miércoles, 31 de diciembre de 2014


CARIÑO...

Pon tu cuerpo junto al mio
y ven, niña, por mi lugar,
que hoy vamos a madrugar
para pasear cerca del río.


Quita de allí murallas,
pondré en los campos alfombras
y gozarás de las sombras
que hay cerca de esas playas.

Ya verás que placentero
es un paseo en mi yegua,
sentirás cantar el agua
desde aquel apuesto cerro.

Quisiera escuchar atento
a tu esbeltez seductora
más que la espiga en la aurora
cimbreada por el viento.


Más pronto, estarás querida
dentro de mi alma abatida,
si no quieres que mi vida
sea triste, mustia y dolorida.

Tus labios son más rosados
que las frutas del Alhama,
son amorosos mi dama;
frescos, alegres y osados.


Tu cariño es mi comienzo,
tu soberbia es mi verdugo,
más venenosa que el musgo,
aunque yo no me avergüenzo.


Que diferencia hay, bien mío
al viajar nuestra existencia,
tú en tranquila complacencia
yo en bullicioso desvarío.

res la flor más galana

que de colores se viste,
yo soy la cosa más triste
que se agita en la mañana.


Tú eres la feliz calandria
que canta alegre y dichosa,
yo soy un ave misteriosa
que llegó de Alejandría.

Hoy mi vida tiene dudas

que ocultan mis pretensiones,
muchas nieblas y visiones
en las montañas desnudas.

Llanto lleva mi tristeza

que vuela cansadamente
como salen lentamente
las flores de la corteza. 

 
Sin embargo en mi alborozo
en mi angustia y mi agonía
conservo un santo, amada mía,
que es mi paraíso y mi gozo.

Y te suplico por piedad
que escuches lo que te digo
y vente a vivir conmigo
con mi amor y mi soledad.


Logroño, Navidad 2014

Banderas, himnos y escudos de nuestra Historia

lunes, 15 de diciembre de 2014

La navidad me trae un nuevo hijo, "REFLEJOS DEL PASADO" (PROSA Y VERSO) es el título de mi octavo lbro, quinto de poesía, espero que tenga buena acogida, pues he puesto mucho empeño tanto en la prosa como en el verso y he intentado reflejar los viejos tiempos con los recuerdos que conservo y las vivencias obtenidas. Se que gustará, y espero que seáis benevolentes conmigo si no es así.
Me gusta ·  · 

lunes, 1 de diciembre de 2014


         XXVII

EL APACIBLE VALLE

En el apacible valle

del Alhama designado,

florece la inmortal villa

patria del afortunado.

Al abrigo de una peña

donde se juntan los siglos,

se asienta esta humilde villa

gloria de nuestros sigilos.

 
Inestrillas es su nombre

de razón siempre colmada,

alguna villa soberbia

debiera siempre ensalzarla.


Son del apacible Alhama

sus aguas claras delirios,

baños de tranquilos muros

celtíberos y patricios.


Donde la frondosa grama

da a la oveja fresco pasto,

en el valle más alegre

donde nace y crece el campo.

Donde los trigos dorados

los va agitando el solano,

cantan los grillos violines

repitiéndose en su canto.


Donde la abeja volando

de flor en flor va chupando,

mil flores le abren su seno

fundiéndose en un abrazo.

Ese es mi pueblo señores

pueblo de luz y de canto.







miércoles, 26 de noviembre de 2014


NACER PROBE
            (Con el acento de mi lugar) 
   
Son paridos en las camas zarraposas
y vienen arruinaus como los gatos,
en jergón espachurrau llenau de pulgas
o en un rincón entre apestosos trapos.

Dispués en un capazo plagau de moscas
con chupete mugriento, agriao y desliñau.
aprendiendo que si no lloras no mamas
la vida es más probe si no está encariñau.

Permaneciendo cayaus horas y horas,
se chupan las patitas esperando
que la madre de los jugos de sus tetas
con sabor a requesón aderezado.


En cuanto aprienden a gatiar son animaos

a rimase a los balcones y a los patios,
y se crían lamiaus por perros y por gatos
y chupando mierda van hacia los charcos.


Yen cuanto aprienden a patial solicos
y se aguantan en los lomos de los asnos,
los entrenan pa mandal de jornaleros
pa ganasen pal pan y pa los trapos.

Anda amante trairme el pan y el tinto vino
que tu padre tie queise a caval el campo,
nosea que al guelvel a medio del camino
tenga yo que dil a comel con un sopapo.


Pá juegar en la vida nuhay momento,
de cuando en cuando el zagal sace violento
y por rodial por los campos sace lento,
y así se arma la de Dios en el momento.

      
Logroño, 21 de noviembre de 2014

ENTRE MONEGRO Y LAS ESTRELLAS

Mi padre además de dedicarse al campo, también era apicultor; en la primavera, cuando tenía que visitar las colmenas, madrugábamos mucho para estar ante ellas antes de amanecer, de esta manera las cogíamos dormidas y podíamos encerrarlas para trasladarlas de lugar. Monegro, es una montaña trascendental para la gente de aquellos pueblos, allí en esa montaña se dan las flores mas hermosas y melosas de aquellas latitudes, la mejor leña, la mejor caza y los mejores hongos, sin contar la extraordinaria vida natural que se puede hacer allí.

Desde lo alto de Monegro puedes ver infinidad de montañas, valles y llanos a tus pies, es la atalaya mas amable de aquellas tierras, por eso se le tiene tanto afecto y simpatía.

Cuando me encontraba en compañía de mi padre en la montaña y al ser aún de noche, me gustaba tumbarme boca-arriba para contemplar las estrellas, que hermosura de firmamento, intentaba descubrir lo que había en esas alturas y cuando amanecía veía el nacimiento del día y la salida del sol, ¡todo un espectáculo! Siempre me he preguntado por qué el Creador hizo cosas tan hermosas y los hombres nos dedicamos a combatirlas he intentamos destruirlas. ¿Cómo podemos ser tan dañinos? El firmamento es algo que al humano siempre nos ha llenado de fascinación, observar las estrellas en una noche serena y a esa altitud, es algo maravilloso.

Cuando has terminado la jornada y bajas de la montaña al valle, te quedas mirándola y piensas..., qué hermosa eres y qué pequeño soy aquí abajo, ¡pronto volveré!

sábado, 8 de noviembre de 2014




REFLEXIONANDO

(con acento de mi lugar)

Pueblo quial amodorrar
vuestras
pupilas resecas
solís cerrar la mollera
con
los recuerdos diátrás:
C
uando al mustio corazón
me lo retuerce el destino
y sin norte en el camino
pierde el rumbo y voluntá
en mi memoria te subes
pa señalame el camino.

Penetré ala
tranquila casa
ande mis sueños nacieron;
la casa ande se ajuntaron
mis afetos más sinceros;
la güerta enque vi maduros
sembraus tos mis deseos;
el pilón verde y sereno
que quitó siempre mi sé,
la lumbre ande achicharré
tos mis arrimaeros.

Fuiste olor inestrillero
de la primavera aldiana;
fuistes la novia serrana
que rondé en la ventana.
Rodiado de larga faja
mentré a tu casa a vivíl
l
a guitarra aguantó allí
mil arrullos cachazudos,
fueron
tragos cojonudos
pal aldiano quihay en mí.

Y ahura que nuhay en mi vida
los dolores de querencia,
llevo luto por tu ausencia
y tengo lalma jodida;
ya pechugando la vida

llevo a cuestas esta crus,
y sin levantar el testús
voy andando a paso lento,
yen las noches yo tencuentro
como luciérnaga sin lus.


Inestrillas, 29 de octubre de 2014

viernes, 7 de noviembre de 2014



UN HUERTO PRODIGIOSO
Prodigioso huerto, mil flores florecen.
Margaritas, lirios..., en mi jardín crecen.
Muy apasionado las vi bellas, y en ellas,
brotaron con gracia rosas como estrellas.

Y voy por la calle cantando este encanto
y gozoso alterno sonrisas y canto
y en ese prodigio de mi encantamiento
se llenan de aromas las alas del viento.

Susurran al verme la gente que pasa:
“¿Lo veis que contento? ¿Sabéis que le pasa?
¡Dicen que en su huerto han nacido rosas
y son de colores como mariposas!”

Estas pobres gentes nunca me comprenden
¿Si en mi huerto crecen, porqué no lo entienden?
sólo nacen rosas, sólo, en los rosales
y las amapolas allí en los trigales.

Mi huerto cultivo con color y formas,
y en él solo admito caprichosas normas
y cuando me dicen que planto ternura
de inmediato piensan en mi sepultura,

y me llaman loco, loco de remate
que me encierren pronto o me den garrote,
y encima la puerta pongan un cartel
que diga a la gente la locura de él.

Cantaré mis rimas, cantaré a mis flores,
cantaré a las rosas y a los ruiseñores.
¡Y toda mi estancia llenaré de esencia
con inmensos ramos llenos de fragancia!

Logroño, 20 de octubre de 2014

RETRATO
El donaire más casto y primoroso
se refleja en tu semblante juvenil,
eres hada dichosa, eres hermoso
jardín, colgante de un celeste pensil.

Es tu densa y sedosa pelambrera
una gran cascada de rizos de oro,
pelo para una reina que valiera
lo que vale ese dorado tesoro.

Tus ojos son zafiros muy hermosos,
que resplandecen tu cara angelical,
y tus hermosos labios son tan rojos
que son como el más delicado coral.

Tus manos primorosas mariposas
son piropos repujados en marfil,
y dos rosas son tus frescas mejillas
que abrieron las puertas de mayo y de abril.

Mi porte es huraño, bruto e imperfecto
y no puedo expresarme en mi rudeza,
lo que vale un semblante tan perfecto
lleno de celestial poesía y belleza.


Logroño, 4 de noviembre de 2014

jueves, 16 de octubre de 2014


UN DÍA LLENO DE RECUERDOS (relato)
Esta tarde la destiné a caminar
las solitarias calles de mi pueblo,
acompañado por el atardecer
que es el único amigo con que cuento.
Todo sigue como siempre, el invierno
y el manto nebuloso de la bruma
con su apagada capa de tristeza
ha invadido nuestra querida huerta,
y el verano ha sofocado el valle,
(me dicen los labradores del campo).


Creed que nunca pensé por un instante
ver tan sola esta querida tierra mía,
pero ahora que vuelvo no comprendo
como pudo quedar tan desvalida.
No ha cambiado nada, ni sus casas,
ni sus calles, ni tampoco la alameda.

Todo está como siempre; los gorriones
en los tejados chicheando a sus hembras;
los caracoles comiendo las hierbas;
y el musgo sigue en las húmedas piedras.

No hay que dudar de que este es el reino
del cielo azul y las montañas frescas,
en donde todo tiene sus colores
e igualmente su plácida leyenda,
y hasta en la propia noche distingo
la afectuosa mirada de la abuela.

Así fueron los sucesos notables
que presencié en mi primera juventud;
el correo de las dos llega a la plaza,
el alguacil llamando con la gaita
el mercader vocea su mercadería
y al rosario a rezar el ave María;
después los juegos, también las correrías.

Algo de mí me dice que la vida
es únicamente una gran fantasía;
una ilusión, una nube viajera,
un sueño sin límite ni ribera.
Aunque si digo bien, no se que digo,
pues la emoción me llena la cabeza,
me rompe el corazón cuando suspiro.

Cuando ya es la hora de los que rezan
al corral vuelven las tercas ovejas, 
una tras otra, como marejada
llena de olas que rebosan la playa,
y cuando me senté en la alameda
que alimenta al ganado en primavera,
sentí las baladas, dormí la siesta.
Seguí el viaje como sigue la vida,
pasé al lado del antiguo molino,
me detuve en frente del cementerio
y recé, y recordé a mis seres muertos,
y observé la luna en mi cabeza
sin distinguir ninguna diferencia,
como entonces aún, llena de belleza;

Ahora percibo como me envuelve
el entrañable olor de las violetas
los aromas del rosal y azucenas
las que curan la tos y la tristeza.
¡Pero el tiempo lo ha borrado todo
como borran las olas en la arena!


Inestrillas, octubre de 2014

sábado, 4 de octubre de 2014


ROMANCE (A la Reina del Alhama)


Allí en el fértil y risueño valle,
donde el Alhama es débil todavía
juega en su sencillez la regia huerta
acompañando al Ebro en su partida;
allí se alza la sierra de Alcarama
que acompaña siempre al valle deseado,
por millares de siglos flagelado
de los duros vientos cierzo y solano,
que altivo y majestuoso levantado
da a Monegro y Moncayo la mano.

Allí donde el Alhama murmurante
bamboleara los frutos del manzano,
y el racimo del cerezo más brillante
                            
son perlas del trabajador riojano.

Allí fueron donde por vez primera
un extraño temblor desconocido,
bullicioso, agitado y sorprendido
mi desbocado corazón sintiera.

Inquieta fue mi niñez, paz y calma,
no quise pensar nada en ese instante,
mi pecho se encontraba palpitante
por el tierno desaliento de mi alma.

Era el amor más sereno e inocente,
destello del amanecer reciente,
apenas galanteo de aquel devaneo
del pensamiento inmaduro del niño;
no era el insaciable fuego del deseo,
sino el alegre brillo de cariño.

Yo te miré una vez Madre querida,
despertando de aquel ensueño blando
de las primeras horas de la vida:
fuiste la azucena cual el destino
me puso ingenuamente en tu camino
recibiendo tus pétalos temblando,
las caricias del aura bullidora
y el cáliz dulce en que guardas tus penas...

Cuando fijaste en mi larga mirada
de santa devoción tus dulces ojos,
apartaste tu frente nacarada
teñida de carmín por los sonrojos;
tu cara se agitó por un momento,
mis labios suspiraron del contento.

También me amó. Nunca yo amado había;
¿Cómo este ensalzamiento no conocía?
Nuestros ojos fervientes se encontraron,
nuestras almas piadosas se acercaron
con el lazo mágico que preside
el destino entre las sombras del mundo,
y aquella gracia de vivir decide
romperla sin un indulto profundo.


Pero el amor es fruto delicado
que el viento limpio de la gracia quiere,
y cuando el dolor del cierzo es helado
llega a su cara, se congela y muere.

¿No es verdad? ¿no es verdad Madre del Prado?
¿por qué tan raudo el desazón salvaje 
Nos apartó de la piedad que había?
¿Porqué tan pronto yo la noche traje?
¡La negra noche llegó al morir el día!


¡Honrada Madre! Entonces ignorabas
y yo también, lo que domina al mundo,
la !Ambición! Y ciega no estimabas
que es felonía, usura, pecado inmundo,
y que tu ánima casta y sin mancilla
que amó como las vírgenes sólo aman
con amor intenso, y con fe sencilla,
iba a hallarse sola y sin defensa
del odio y la maldad en la tierra mía.


Querida Madre: En los días inocentes
de nuestro amor, una sola mirada
fue la dicha de los castos placeres
de nuestro corazón ante la duda,
la sosegada y callada
franqueza,
la fe en lo venidero y la confianza.


Cuantas veces en noches silenciosas
contemplábamos juntos las estrellas
guiñando de la bóveda celeste,
como si nuestro amor gozara de ellas;
o con el resplandor favorecedor
de la fascinadora luna como
si fuera dicha y plácido testigo,
o con las dulces brisas balsámicas
nuestros placeres en que confiábamos

fueran suspiros y palabras breves.
Hoy sabes por qué sufrí Virgen María,
pues tú sentiste mi fervor presente
y el desamor revuelve su pena fría
con los placeres en la copa ardiente,
la turbación, la sombría indiferencia,

y hasta en mi consiguió el odio impío
el antes cielo azul de la existencia
convertirme en un hombre triste y sombrío,
y los celos también..., duda maldita
que de tristeza eterna el alma llena,
la corrompe, la ensucia y la envenena
y en la trampa fatal la precipita.

Pasó mucho tiempo. Mustios seguimos
en el mandato cruel del azar fiero,
opuestas sendas caminando fuimos
sin amparo ni afán... Y bien, Señora,
¿Podremos sin rubor mirarnos ahora?
¡Que guapa ha quedado la Virgen bella!
Tal vez la seducción marcó su huella.

Yo..., estoy tranquilo Madre querida:
Del dolor, los terribles vendavales
pronto surgieron azotando el alma;
las tormentas fueron descomunales...
pero hoy gracias, volvió a esa la calma.

Prosigamos Madre nuestro camino.
¿Donde ir?... El destino no sabemos,
¿Sabemos acaso cual es nuestro sino?
Hoy como siempre a ciegas andamos,
ya que ni una luz de esperanza vemos,
con nuestras dudas y penas marchamos.  
                                                             
Hoy comparecemos a tus pies
Madre querida del Prado,
a reposar nuestras edades,
a refugiarnos en tu manto
y a pedirte que nunca olvides
lo que de Vos siempre esperamos.


                                       Inestrillas, septiembre de 2014