domingo, 27 de mayo de 2018

UNA FLOR PARA MARÍA
Señora y Madre mía…,
con mucho cariño vengo
a ofrecerte en este día
cuanto soy y cuanto tengo.

¡Todo vengo a entregarte…!

Mis ojos para mirarte,
mi voz para bendecirte,
mi vida para servirte,
mi corazón para amarte.

Acepta Madre este don
que te ofrezco con cariño
y guárdame como a un niño
cerca de tu corazón.

Que nunca sea traidor
el amor que hoy me enajena
y que desprecie sin pena
los halagos de otro amor.

Estos versos a mi Virgen
escribí para este día,
pues de mi pecho surgen,
¡para enaltecer a María!
Y soñé que entre las flores…
De las flores de tu altar…,
eras la rama de amores,
       las que más suelen brotar .

Dos lirios eran tus manos
con ellos nos bendecías,
jazmines eran tus pies
seguir tus huellas quería,
para llegar a este pueblo
a tu pueblo de Inestrillas.

Arrogante como palma
eres rosa y fiel jazmín,
tus ojos como luceros,
tus labios rojo carmín,
tus mejillas porcelana
parecen…, rosa de abril…

Querida Madre del Prado,
amada y Virginal María,
acércanos a tu lado
y se siempre Tú alegría
de este pueblo, de su gente
y amigos de esta romería.

Y aunque el dolor me taladre
y haga de mi un crucifijo,
quiero saber ser tu hijo,
¡que sienta que eres mi Madre!

¡¡Felicidades Madre del Prado!!

Inestrillas, en la ermita de la Virgen del prado
a 19 de mayo del año 2018

lunes, 14 de mayo de 2018

        EPÍSTOLA A MI MENTOR
                     (D. Felipe Abad León)

Cuan suele lamentarse dulcemente,
con templada voz y profundo salmo,
es el Cisne del Alhama en triste canto,
cual Felipe fue en amoroso llanto
y apasionados ayes, su mentor cercano...,
el ánima se queda fuertemente dolorida;
y con la ambición más crecida,
contemplándose ya sucumbiendo,
en el profundo dolor sintiendo
que por momentos en su seno crece,
con fresco soplo que el dolor le ofrece
suelta el lamento de una profunda pena
y al instante desfallece,
pues el dolor sentido le enajena.

Luego que en su paz ya ha retornado
y después de un gran ahogo que le oprime,
piensa acabar él sin ventura
del agudo dolor que le comprime;
después vuelve al lugar acostumbrado
y comienza a lamentarse con ternura,
y la dolencia que es la causa de su muerte
llama en la despiadada suerte
con voz mórbida apresuradamente;
y manifestando la marcha rigurosa,
pide a los dioses celestiales,
que con deceso bendito clama,
quieran ya poner fin a tantos males
      con una muerte piadosa que llegue
      hasta el Valle del Alhama.

Logroño, Semana Santa de 2018