miércoles, 28 de diciembre de 2011

                       VII
   (Campanas de la iglesia)

  Campanas de la iglesia,
de la iglesia de mi pueblo,
doblad a gloria, no lo hagáis a muerto, 
se elevó soñando a edenes eternos,
se elevó buscando jardines perpetuos.

  Rosal florecido por el sufrimiento,
espigas fulgentes que batiera el cierzo,
linda flor que emite bálsamos intensos,
¡cual luce el alcance de su buen ejemplo!...
La figura amable del hermano muerto.

  Campanas de la iglesia,
de la iglesia de mi pueblo,
noches silenciosas de julio inestrillero,
auras rumorosas, fuentes de estos cerros,
no lloréis su ausencia en sólo un momento...

  ¿No veis como trepa entre las estrellas?...
Un clamor de lirios propaga su cuerpo
y el color angélico es cerco de fuego...
Se rompe el encanto en nubes fragantes
y una dulce voz le dice... ven, ven, amante.   

  Campanas de la iglesia,
de la iglesia de mi pueblo,
doblad a gloria, no lo hagáis a muerto,
se elevó soñando a edenes eternos,
se elevó buscando jardines perpetuos.

          LAS CAMPANAS

Cuando despierto por las mañanas
y el sol brilla por el naciente,
o cuando el arrebol del poniente
viste al cielo con mil filigranas,

qué alegres suenan las campanas,
quebrando su voz y dando ambiente
con tono suave o estridente           
o con murmullos de músicas lejanas...

En lo alto de la torre junto a nidos,
cantan himnos con magníficos tañidos
arrullando a los polluelos en sus píos;

campanas de la torre, no me olvido
las veces que escuché vuestros latidos, 
¡que no cese vuestro vibrante sonido!. 
¿A QUIÉN MOLESTAN LAS CAMPANAS?

Hay personas a las que molestan, las odian, las denuncian y las quieren enmudecer.
  Antes, a nadie molestaban sus sones. Eran los antiguos medios de comunicación en las aldeas. Ellas tocaban a rebato y avisaban de catástrofes, incendios... y las gentes, en solidaridad, corrían en ayuda a apagar. Ellas, con sus sones tristes de dolor, anunciaban las defunciones. Ellas, jubilosas, dando locas vueltas de alegría, llamaban a las fiestas, acompañaban a procesiones... Recientemente, ellas todas las de Logroño) conjuntadas a las 11 horas y 7 minutos, anunciaron la llegada de Su Santidad el Papa, justo cuando pisaba tierra de España.
  Hay cantidad de ruidos peores que, soportándolos, no provocan quejas, como el de las motos locas, el confuso retumbante de camionazos, pitidos, bocinazos, cercanos petardos, cantares nocturnos de borrachería, todos ellos roban el sueño, mientras las campanas, colgadas, silenciosas, de noche duermen.
  Fui testigo del nacimiento de las campanas de la iglesia de la Natividad de Inestrillas, junto al río Alhama; la Mayor con el nombre de D. Liberato Blanco, y la Menor con el nombre de D. Eugenio López, el primero cura párroco, y el segundo alcalde de Inestrillas.
  La delicadeza y sensibilidad de la poetisa gallega Rosalía de Castro les canta así:  "Si por siempre enmudecieran,/ ¡qué tristeza en el aire y en el cielo!/ ¡qué silencio en las iglesias!/ ¡qué estrañeza entre los muertos!!".
  Pero pretender comparar la sensibilidad de Rosalía con los que  ahora pretenden enmudecerlas, es también mucho pretender.

jueves, 22 de diciembre de 2011



CANTO PARA EL QUE HA NACIDO
 
Se oye un tierno gemido,
está la noche terciada
y al candor de la alborada
cruza  el cierzo adormecido.
El Niño Dios ha nacido.
¡Qué celestial claridad!
Cantad, ángeles, cantad:
"Gloria a Dios en las alturas
y Paz a las personas puras
y de humana caridad".
Desmantelad el otero,
corred a Belén, Pastores.
¿No vislumbráis resplandores
de aquel celeste lucero?
Este es el limpio cordero,
hostia de propiciación,
que en gloriosa expiación
tomó las culpas ajenas
arrancando las cadenas
en su Caída y su Exaltación.

Para entregarle sus dotes
llegan los Magos de Oriente,
todo fausto y refulgente
de tres reinos diferentes.
Rendid vuestros corazones,
Reyes, venidle a admirar.
Este pesebre es altar,
sitial donde Dios se humilla.
Inclinad, pues, vuestra rodilla,
Melchor, Gaspar, Baltasar.
                                                  Navidad de 2011
Pregón de Navidad  que este poeta declamo en las AULAS  de Jesuitas el día 21 de diciembre.

sábado, 17 de diciembre de 2011

ANTÍDOTO PARA COMBATIR EL RENCOR

  Muchos seres humanos viven una vida miserable, vacía y solitaria, a causa del RENCOR.
  Se vuelven personas negativas, llenas de amargura, la cual trasmiten con sus actitudes hacia otras personas. Cuántas veces nos habremos preguntado ¿por qué tal persona es así?
  El rencor, el odio, la amargura, son síntomas de un terrible cáncer que corroe el alma, causando heridas muy profundas. Pero este tipo de cáncer tiene cura y esta cura es el perdón.
  Perdonar es el acto de santidad mental más liberador que el ser humano puede hacer por sí mismo. Sin embargo, perdonar es muy difícil para la gran mayoría.
  Perdonar no es una señal de debilidad, ni mucho menos es justificar a la persona que nos hizo daño.
  Perdonar es liberarnos de resentimientos negativos que son un estorbo en nuestra vida, que nos roban la paz interior y que provoca muchas enfermedades.
  El rencor y la falta de perdón afectan física y espiritualmente al ser humano.
  El orgullo, la soberbia, la autocompasión y el deseo de venganza impiden comprender la importancia de perdonar.
  La venganza no elimina el rencor, por lo tanto no libera de la negatividad del mismo.
  Pagar mal por mal, sólo trae más carga negativa a nuestra vida.
  El rencor y el odio son los autores intelectuales de muchos crímenes y abusos dentro de la sociedad.
  Perdonar dignifica al ser humano, “Honra es para el hombre  pasar por alto la ofensa,” dijo el sabio Salomón.
  Perdonar es una decisión personal. Si elegimos perdonar, liberamos nuestra alma, si elegimos seguir guardando resentimiento, seguimos generando amargura para nuestra vida.
  La vida es corta, hay que vivirla como si cada minuto fuese el último. Una vida libre  de rencor es una vida en libertad. No te condenes a vivir en la prisión del rencor y la amargura.
  Perdona a tus padres, hermanos, hijos y amigos, etc. Esa paz interior que necesitas, no puede llegar si no lo haces.
  “Toma todo el resentimiento, rencor y amargura, que hayas acumulado a lo largo de toda tu vida y hazlos pedacitos. Cava un hoyo profundo en las arenas del pasado y entierra todos esos pedacitos. (Nunca intentes desenterrarlos, no son reciclables). Una vez que hayas hecho esto, estarás listo para perdonar y disfrutar de la vida de otra manera más sana y equilibrada”. 


REFLEXIÓN FINAL.Nuestro paso por este mundo es muy corto y no deberíamos perder el tiempo en quejarnos ni en criticar la vida. Ella hace lo que puede... y lo que nosotros le permitimos que haga. Medítenlo.

martes, 29 de noviembre de 2011

           MI VALLE

 Quiebra de albores el valle
con frescor de amaneceres,
y en sus fulgores  resaltan
las rosas y los claveles.
Este valle es medio monte,
este monte es medio río,
todo es cara y es envés
para el pájaro y el pez.
Dieron frutos sus cerezos
color de rosa y carmín,
sus pétalos fueron al viento
sus frutos saben a miel.
Treinta casas tiene el pueblo
con establos y pesebres,
treinta huertos con laureles
cerezos y alberchigales.
Nada por hoy en el valle
es más breve que el pasado,
breves se hacen los días,
más breves para enamorados.
Con la paz que lleva el río
y la acequia con su canto,
junto al trinar de las aves
llenan al valle de encanto.
Digo a la luna que baje
y se mire en este río,
se verá guapa y hermosa
en el espejo más lindo,
y al sol que tanto abochorna
sudando con gran delirio,
que baje al río le digo,
que un baño le dará alivio.




NADA SUCEDE POR CASUALIDAD

  En Irlanda existe una ley llamada “Ley de Difamación”. En ella se especifica que por blasfemar cualquier persona pueda ser multada con 25.000 €uros.
  Se define como blasfemia una expresión “tremendamente alusiva o insultante en relación a una materia tenida como sagrada por cualquier religión, que cause indignación en un sustancioso número de seguidores de esa religión”.
  También se especifica, en ese mismo diario, que hay países como Finlandia, donde el blasfemar está castigado con la cárcel.
  En España el delito de blasfemia, se quitó del Código Penal en 1988.
  Esta noticia es la que me ha hecho reflexionar de cómo se ha ido deteriorando la sociedad española, en poco más de 30 años.
  De cómo una sociedad, en masa, se ha ido convirtiendo en una plebe  de gente grosera, falta de valores, chabacana... especialmente en alguna cadena de televisión en horario de tarde.
  “Me lo paso por el coooo...” y no pasa nada, al revés aplauden, imitan y pagan por ello, a una madre con una hija por educar. ¿Sí?, y además su grosería la asciende a otros programas.
  Se intentó dar una justificación de tinte político a todos estos cambios: Se creó la idea de que fue Franco y su Régimen el que nos inculcó aquella moralidad y que por eso había que  combatirla.
  Pero, ¿se puede creer que es por casualidad, que la palabra Honor, hoy en día, no tiene ningún contenido? ¿Quién la pronuncia hoy?
  ¿Quién dice hoy en día, aquella frase que antes era un determinante de veracidad, “te doy mi palabra de Honor”, y ahí se acababan las dudas?
  Antes dos hombres se daban la mano y no había documento que tuviese más fuerza. Esto ocurría desde tiempos remotos, antes del Dictador.
  Pero, ¿se puede creer que es por casualidad, que la palabra Patria sea una palabra vacía? ¿Quién la pronuncia hoy?
  Sólo aquellos que quieren la independencia de un trozo de España, pero si alguien que no sean ellos la pronuncia, es un facha españolista.
  Pero, ¿se puede creer que la palabra Dios, tampoco tenga significado para una mayoría de españoles?
  Todo lo que diga la Iglesia es criticable. Por el contrario pretendemos de una forma casi ridícula “La Alianza de las Civilizaciones”.
  Pero, ¿se puede creer que una mujer mayor de 16 años, si dice que es virgen, puede ser la noticia cómica del día? Pero, ¿se puede creer que España sea el principal consumidor de cocaína de toda Europa?
 ¿Se puede creer que los estudiantes españoles sean los más ignorantes de toda la Unión Europea?
  Pero, ¿se puede creer que España es el único país del mundo donde la bandera nacional se esconda y sea motivo de mofa y falta de respeto por la gran mayoría de los españoles, con el beneplácito de los gobernantes de turno?
  Pero, ¿se puede creer que en tu propio país no puedas estudiar en tu propio idioma? ¿Y que el conocimiento de una lengua autonómica tenga más mérito que el más sofisticado Master? Y lo peor de todo: si no conoces ese lenguaje, no puedes trabajar.
  Pero, ¿se puede creer que es por casualidad que en un evento donde el Rey, el Rey de España, sea anfitrión, se estén repartiendo silbatos en las puertas, para darle una pitada, cuando suena el Himno Nacional?
  Pero, ¿se puede creer que en España, cuando las calles están llenas de velos islamistas, a nosotros nos prohíban los crucifijos, que en su día utilizó D. Pelayo y tantos otros conquistadores, caudillos y gobernantes?
  Pero, ¿se puede creer que desde la TV se esté fomentando la droga, la homosexualidad, el anticlericalismo, el aborto, la mala educación, el vivir del cuento, y que cualquier personaje inculto y zafio se encumbre a niveles insospechados, cuando la TV es la principal escuela pública de la Nación?
  Yo creo que son muchas casualidades. Me considero un ciudadano normal, no soy ni moralista ni lo pretendo, pero... tanta casualidad no puede ser de generación espontánea. Ahí falta algo.
  Yo diría que detrás está el director de esa orquesta. ¿Quién es...?
  En ningún sitio pasa lo que pasa en este país. Y lo triste es que muchos están orgullosos de ser tan “diferentes”.

¡¡Pobre España nuestra!! ¡¡Cuidado con esos, que te revientan!!

viernes, 18 de noviembre de 2011

ROMANCE A INESTRILLAS

Atrás quedaron los tiempos
cuando el pueblo era alegría,
con el alma ya vacía
¡cuánto te echamos de menos!
De mi niñez alegrías
recuerdo la infancia hermosa,
en otros tiempos gozosa
¡La tienes tú, Inestrillas!
Mis sueños van por tu plaza,
por tus calles y ventanas,
por los cerros y cañadas,
por el valle en su templanza.
Mis baños en el Alhama
en su caminar al Ebro,
olvidarme yo no quiero
aunque cambie el panorama.
Pastores con sus ganados
por los sotos y jarales,
romerales, tomillares,
por montes canturreados.
Con aromas de mil matas
que forman parte de mi alma,
no me olvido de tu calma
de tu alegría y tus ansias.
Y, mientras que mi alma tierna
recordarte siempre pueda,
es seguro que se queda
ligada a ti siempre eterna.
Fuiste tú Reina y señora
de esta tierra enamorada,
hoy te encuentras tan callada
como al despertar la aurora.


 Te tienen considerada
como un barrio, desahuciada,
solo siento en la alborada
el canto triste en tu balada.
Súbete a la cumbre y grita
con tu potente garganta..., 
que tienes unas raíces 
que las fronteras traspasan;
que tú no percibes nada
de esta tierra despoblada,
le diste energía y vida
y hoy te ves abandonada.
No dejes que ese tu orgullo
lo pisen otras más altas,
que, aunque se llamen Señoras,
tú de ellas no eres vasalla.
Tú no tienes playas blancas
ni tampoco mar bravío,
pero riegas con tu río
mil jardines de albahacas.
En ti nacen aguas limpias
que abastecen a otra tierra,
y ellas te dicen cazurra,      
te agravian y menosprecian;
sabes que si bajan turbias
esas aguas se desbordan,
pide a los que se aprovechan...,
que si no lloras no mamas;
diles tú como te llamas,
de dónde vienes, quién eres,
ya es hora de que despiertes,
no vean que te acobardas.

          

De mi libro "Cantos al Amanecer"

jueves, 17 de noviembre de 2011

      LA INOCENCIA DE INÉS 

  Estreché su mano de terciopelo rosa,
el día era de primavera.
La tarde era espléndida y hermosa,
las flores llenaban la pradera.

  Sus ojos brillantes como los de un gavilán
pintan otra cosa.
Poco a poco sus grandes ojos me acosan
con mirada primorosa.

  Sereno se apiada el cielo de mi esfuerzo,
el espíritu abatido;
y un susurro al oído siento en dulce abrazo,
como del cielo caído.

  Para mis noches aún hay luz de aurora;
ella también me ama.
Ven, inocencia, a tu amor ahora...,
él en su dolor te clama.

  Mas sus ojos bellos mirándome se exaltan
con rayos de alegría,
que con el hechizo del paraíso la derraman
¡hasta el alma mía!

  Ven a mí, dulce y hermosa criatura;
estréchame en tus brazos;
ven a mí, y de tu pureza y mi ternura
los dolores serán nuestros abrazos.


  ¡Grata ilusión que en mi designio imploro...!,
vuelve mi empeño a ser
esa ilusión llena de virtud que adoro;   
protégela como un querer.

  Perdurad de este serafín su pureza,
y esa celestial paz,
que es el supremo bien de toda la belleza
y de la armonía mas veraz.

  Fascinada por fantásticas sensaciones
creerás en otros seres,
y suspirarás por otras emociones
y por extraños placeres.                    
  
  Te abrazarás a esa luna engañadora
de esa dicha inventada,
y llorarás, como tu compañero llora,
la hermosa edad olvidada.   

  Verás al final de esa ilusionada calma
un letargo oscuro,
y llegarán las fantasías de tu alma
al desorden más duro.

  Así como las olas de este hermoso río
caminan hacia el mar,
deseando el normal reposo de su brío
en su raudo caminar.


  Míralas, aquí, entre los carrizales,
tan puras, tan plácidas,
pintando en sus débiles cristales
las riberas placenteras.

  Míralas allá que audaces y violentas
tus ojos amedrentan;
y encrestándose se elevan presurosas...
y en las peñas se revientan.

  Quédate, querida Inés, en la ribera,        
quédate entre estas flores;
que no extinga tu joven primavera
el sofoco de pasiones.

  Ángel de la inocencia yo te quiero...,
dispersa estas fantasías.
Deliciosa criatura, yo te adoro...
Aunque tú  no me quieras.

  No, no sujetes tus vanidosas ilusiones
sobre mi fogoso seno.             
Teme el afligido arrebato de mis pasiones
y su escondido veneno.

  Todas las pasiones que mi pecho quema    
son rayos aniquiladores.             
Destruye de mi espíritu todo lo que ama;
solo infunde males.


  Padezca yo solo, y tú, mi fiel amiga
extingue en paz el lamento;
que tu voz enamore el sueño de mi vida
como un celestial canto,

  y descanse tu fantasía con mis temores
tan hundida en mi pecho,
que alcance la virtud llenar de flores
para ambos un lecho.

  Guardémonos, mi bien, en la espesura
que este valle esconde,
lejos del mundo que con risa impura
a la inocencia ofende.

  No importa que oscuros y olvidados
nos rechace el pueblo,
si nos sentimos cerca y nos amamos
comos ángeles del cielo.

   Cruzarán cual sombras las emociones,
y luego, en otros momentos,   
percibiré miles de  palpitaciones...,
¡jamás remordimientos!

  Y obteniendo al fin de ti una mirada
mi breve presencia,
Gritaré: “Felicidad... llegó la alborada,    
o era la inocencia.”

De mi libro "Remembranzas del Alhama"
    ERA UN DÍA DE ABRIL

  Era un día de abril de pausados vientos,
y una suave lluvia rimaba sus vuelos,
iban cantos vagos y suaves suspiros
entre los gorjeos de alegres jilgueros.

  Sobre los ramajes allí en los jardines
varios ruiseñores trinos repetían,
y con sus alegres y sedosos trajes
allí en los parrales rosas parecían.

  Entre los trenzados parrales y uvas
junto a los ramajes  Baco se asomaba,
y como un efebo de carnes rosadas
sus mejillas rojas lascivo mostraba.

  ¡Ay quien de sus vinos y mostos bebiere!
¡Ay quien de sus bailes y cantos fiare!
con sus grandes ojos y su enorme vientre
el divino Baco de risa se muere.                                        

  Sus perversos ojos azules son bellos;
cuando ríe lanza extrañas miradas;
asoma en sus ojos dos certeros dardos
y entre copas baila malignas pavanas.

  Es noche de fiesta, es noche de bailes,
y en su gloria lleva mil triunfos mundanos,
y el divino Baco cargado de encajes
flores mil destroza con sus tersas manos.


  Con su airada risa parece una flauta
con su alegre canto a un jilguero iguala,
y a las locas fugas de una serenata
una bailarina baila que te baila; 

  y entre los trenzados parrales y uvas
un día de abril de pausado viento,
a la fina brisa llena en melodías
dulces ruiseñores con su alegre canto.


De mi libro "Remembranzas del Alhama"

domingo, 13 de noviembre de 2011

                EL RÍO ALHAMA Y SU VALLE 
 
 Cuando salíamos de la escuela, nuestro lugar preferido estaba en el río, en las refrescantes aguas del Alhama, todo acontecía al rededor de él y de sus orillas, allí los niños de aquella época (años del 50 al 60) sabíamos disfrutar de la naturaleza y vivir con la  naturaleza, haciéndonos  parte de ella; nuestros juegos estaban en verano  allí, entre mariposas, libélulas y renacuajos.
 Conocíamos infinidad de juegos que no costaban dinero, sabíamos entretener el tiempo y ya desde los diez años ayudábamos a nuestros padres en las tareas del campo; nos criábamos como los galgos, ágiles, delgados y con sentido común a pesar de nuestra corta edad. Los jóvenes de hoy son otra historia, para divertirse tienen que gastar mucho dinero y aún así se aburren. ¡Qué de prisa hemos cambiado y qué cambio hemos dado!
        “Asomados en el puente sobre el río, nos   sentíamos   temblar frente a sus aguas”.                                   
   El Alhama discurría tembloroso con su carga de reverberos; yo le contemplaba desde el puente sintiendo su caminar imborrable.
  Sonríenos, querido valle, sonríenos sin miedo; aún existen personas que
 sueñan con tu sonrisa; refléjanos, querido río, aún quedan sujetos  que se  miran en  tu espejo. 
  La muerte no se llevó a nuestros seres sino que nos los guarda, y los tiene presentes en nuestro recuerdo.
  Cuando el sol cruza tu valle, las cosas buenas resurgen y el hombre empieza a percibir tu sabiduría.
  Tú eres algo más que un valle y su río; eres la verdadera esencia por la que nosotros los hombres percibimos el alma eterna.
  Cuando mi voz calle, mi corazón te seguirá queriendo y amando sin  lamentarse; siempre estará alegre.
  Tu mirar es símbolo de la bondad; por muy largo que sea el temporal, el sol 
en ti siempre ha de brillar colándose por entre las oscuras nubes.

  Querido valle:
  Que siempre esparzas e irradies tu pureza, tu optimismo y tu alegría, para que
sigamos junto a ti; para que nunca perdamos las  virtudes que  tú nos diste  y
que con ellas nos has ennoblecido.  
  Que siempre haya en ti días cálidos y noches de ánimo.
  Que siempre tengas luna llena en las noches oscuras.
  Que tus caminos siempre se abran como si se abriera una puerta.
  Que las montañas Celtíberas te den su luz y te abracen.
  Que tu corazón esté tan ligero como el aura del amanecer.
  Que el camino que andemos sea llano y seguro y que el viento
refresque tus buenas acciones.
  Que así sea por siempre; gracias por parirnos.

viernes, 11 de noviembre de 2011

            ATARDECER EN EL ALHAMA

Cuando el sol se oculta entre las montañas queda una sensación de languidez y de tristeza después de habernos obsequiado con un dorado día lleno de luz en el secular valle del Alhama.
No obstante la noche se presenta tranquila y fresca a orillas del río  después de un día cálido de verano.
Aquí junio ya nos ofrece días muy veraniegos con alegres amaneceres, el día nos invita a pasear a la sombra de sus frondosas choperas, y los atardeceres son muy arrebolados.
Hasta muy entrado octubre dura el verano, montado ya en el otoño; las mañanas suelen ser muy aguadas, con mucho rocío sobretodo en el valle, la montaña se ha quedado muy seca y le costará revivir su floresta, las tardes siguen siendo muy arreboladas y agradables.
El otoño es muy corto y por eso los frutos se han de recoger con premura, antes de que lleguen los fríos, el día acorta muy de prisa y el invierno se adueña del otoño muy rápidamente, este se hace largo durando hasta abril o mayo.
El invierno es frío y seco en la montaña con vientos cierzos heladores, y  frío y húmedo en el valle, con nieblas muy persistentes, las tardes son grises y las noches muy largas.
Los moradores del valle saben muy bien guardarse del intenso invierno, antes, han acumulado leña y víveres como lo hacían sus ancestros.
La primavera llega muy entrado el mes de abril con infinidad de flores tanto en el valle como en la montaña, y al son de su canturreante río llegan los alegres gorjeos de sus pajarillos; los atardeceres son agradables y bellos.
Aquí la primavera y el otoño pasan de puntillas; el verano se hace largo, y el invierno más largo todavía.
El clima en el valle del Alhama ha cambiado muy de prisa igual que han cambiado sus habitantes, igual que ha cambiado su forma de vida y lo mismo que está cambiando su paisaje.

 Antes había cuatro estaciones, los veranos sofocantes, inviernos de grandes nevadas, preciosas primaveras y largos otoños...,
en el campo se oían las jotas, se veía la gente se disfrutaba de lo que Díos nos ofrecía; hoy apenas trabajan el campo cuatro jubilados cansados de vivir,  juventud no queda y la que queda emigra a la ciudad.
Hoy la vida en el pueblo es parecida a la ciudad pero a lo chico, hay calefacción, hay cocinas modernas, se va a la compra y por las tardes se sale de paseo; el campo esta lleco por que no hay quien lo cuide, la hermosa vega que hay en el valle está perdida en un noventa por ciento, se plantan árboles que no necesiten cuidados y se dejan a su albedrío, pues no hay manos que los cuiden; y en contraste se hacen hermosas carreteras, grandes piscinas, hermosos frontones y se canaliza un río que no se canalizó cuando sus cientos de habitantes sufrían sus envestidas traicioneras que tanto les hicieron sufrir, se hacen hermosas pasarelas, bonitos paseos y vías verdes y por si fuera poco se arreglan calles, se ponen depuradoras, se limpia el río, se hacen nuevas acometidas de agua y luz, se sanea el pueblo, se arreglan iglesias y ermitas... yo me pregunto, ¡Dios mío cuanto ha cambiado mi pueblo! ¡Si pudieran verlo todos aquellos que tanto trabajaron y no disfrutaron de otra manera que no fuese trabajando!
Y no solo ha cambiado el pueblo, han cambiado sus habitantes, ha cambiado su clima, ha cambiado su floresta, ha cambiado todo, por cambiar ha cambiado hasta la manera de ser y pensar de las personas, haciéndonos más duras ante las adversidades, y más indulgentes ante las desdichas.