viernes, 2 de junio de 2023

Querida Madre del Prado: Hoy, una vez más, quiero felicitarte; pero voy a hacerlo con un poema dedicado al pintor que con tanto acierto, supo rodearte de ese hermoso jardín, Un jardín, donde sois la flor principal, y, donde los ángeles, se ciñen a tu al rededor para que te sientas más dichosa por lo que representas para este pueblo. Por ello y con este poema, quiero desearte ¡Felicidades!

A LAS PINTURAS DE LA CAPILLA DEL PRADO 

El año dos mil veintiuno fue un año de ilusiones puras,

 se restauraron las pinturas de su infinito abandono.

Alabanza en su bagaje del estilo impresionista.

 Sublime gozo la súbita lectura abierta del paisaje.

 Los colores acarician la tan barroca capilla, 

 y veinte ángeles custodian a esta hermosa maravilla. 

 a sí…, los diversos colores se juntan para la danza, 

 unos, con fuerza y honores otros, con suave templanza. 

 Cuidadamente trabajado fluye el color en la paleta,

 pues luce el jardín en violeta y el suelo en lozano azulado.

 El rojo se siente dichoso por acercarse al amarillo,

 y tapa el lienzo en verdecillo y un naranjado ostentoso. 

Un azul fuerte resplandece unido al nacarado de plata,

 más ante el sol que lo aclimata renace de nuevo y azulece. 

Mariposas son sus flores, las hojas rayos celestes,

 los ángeles dioses errantes jugando en los amaneceres... 

Nace el fulgor más hermoso en la pared decorativa,

 y la mirada goza viva el contenido precioso. 

Poderosa la luz que ahora, poco a poco se disuelve,

 en un ambiente que envuelve al pintor que la decora.

 ¡Soberana Madre del Prado! Tu imagen nos llena de ternuras,

 entre estas bellas pinturas, está tu encanto retratado. 

 Puedes sentir y emocionarte que en esta capilla del Prado, 

 sus frescos son virginal arte más allá de lo imaginado.

 Y…, díganme ahora la locura que aquel pintor sostenía,

 que con pincel y dulzura pintó esta hermosa poesía.

 Ricardo Lalinde López 

En la Virgen del Prado a 27 de mayo de 2023