domingo, 14 de junio de 2020

SALUDO A LA MADRE DEL PRADO

Hoy, hemos vuelto para memorar
los alegres momentos vividos
contigo y los amigos queridos,
con cantos bulliciosos y atrevidos
que felices vivimos en este lugar...


Querida Madre del Prado:
Un año más rememoramos y cumplimos con nuestro afecto y nuestra estima como hijos de Vos.
Una primavera más para el recuerdo y para desearte lo mejor de nosotros, lo mejor de nuestro ser.

¡Querida Madre del Prado!
Hoy mi carta no es un poema, ni una epístola de agradecimiento, hoy es un escrito para decirte lo triste y solo que está el pueblo.

Quiero decirte que si Tú no lo remedias tu pueblo pronto dejará de existir; pues…, ya se fueron los fundadores de nuestra Asociación y con ellos se fueron muchos, muchos de tus hijos que con su interés y tesón, forjaron esta Asociación. “Amigos de la Virgen del Prado”
se creó para cuidar de ti de tu casa y de tu gente, pero ya sólo quedamos unos pocos viejos y cansados.

Te suplicamos, hagas lo posible para que de alguna manera llegue nueva semilla que germine y ayude a prosperar a este pueblo, tu pueblo.

¡Cuantos recuerdos nos trae esta casa…,! Recuerdo…, no hace muchos años, no cabíamos en la ermita ni en sus alrededores. Los aledaños estaban llenos de caballerías que habían traído a tus hijos hasta esta casa…, familias completas, parejas de novios y gente forastera se apiñaban a tu alrededor.

La alegría era desbordante desde días antes a la romería, la novena era fluida, cálida y animosa, y el día anterior a la festividad éramos muchos los que te cantábamos la aurora y rezábamos el rosario al amanecer. La subida del camino por la barranquera era una procesión inacabable, días antes los hombres del pueblo lo habían arreglado con gran interés, aunque este se hiciera a reo-vecino.

Los años van pasando y los recuerdos se conservan y acumulan latiendo en nosotros, dejándonos, un gran vacío, pues faltan aquellos seres entrañables que poco a poco nos han ido dejando; hoy apenas llenamos tu casa, nos encontramos muy solos…, tan solos, que pronto si Tú no lo remedias dejaremos de subir a esta entrañable morada, tu pueblo está agotado y no nace ni crece la fresca juventud que es quien siempre da vida. Así, que…, una vez más te pedimos ayuda, para que el pueblo, tu pueblo, no muera.

Nosotros, poco a poco vamos dejando tu hogar en perfectas condiciones de habitabilidad por si con tu ayuda las cosas cambian y volvemos a encontrarnos como en años precedentes; contempla nuestro esfuerzo y ten seguro que no escatimaremos nada para que este lugar querido y amado siga siendo, tu casa, nuestra casa.

Hoy, lucen los frescos de la bóveda restauradas pinturas, son nuestra última aportación a tan loado lugar, hoy, te entregamos este nuevo ajuar.

Cuando los recuerdos afloran, los ojos se humedecen, cuando la memoria se manifiesta, las lágrimas aparecen, y es así como nos damos cuenta de lo poco que nos queda y de lo mucho que hemos perdido.

Este año, se nos ha ido el último fundador de esta Asociación, Asociación que se creó para ofrecerte lo mejor que sabemos hacer, “cuidar vuestra morada y cuidar de Vos”. Como dije al principio todos los fundadores de tan querida Asociación se han ido, los que quedamos, solo te pedimos que cuides de ellos porque fueron grandes ejemplos de tu pueblo.

Estos momentos que siempre fueron de ilusión y de alegría, se transforman en momentos de tristes recuerdos, pues los pocos que hoy te acompañamos, somos parte de los muchos que se fueron, de aquellos que animaron y ensalzaron esta tierra, tu habitáculo y tu imagen.

¡Ojalá el próximo año pueda decirte…, gracias Madre por seguir pariendo y amamantando a tu pueblo! ¡Gracias por habernos escuchado!

Reina del Prado y de la Montaña,
Tú que nos acompañas cada día,
en esta alegre y plácida mañana
te deseamos ¡Felicidad y alegría!



En la ermita del Prado, a 30 de mayo del año 2020



Esta es la carta que iba a entregar a nuestra Madre del Prado que debido a la “epidemia” no ha podido ser, por todo ello, queda pendiente para el 20 de agosto, si tampoco fuera posible quedaría pendiente para el próximo año, siempre que esta maldita epidemia nos deje y la Virgen del Prado nos lo permita.
¡¡SALVA A TU PUEBLO, VIRGEN MÍA!!

Flor del Prado de mi pueblo; Virgen santa entre las santas;
yo he venido muchas veces a postrarme ante tus plantas
y he cantado las endechas con mi violín trovador;
siempre mis reflexiones te han rendido vasallaje,
hoy, Señora, mi pueblo te dedica este mensaje
y te entrega humildemente lo más puro de su amor.

¡Patrona sois de Inestrillas!; y recuerdo con cariño,
con ternuras indecibles, de aquel día cuando niño,
a tu ermita me llevaron y tu imagen contemplé;
y recuerdo que la madre de mi vida me ordenaba:
-Reza y pide ser bueno-, y yo, Virgen, te cantaba
la canción sana e inocente de mi limpia y sana fe.

Desde entonces yo te quiero como pájaro a su nido;
como perla ama su concha, la guitarra su sonido,
el soldado su bandera y el poema el trovador;
y te sigo dedicando mis estimas y quereres,
porque vi que Tú Madre la más piadosa y buena eres
al saber que no hay engaño en la nobleza de tu amor.

Y si me separare de Ti, alguna vez Señora,
deslizado por los vientos con su furia arrolladora
que dejaron en mis ojos las sombras en el capuz,
fuiste Tú la compasiva, que custodiaste mi alma
con furia de mis sentidos, diste paz y diste calma
y a mi juicio devolviste su perdida hermosa luz.

¡Que en las horas de congoja, de fatal melancolía,
eres luz de la esperanza, y eres faro y eres guía,
y eres costa salvadora del que náufrago se ve;
y le abrigas y le curas las heridas de su pecho,
que está mustio y dolorido, y sangrando está y deshecho,
y le ayudas con clemencia y con consuelos de la fe!

¿Cómo pues, Virgen excelsa de mi Prado no adorarte
y por Madre, la más buena bendecirte y aclamarte
y ofrecerte con mi viola la más lúcida canción,
si del seductor aroma de tus célticos favores,
de la miel sabrosa y grata de tus cálidos amores
que aprisionan y encadenan, está lleno el corazón?

¿Cómo Reina, en este día Inestrillas considera
-que te quiere y que te ama, que rendida te venera-
tributarte su homenaje más ardiente y más cordial,
yo, que sabes que te adoro, Virgen mía, desde niño,
no dejar en tus altares, con fervor y con cariño,
la sencilla, humilde ofrenda de mi espíritu inmortal?

Que te ofrezcan mis hermanos de la tierra los tesoros,
y las músicas sublimes de los órganos sonoros,
con cánticos respetables de la más alta estimación;
que derramen en tu trono azucenas, lirios, rosas,
y te cubran, Sol del Prado, con túnicas primorosas
que te envuelven en una aureola de celeste radiación.

Yo no tengo más fortunas, ni tampoco más preseas
que las míseras y pobres del caudal de mis ideas…
y esta vida oscura y pobre que de tu Hijo recibí.
Todo, Madre, te lo ofrezco con la fe más honda y pura,
y será eterno mi gozo, será eterna mi ventura
si algo encuentras que te plazca que sea digno de Ti.

Pero a cambio de mi vida, te pido no seas extraña
con mi pueblo que es el pueblo más querido de tu entraña,
y es el hijo más amado de tu amante corazón…
A los pies de tus altares, arrodillado te ruego
que en tu magno pecho animes el ardiente y santo fuego
de su excelsa fe cristiana, que fue siempre su blasón.

Hoy, Flor galana de mi Prado, va mi nave a la deriva;
pero tú harás, mi Virgen, indulgente y compasiva,
que se salve de las olas que la quieren envolver;
porque sé que para ella fuiste siempre luz de faro
que amorosa la condujo a feliz, seguro amparo
y trocó sus infortunios en dulcísimo placer.

Y has de hacerlo; porque aquí, a pesar de los pesares,
te consagran como antaño, sus cariños y pensares
y su fe en Ti, Virgen mía, se agiganta más y más;
esa ardiente fe inefable, venerable, noble, augusta,
que, del odio intransigente, ni se aleja ni se asusta
por mantener la confianza de que Tú la salvarás.

¿Cómo siendo Tú Madre, entre madres la más buena,
y de amor y de ternura tu alma toda hallarse llena
no salvar a tu pueblo del peligro en que ahora se ve?
Ya que eres Reina adorada, tu favor divino imploro,
sé que nunca quieres perder de Inestrillas su tesoro
del caudal inagotable de sus creencias y su fe...

Flor del Prado de mi pueblo; Virgen santa entre las santas;
yo he venido muchas veces a postrarme ante tus plantas
en mis horas de alegría y en mis horas de dolor;
y siempre te he ofrecido pleitesía y vasallaje
al rendirte en este día Inestrillas su homenaje,
y…,yo te rezo y te canto las endechas de mi amor.

¡Muchas felicidades…!

Ricardo Lalinde López


Inestrillas, 30 de mayo de 2020 -festividad de Nuestra Señora la Virgen del Prado-





ESPAÑA AMENAZADA

Pueblo con llanto profundo
vislumbrando voy tu agonía;
ya llega la fecha y el día
de la redención del mundo.

Diría se oye el concierto
con la más honda tristeza;
hasta la naturaleza
parece que toca a muerto

Miedo da ver la nación
acompañada de cinismos,
pronto rompiendo veremos
a esta hermosa creación.

Y ya sin más dilación
ante este acontecimiento
veremos gran movimiento
por destrozar esta unión.

Españoles, todos juntos
debemos salvar España
de esta triste campaña
que nos va a llenar de lutos.

No se merece este trato
este gran pueblo y tan noble
seamos un pueblo amable
que lleve a unirnos tanto.

¡No hay juristas españoles
honestos y bien plantados,
que arreglen desaguisados
creados por los desleales…,

entre la tumba y el mundo
hay un poder más honesto
que es el rey Felipe sexto
y el pueblo con él es rotundo.