sábado, 29 de junio de 2019

IDILIO

Al borde del río tendido
un labrador a sus solas,
interpretaba a las olas
burlándose de Cupido:
no ambiciones padre traidor
que ante ti doble rodilla,
mi fortuna es mi mulilla
mi felicidad el amor.

Cuando algún incauto otra vez
quiere entrar en mi red, digo:
tú gustas estar conmigo
en el Alhama alguna vez:
Pero no esperes ser traidor
ni vasallo en esta orilla;
mi tesoro es mi mulilla,
mi felicidad el amor.

Vi de una mujer ingrata
al amante, ¡pobre pillo!
Y no vi ningún mulillo
que la tierra me combata:
¿y me dedicarás, traidor
una ley de pacotilla?
Mi tesoro es mi mulilla,
mi felicidad el amor.

La hermosa María en tanto
por el vericueto venía,
y escuchó como repetía
el labrador en su canto:
¡jamás gobernarás traidor
en mi libertad sencilla!
Mi tesoro es mi mulilla,
mi felicidad el amor.

Entonces María le mira,
y con su alma le penetra:
él le repite su letra,
y en vez de trovar espira.
Adiós rústico agricultor,
ya no queda en esta orilla
mas que vasallos del amor.


Dulce poseedora de mi corazón,
yo nunca te entrego mi dulce pasión,
mis ansias, y el frío silencio devora,
dirán al morirme, mi alma te adora…


Logroño, 30 de junio de 2019



lunes, 24 de junio de 2019

A LA VIEJA FENESTRELLAS

A la orilla del Alhama
que corre incierto y sedoso
bajo el farallón rocoso
que bate el cierzo y que brama;
se alza en robusta solana
fortín ancho cuadrangular
que un líder mandó edificar
donde el hombre se encarama
para guardar el Alhama
de los que vienen a atracar.

Contra el viento borrascoso
sus almenas no se mueven
ni acosan ruidos que eleven
la dignidad del coloso.
El valle queda en reposo
y mil veces pensativo,
pues sólo se advierte el ruido
de los vientos que le azotan
de las palomas que cantan
y los buitres en su nido.

Mas si arrecia la batalla
el viento gruñendo choca
contra la empinada roca
que allí sirve de muralla…,
cuando en la empinada valla
brama el temporal violento
él, inmóvil en su asiento;
castillo que amenazaría
a la irracional sinfonía
de la violencia del viento.

Dio bondadoso un monarca
señorío, a doña Sancha
de aquella Villa tan ancha
de aquella áspera comarca.
Todo lo que el ojo abarca,
desde el largo parapeto
hasta el farallón sujeto,
no hay amo en la ancha Castilla
ni en el Reino ni en la Villa
que no le guarde respeto.

Para magnificar sus bríos
contra ladrones y moros
le entregó el rey dos tesoros...,
beneficios y señoríos,
y renunciando a los impíos
pensamientos de Lucifer
que desorganizado y cruel
saquea, incendia, arrasa y mata
es él quien más arrebata
a los derrotados por él.

Gusta ver a Doña. Sancha
su cara y negro cabello
que cubre a su rostro bello
con sagacidad y dicha.
Cuando en la fronda resuena
la trompa brusca de caza,
con mucho temor abraza
a la mesnada inocente
y huye miedosa la gente
de semejante amenaza.


Desde su empinada roca
baja al vulnerable llano
blasón y acero en la mano
y un crucifijo al que invoca.
Arenga con rabia loca
el ansia de su mesnada
y no cesa la algarada
que a la población castiga,
sólo cuando se fatiga,
más que cuando coge espada.

De carácter dura y torva
complacele vivir en paz
y si hay incendio capaz
elimina cuanto estorba,
a su paso todo encorva,
cualquier discurso la altera,
goza de la lucha fiera
y con el botín que cobra
vuelve como ella acostumbra
a su morada roquera.

La hoguera chisporrotea
y en la negra chimenea
quema leña de una encina
que el ancho lar ilumina,
y entre sus pies se reclina
su grande cabeza un lebrel
que por su reluciente piel
vivo resplandor derrama
la roja y vibrante llama
que se agita delante de él.


Hay en el valle y su hondura
un nogal seco y sus yemas
separado por las ramas
de su especial hermosura,
la escarcha le da blancura,
le da un porte funerario,
pues se alza en solitario
oscurecido y escueto
como robusto esqueleto
bajo su albino sudario.

Cuando penetra el huracán
rasga, calcina y devasta
y solo un alma insensata
en un rato tan aciago
culpa al tiempo del estrago
y no a Dios que lo desata…
Y desde el día que yo nací
ando rabioso y convulso
pendo del extremo impulso
y sin ser genial complací.

Justicia jamás dormida,
callada y terco testigo
que no deja sin castigo
ninguna muerte en la vida.
La
razón calla y olvida
mas,
¿quien atiza su yugo?
El Sumo Creador si pudo
que a solas con el pecado
fueses tu para el culpado
fariseo, juez, y verdugo.

Ricardo Lalinde López

Inestrillas, 15 de junio de 2019



domingo, 16 de junio de 2019

     ROMANCE A LA IGLESIA
     Y SUS “CAPILLAS” 

Fue por medio de querellas
que duraron más de ocho años
el arreglar las capillas
entre angustias y regaños.
¿Cómo olvidar el ejemplo
de tan enorme labor
de reparar en el templo
las capillas del Señor…,?

Un sacerdote abnegado
bondadoso y dedicado
lo fue don Tomás Navarro
que cumplió con lo mandado.
Y no debemos olvidar
a la Asociación del Prado,
que cumplió su compromiso
de respetar lo pactado.

¡Virgen de la Dolorosa
patrona de esta “capilla”!
intercede allá en el cielo
por esta tu vieja villa.
De esta tierra celtibera
que moldeaba la arcilla,
de esta tierra campesina
llena de gente sencilla. 

 Don Juan Quiñones Guzmán
        digno obispo y fundador,
le sedució este gran valle
por su encantado esplendor.
Y allí en el mil quinientos
del año sesenta y tres,
al rey Felipe segundo
también despertó interés.

Y fue don Juan de Sabogal
el que ante el obispo implora,
la construcción de esta iglesia
en esta villa española.
Así el ocho de septiembre
don Juan Quiñones ordena,
la fundación de este templo
y nueva parroquia estrena.

Un sacerdote enviaron
a impartir el evangelio,
fue don. Juan de Ruiz Soriano
filósofo y muy humano.
Luego el ocho de septiembre
fecha que hoy festejamos,
se crearon las capillas
que hoy ya reinauguramos.

Así surgió el nacimiento
de esta iglesia del Alhama,
de una villa muy pujante
que hoy se ve muy lastimada.
Por ser “capillas” hermanas
estuvieron frente a frente
y como oratorio de almas
fuisteis perlas del creyente…

Desde tiempos ancestrales
brota en primoroso suelo
los cariños paternales
que con pasos magistrales
tus caminos recorrieron,
y allí en la Virgen del Prado
con su Madre se fundieron.

Es historia de este templo
que merece un homenaje,
el pueblo que tanto quiero
fulgor de un bello paisaje.
Un terruño inspirador
de paz y fraternidad,
donde el trabajo de todos
es símbolo de hermandad.

Es la historia de esta iglesia
y la de sus dos “capillas”
una de la Dolorosa,
otra, el Cristo con Faldillas.

Y este trovador del pueblo
os ha escrito esta canción,
que cantada despacico
es romance y oración.


En Inestrillas, 16 de junio de 2019















jueves, 13 de junio de 2019

TROVAS A LA VIRGEN DEL PRADO

En este templo sagrado
              lugar de nuestra oración,
rezo de la Virgen del Prado
Reina del pueblo y región...

A qui canté trovas puras
en áureas noches serenas,
apretadas de dulzuras,
de puros misterios llenas
y repletas de ternuras.

Y he rimado cantares
al trinar de ruiseñores
de los verdes olivares,
y al dulzor de los sabores
de floridos tomillares.

He cantado a la finura
de la Virgen más sencilla,
la Inmaculada lisura
de la nieve de la altura
que es el albor sin mancilla.

He cantado a la pureza
de las aguas naturales,
y la cortés gentileza
de los blancos arenales
que gestó Naturaleza:

las sonrisas mañaneras
de los días abrileños,
las disueltas acederas
que florecen en las eras
de amaneceres risueños…

Trovas puras he cantado,
trovas castas he sentido,
con ellas me emborrachado,
como borracho he dormido
y con mi Virgen he soñado…

Mas ni en noches diamantinas
con mil estrellas divinas,
ni en mi palomar palomas
ni la miel de mil aromas
de estas floridas colinas...,

ni en las blancas azucenas,
ni en la fuente en este día,
ni en alboradas serenas
que están de alborozo llenas
con primorosa armonía...,

ni en los besos celestiales,
ni en los tiernos musicales
de las madres cuando cantan,
esos cantos venerables
a los hijos que amamantan...,

alcanzó la inspiración mía
escasa imagen siquiera,
dulce miel de la poesía
que representar pudiera
la honestidad de María.

Sol eres en este feliz día,
ramo de flores, puro y fiel;
¡pura el Creador te hizo María!
Para hacerte digna de Él.

Vienes de aguas celestiales
manantial de los consuelos,
tus ojos son virginales
y seducción de los cielos,
--entusiasmos mundanales.--

¿Qué más cantarte podría
Madre del Prado en tu honor?
Si después de decirte un día
que fuiste sin mancha, María,
Madre de nuestro Redentor?

Romance mio, campesina...,
a ti que estás enamorada
de la fuente y de la encina,
del sol de la madrugada
y la paz de esta colina.

Me dijiste Madre mía
que te alegran prosas bellas,
¡Yo te ensalcé con armonía
e hice centro de ellas
la hermosura de María!

¡Me dijiste cuando cantas
la dicha de la humildad,
que te agradan cosas tantas…,!
Pues Tú eres entre las santas
la más grande santidad.

Yo te he visto sonriente
escuchando atentamente,
sentir los toscos cantares
que ante los pobres altares
te rimaban ruda gente…

Gente de lozano vivir
que al hallarte Inmaculada,
entonaban su sentir.
¡Sentires de enamorada
que es lo más hermoso decir!

¡Que llegue tu amor ardiente
al corazón del creyente
y a la mente del poeta,
sentirás el salmo ardiente
que el gran enigma interpreta!

¡Que el pueblo pare y te adore!
¡Que el pueblo cante y te implore!
¡Mírales con amor de amante
cuando rece y cuando llore,
cuando trabaje y cuando cante!

Y aquí…, dejo de escribirte
porque los ojos me sudan,
será de tanto quererte
o que los cielos se nublan.
Será de tanto mirarte…,
o que las campanas doblan.

¡Gloria a Dios en tu pureza
Madre del Prado Inmaculada!

¡Felicidades, Madre del Prado!



En la ermita de la Virgen del Prado, 8 de junio de 2019