viernes, 2 de agosto de 2013

El hombre corrompido por la malicia



EL HOMBRE CORROMPIDO POR LA MALICIA.

                                                                                  (Reflexión)

 El hombre es el más insensato de los seres, es para él y para los demás dañino. Con la edad, la fortuna, el interés y la pasión va modificándose; no cambia más la apariencia  que la de su condición. Como individuo de bien yerra, y con amor propio persevera, Hace realzar la venganza y la crueldad. Sabe disimular y tener ocultos largo tiempo sus afectos. Con palabras, la risa y las lágrimas, oculta lo que tiene en el corazón. Con la religión disfraza sus designios, con el juramento los acredita y con la mentira los oculta; obedece al temor y a la esperanza; los favores le hacen ingrato, el mando soberbio, la fuerza útil y la ley rendido. Escribe en barro los beneficios, las injurias recibidas en mármol, y el bien que hace en bronce. El amor lo gobierna, no por caridad, sino por algún asunto de bien; la ira le ordena; en la necesidad es humilde y obediente, y fuera de ella es arrogante y despreciador. Lo que le ensalza o alegra le falta; Desprecia lo propio y ambiciona lo ajeno; cuanto más alcanza más desea; en fin, ama en los demás el rigor de la justicia y en si mismo lo aborrece.  ¿Somos así los hombres…?