha de atroz desequilibrio
acompañan los siete Pecados Capitales;
-almas patibularias, lívidos criminales-,
por esos cuya marcha de atroz desequilibrio
acompañan los siete Pecados Capitales;
y
por el Metafísico incansable que sufre
de un obseso problema el torcedor eterno,
que es peor que llevar la esclavina de azufre
que Satanás ofrece al malo en el Infierno;
de un obseso problema el torcedor eterno,
que es peor que llevar la esclavina de azufre
que Satanás ofrece al malo en el Infierno;
Señor,
y, sobre todo, por el triste Poeta,
en cuyo pecho vibra la perenne armonía,
por ese mago, dueño de la virtud secreta
de hacer de sus dolores luz, sueño y melodía;
en cuyo pecho vibra la perenne armonía,
por ese mago, dueño de la virtud secreta
de hacer de sus dolores luz, sueño y melodía;
por
ellos mi oración llena de mansedumbre,
por ellos mirra, incienso y oro mis cantos den...
Vuelve tus ojos puros a aquella muchedumbre
y ábreles el tesoro de tus gracias. ¡Amén!
por ellos mirra, incienso y oro mis cantos den...
Vuelve tus ojos puros a aquella muchedumbre
y ábreles el tesoro de tus gracias. ¡Amén!