martes, 21 de febrero de 2012

                   Recuerdo del homenaje a Faustina al cumplir 100 años. Año 2006

viernes, 17 de febrero de 2012



                 RETRATO


Mis primeros años son recuerdos de mi pueblo,
los sotos, el río donde jugaba con delirio,
mi juventud llena de amor de vida y celo,
de mi historia, que es todo un desafío.

No fui ni seductor ni perdí el tino,
conocéis muy bien cúal fue el camino
que guió mi soledad y mi destino,
y amé a cuantos me acogieron con cariño.

Por mis venas corre sangre de guerreros,
soy un luchador de pluma blanca,
mis versos nacen de manantiales serenos
y de verdes prados bordados de albahaca.

Amo a una señora llamada Naturaleza,
soy un ave que se posa entre las rosas
admirando el color de su belleza
y respetando sus espinas ponzoñosas.

Me gusta oír los grillos y los cucos
y el trinar de los jilgueros cuando cantan
escondidos entre árboles y juncos
en la noche  en la mañana cuando se aman.

Cuando viajo hablo siempre con el hombre
que llevo dentro, me aconseja y marca mi destino
aunque a veces me ciegue la pesadumbre
de no haber empezado o terminado mi camino.

Y cuando emprenda el último viaje
estaré a tu lado para sentirte mas cerca y soñar,
lo haré ligero de ropa y equipaje,
casi desnudo, para poder antes llegar.

De mi libro “Cantos de amor y de esperanza a orillas del Alhama”


QUÉ FELIZ ERA MI CASA

Qué feliz era mi casa
cuando mi padre vivía,
cuando mi madre cantaba
a todas horas del día.

Qué alegre era mi casa
desde que amanecía,
y alegre seguía siendo
cuando el sol ya se ponía.

Qué regocijo y templanza,
cuánta armonía y sosiego,
cuánta ilusión se ponía
en toda la hacienda mía.

La vega olía a verde,
el monte a té y romero
y las flores de los prados
adornaban los senderos.

Cuando el sol ya se ponía
y la luna se asomaba,
volvían los labradores
a descansar la jornada.

Qué feliz yo me sentía
entre toda mi familia,
había buenas maneras,
había cantos y risas,
me contaban mil historias
de sus abuelos y hermanos.

Cuando llegaba el verano
y la chicharra cantaba,
ya se notaba el trajín
de hoces y de zamarras
para cortar por los píes
a las ya blancas cebadas.

Les llevaba la comida
a los rudos segadores,
y acarreaba con mulos
el trigo de sus sudores.

Qué alegría y que ilusión
cuando la mies les llegaba
más allá del cinturón;
qué alegría daba ver
la cebada boca abajo
con la cabeza al revés.

¡Tan feliz yo me encontraba!
¡Me sentía tan contento
que se pasaban los días
como viviendo en un cuento!

Cuando llegaba el invierno
y al campo no se salía
me contaban mil romances
y otras muchas poesías;
los viajes de Marco Polo,
Fierabrás de Alejandría...

De nuevo la primavera
traía flores hermosas,
en el valle mil violetas
con miles de mariposas;

y los muchachos reían,
y los pájaros cantaban,
la llegada del buen tiempo
a todo el mundo alegraba.

Así de felices fuimos
en esta familia mía
hasta que murió mi padre
y mi madre envejecía.

La tierra se volvió árida,
no había cantos ni risas,
ni romance, ni poesía;
pero había que hacer frente
porque la vida seguía.

Pero yo ya he entendido
lo que mi madre decía:
“Hay que ser fuertes, hijos”,
¡ pues Dios así lo quería ¡.

(De mi libro, “Cantos de Amor y Esperanza a Orillas del Alhama”

martes, 14 de febrero de 2012

     EL ALMA DEL POETA

Leyendo mis dulces poemas,
a la sombra de mis pensamientos,
he visto el fondo de mi alma
reflejada en un espejo,

he visto cómo de niño
temblando estaba de miedo
porque a una preciosa rosa
quería llevarla el viento.

Era el alma del poeta
que se mira desde dentro;
pues solo el poeta puede
ver lo que está allí lejos,
en lo más dentro del alma,
en el más oculto templo.

Allí en esa mansión
sin paredes y sin techos
he visto a muchos poetas
mirándose sin espejo.
Y es que el poeta sabe
orientarse en el misterio.

Poeta forjado siempre
en las fraguas del silencio
pensando en duras batallas
que ha de librar con su cuerpo.

El poeta que no sueña
no tiene alma ni espejo;
por eso, soñando vuelvo
a verme sin que haya espejo.

De mi libro, (Remembranzas del Alhama"
   AL OLIVO MALLORQUÍN

Qué esbeltez a pesar de su vejez.
Qué hermosura a pesar de su gordura.
Qué admiración provoca su deformación.
Qué arrogante sale de su cepejón.

Son tan viejos y con tanta vida
que en esta Isla querida
crecen de forma desmedida
dejando un recuerdo que no se olvida.

Con cientos de años a cuestas
están en empinadas cuestas,
llenando rincones y banquetas
pregonan sus históricas grandezas.

Y tan esbeltos y hermosos son
que causan gran admiración
y al mismo tiempo emoción
de esta maravilla de la creación.

(De mis correrías por esta Isla)
LA FUENTE CLARA TU NOMBRE CANTA

Desde la sierra cantando baja
entre pinares de fronda brava,
lleva tu nombre por la montaña,
la fuente clara tu nombre canta.

La tierra parda que da amapolas
también nos dan las espigas aúreas,
caminos largos suben y bajan
y hasta en las eras tu nombre cantan.

Sobre el terruño nuestras moradas
son mil palomas, palomas blancas,
y las campanas que a misa llaman
en la alborada tu nombre cantan.

Los que transitan con penas o ansias
llevan tu nombre dentro del alma,
los labradores de tierras altas
tu nombre rezan, tu nombre cantan.

domingo, 12 de febrero de 2012

          CANTO AL VINO                   

¡Oh el vino!: licor bueno y exquisito
néctar de dioses y sangre de Cristo,
de grandes bodas, de canto y rito,
alegra los corazones y ayuda al erudito.

El que con buen vino comiere
y con buen ama durmiere,
retozar puede lo que quisiere
y a Baco darle gracias debiere.

Al enamorado, si vino le has dado,
no te quejes si está mucho a tu lado,
y si le das vino tinto y luego dorado
seguro que pronto lo verás acostado.

Si con tocino y pan andas el camino,
mejor andarás con vino, pan y tocino;
nueces, miel y vino al hombre dan tino,
hacen andar y a veces correr el camino.

Al peregrino llénale el zurrón para el camino,
pero mucho mejor si le pones queso y vino;
si dice que bebe poco ponle cuarto de vino,
si dice que de vez en cuando ponle agua y vino.

Hombre que va al campo con  pan y vino,
déjalo tranquilo  hacer el camino,
y si no lleva agua y si lleva vino
no trabajará ni para él ni para el vecino.

En la buena mesa de cordero y de cochino
no ha de faltar cántaro de buen vino,
y si la mesa fuere de gallina y palomino
no ha de faltar para beber y cocinar buen vino.

Bebe el vino moderadamente
para que siempre te encuentres consciente;
con el vino no te hagas el valiente,
pues templó fraguas y doblegó al inconsciente.

Si yo muero antes que tú, amor mío,
entiérrame en la viña junto al río,
donde los pámpanos crezcan a su albedrío
y las uvas maduren con fuerza y brío. 

viernes, 10 de febrero de 2012

      UN VIAJE LLENO DE PLACIDEZ  

   Vuelve la noche a tocar el arpa de la sintonía; miro a los navegantes atendiendo el rito de las danzas, tejiendo un danzar lleno de amor en el firmamento.
   Abajo, el gran valle de las ciudades duerme entre luces de color y silencio eterno, lleno de veredas y complicados canales entre el susurrar de miles de árboles que sombrean los distintos valles.
   Oigo el canto silencioso de la noche en perfecta sintonía mientras la nave surca los cielos de la vieja Iberia con perfecta armonía de su tripulación.
   Aquí arriba, la luna y las estrellas se encuentran compitiendo en colorido sobre el azulado cielo.
   Allí abajo, la oscuridad se ve salpicada por miles de luces que van haciendo un juego indescifrable lleno de puntos de luz y color.
   Al amanecer los ocres, plomizos y verdes compiten en un baile de colores sobre la tierra, parece estar todo en silencio.
   Entre suelo y techo todo es calma y color; bonanza, templanza, sosiego y esperanza...
Arriba, quietud astral, extasiada, llena de paz.
Abajo, ¿qué ocurrirá? ruidos, luchas, bullicio, desorden...

¡Qué poesía es el infinito! ¡Cuánta inspiración hay en él!

   No puedo por más que intentar escribir un poema ante la inspiración que se me ofrece, las musas han salido del parnaso, están a mi alcance, y el aura me envía soplos arcanos para mi labor.


                    Para esta alegre e inspirada noche
dejo escrita esta sincera página,
y a esta divina sombra pongo broche
como la más hermosa y bella sixtina.
 
Y... bien sé que allí donde yo vivo
se reirán de estas ocultas aventuras,
pues el instinto grosero es agresivo
y seguramente lo llamarán locuras.  

Por la mañana con la aurora
cuando el sol ya se vislumbra
brillará allí entre la penumbra

la gran nave, cual un lucero,
que avanzando cual meteoro
llega a su destino postrero.

      La noche estaba serena cuando al cielo contemplaba, miles de luces la adornaban, y al mirar al suelo veo la sombra rodeada de sueños... descansando.
   Morada de grandeza, templo de iluminación divina siguiendo la vana sombra del bien fingido.
   El hombre entregado al sueño y a su suerte avanza con paso callado, un leve punto que se ve allí abajo comparado con los miles que se ven allí en lo alto.
   ¿Quién no mira en la armonía de estos resplandores astrales sus pasos, sus movimientos y sus gracias estelares?
   La luna se mueve como una plateada rueda y las estrellas se ven graciosas y bellas; por otros caminos van Marte airado y Júpiter cercado, y la gran masa nebulosa parece indicarnos el sereno camino al cielo con su brillar apasionado.
   ¿Quién es el que esto mira y no aprecia la creación, y no gime, y no suspira y se le rompe el alma de estos bienes que se ven desde la tierra?
   Aquí arriba vive el contento, reina la paz, aquí esta asentado el amor sagrado de glorias y de deleites rodeado.


         COMO EL AVE FÉNIX

  Resurgieron como el Ave Fénix arcano
en clamor de luces llenas de brillo y color;
era una noche de cielo hermoso y sereno
con miles de estrellas y un astro de amor.

  El comandante de la nave feliz sonreía
a la bella imagen que a sus pies se ofrecía,
una hermosa noche que al piloto guía
y a la sobrecargo la dulce y bella María.

  El silencio de la noche se llena de fulgor 
desde lo más alto en el firmamento,
admiro la grandeza con todo esplendor
de la creación vivida en ese momento.

  Yo me asomaba desde esa abertura
y miraba sintiendo al gran Creador,
sentía que somos muy poco en la tierra
y lo hermoso que es ese techo exterior.

  La nave seguía el rumbo marcado
en extasiada noche de calma y poesía,
el pasaje atendido con gran desenfado
que la tripulación cumple con gran armonía.

  Y... ¡he ahí! a las seis grandes Filis
que irrumpen con gracia en el arcano cielo, 
resurgiendo de nuevo como el gran Ave Fénix
de lo más profundo y con el mayor anhelo...  

             Mi poesía ha sido vuestra poesía,
sinceramente.  
                        Ricardo Lalinde López.

Este poema se lo dedico a toda la tripulación del vuelo 1462,
que saliendo de Bilbao el día 30 de noviembre de 2007 a las
20,50 horas, llegó a Málaga a las 22 horas; haciéndome
disfrutar de una imagen estelar que no voy a olvidar, sintiendo
debajo de mí el mundo, y sobre mí el cielo en un baile de
colores y sinfonías.
Gracias al Comandante, T. Casado, al piloto, C. Picazo; a la
sobrecargo, M. Cañaveras, y a los auxiliares, J C. Cerezo,
P. Torralba y A. Santiago.
Gracias a toda la tripulación del vuelo 1462 de IBERWORLD.


De mi libro, "REMEMBRANZAS DEL ALHAMA".

miércoles, 8 de febrero de 2012

PASEMOS PÁGINA

La vida es como una novela, un libro en el que cada día es una página y hay que pasar estas páginas para conocer la trama completa. Sería absurdo tomar un libro para quedarse siempre en la misma página. Lo mismo pasa con la vida, no podemos quedarnos en un solo episodio, en una misma etapa; debemos seguir adelante.
Hay personas que cuando sufren un desengaño amoroso, por ejemplo, se quedan detenidos en el tiempo, lamentando su desgracia. Esto provoca que la amargura llegue a su vida y se vuelvan negativos; se niegan el derecho a darse otra oportunidad.
No es sano vivir en el pasado, hay que pasar página. Quizá sea difícil olvidar un gran amor, pero es cuestión de decisión, de amor propio y de seguridad. Si estás empezando este nuevo año en la misma página que el anterior recordando, llorando, añorando, te estás privando de todas las oportunidades y bendiciones que este nuevo año trae para ti.
Si sufriste una gran decepción, pasa página, olvídala, nunca hubiera resultado, por más que te esforzases. No hay nada que lamentar, no era para ti y es mejor que acabases antes de que  siguiera adelante y la caída fuera más grande y dolorosa.
Seamos como los niños, que si algo les duele, lloran, pero al irse el dolor, están nuevamente jugando felices. Seamos transparentes como ellos, que dicen la verdad sin ocultar nada, sin pensar mal de los demás; actúan sin prejuicios y sin hacer diferencias. Se pelean y al momento están otra vez abrazados, sin resentimiento, ¡Pasan página a los momentos ingratos! Disfrutan de la vida sin rencores, sin quejas, sin amargura. Tienen la facultad de asombro que muchos de los adultos hemos perdido.
Esa facultad de asombro que hace que vivan la vida con alegría, a la expectativa de una mañana llena de aventuras y sorpresas. ¡Si los adultos pudiéramos ver la vida así!
El mejor propósito para este año nuevo que podemos hacernos, es una limpieza concienzuda en nuestra mente y corazón, erradicando todas esas antigüedades inútiles para nuestra vida. Echando fuera todos esos malos recuerdos que hemos tenido guardados durante años, podemos disfrutar en pleno de las bendiciones diarias.
Dice la historia: cuando Dios hizo caer maná del cielo para que el pueblo de Israel pudiera alimentarse, les advirtió que no guardaran nada para el día siguiente, porque Él cada día haría llover maná nuevo y fresco.
Quienes no obedecieron esta orden encontraron que el maná que habían guardado del día anterior estaba lleno de gusanos.
Esa fue la consecuencia de su falta de fe. Por eso debemos empezar cada año que nos da Dios sin guardar nada malo del año anterior, como resentimientos, rencores, tristezas, etc., porque esas cosas que se echan a perder en nuestro corazón se descomponen y forman raíces de amargura.
Cada vida humana es un libro escrito por Dios. Solo Él sabe cuántas páginas tiene cada vida y solo El sabe que hay en las páginas futuras.
Si no pasamos cada página, nos podemos perder las siguientes.
Comencemos este año con fe y esperanza y dejémonos acompañar por Dios en nuestra travesía de la vida.
Que este nuevo año os traiga lo mejor de cada día y pasad página para leer cada día lo mejor del libro de la sabiduría. Ricardo Lalinde López. 12/1/12

domingo, 5 de febrero de 2012



A LA MEJOR PROFESORA DE INFORMÁTICA

    (A Mari, nuestra profesora)
                                       
En la pantalla tenía
el escritorio abierto;
y en sus mejillas rosadas
sus ojos negros;
no veíamos los iconos
ninguno creo;
sin embargo veíamos
su esbelto cuerpo;
como niños hablamos
en el colegio;
y con voz firme dice:
“¡Esto es muy serio!”
¿Cuánto duró el regaño?
No lo sabemos.
Solo sabemos que nos volvimos
todos a un tiempo,
y nuestras miradas se hallaron, todas,
frente a sus ojos negros;
y, de repente, todo el colegio
quedó en silencio.

(De mi libro "Como salen del Alma")
HUELLAS EN EL POLVO

Somos tan solo en la vida
sombras que se balancean,
un sin fin de vanidades
con muy ruidosa presencia.

Somos un saco de huesos
cargados de necedades,
vestidos con apariencia
de personas ejemplares.

Pasamos sin darnos cuenta
que solo de paso estamos,
y en un momento cualquiera
en el otro mundo estamos.

Y tantos caminos andados,
y tantos momentos vividos,
serán recuerdos lejanos
más allá de nuestro olvido.

(De mi libro “Como salen del Alma)

   YO FUI AQUEL DE PLUMA BLANCA...

Yo fui aquel de pluma blanca en las manos,
de versos, rosas y alegres cantos profanos,
caballero andante de montes y de llanos,
potro sin freno en mis jóvenes años.

Fui el dueño de un jardín sin flores,
en él sembré rosas y alegres ruiseñores,
di canto a las flores y perfume a los cantores
y el jardín llené de alegres sensaciones.

Querido fui por todos durante mi infancia
y supe del calor que en mi casa había,
las rosas y claveles me dejaron su fragancia,
una fragancia alegre y de melancolía.

Tímidamente al mundo asomo
joven, viril, con ganas y gran aplomo,
iba embriagado de vida y de mí mismo
y no caí en las sombras de mi propio abismo.

Ahora en el ocaso y discreto paso por la vida,
en la hora crepuscular y de retirada merecida,
juzgo si mi alma fue por tanto alegre y atrevida,
alma joven entre el placer y la melancolía de la vida.

(De mi libro “Como salen del Alma”


                        RETRATO


Mis primeros años son recuerdos de mi pueblo,
los sotos, el río donde jugaba con delirio,
mi juventud llena de amor de vida y celo,
de mi historia, que es todo un desafío.

No fui ni seductor ni perdí el tino,
conocéis muy bien cual fue el camino
que guió mi soledad y mi destino,
y amé a cuantos me acogieron con cariño.

Por mis venas corre sangre de guerreros,
soy un luchador de pluma blanca,
mis versos nacen de manantiales serenos
y de verdes prados bordados de albahaca.

Amo a una señora llamada Naturaleza,
soy un ave que se posa entre las rosas
admirando el color de su belleza
y respetando sus espinas ponzoñosas.

Me gusta oír los grillos y los cucos
y el trinar de los jilgueros cuando cantan
escondidos entre árboles y juncos
en la noche  en la mañana cuando se aman.

Cuando viajo hablo siempre con el hombre
que llevo dentro, me aconseja y marca mi destino
aunque a veces me ciegue la pesadumbre
de no haber empezado o terminado mi camino.

Y cuando emprenda el último viaje
estaré a tu lado para sentirte mas cerca y soñar,
lo haré ligero de ropa y equipaje,
casi desnudo, para poder antes llegar.

(De mi libro “Como salen del Alma”)