lunes, 30 de diciembre de 2013


A VECES…, SOLO A VECES

A veces, acaricio mi cara llena de penas.
A veces…, siento desdichas extrañas.
A veces, oigo cantos de magnos poetas.
Sólo a veces, veo volar los cometas
con muchos colores dando mil volteretas.

A veces, observo el brillo de las estrellas,
vagando en solitario, buscando quizás 
el silencio para ir a dormir con ellas.
A veces, busco asilo entre lindas azucenas
que se mezclan entre otras flores traviesas.

A veces…, a veces, las horas son lentas
los días son largos, las noches eternas,
en pos de mi se van cerrando las puertas
y busco amparo entre largas cadenas,
a veces, delgadas, otras veces, gruesas.

A veces…, hallo paz entre fórmulas viejas,
soy alguien entre tantas protestas,
en el alboroto, soy armonía y cadencias,
soy concordia, conformidad y abstinencias,
en el sosiego, soy quietud y avenencias.
A veces…, hay veces, que siento pena.
A veces…, hay veces, que la alegría me llena

Logroño, 30 de abril de 2013





















viernes, 27 de diciembre de 2013

CANTO DE AMOR Y ESPERANZA

Una nube de cuervos vuela hacia el Oeste.
Llevan cantos milenarios de un mundo agreste.
Se matan unos a otros en el extremo Oriente.

La tierra está dolida de desamor en el mundo,
de tanto dolor hay un presagio moribundo
que se sufre con angustia el dolor más profundo.

El Apocalipsis vuelve con sus verdugos.
Soplan pestes milenarias por ambos mundos.
Jinetes apocalípticos dejan sus rastros inmundos.

Son los verdugos que flagelarán la tierra.
Tan deshumanizada que en sombras se encierra.
Con lastimeros ayes y ruidos de guerra.

¡Oh Señor! Vuelve a nosotros tu misericordia.
Suene tu clarín que nos lleve a la gloría,
y tráenos el amor y la paz hasta la victoria.

Que tu caballo cabalgue sobre este mundo agreste.
Que tus clarines toquen la victoria sobre la peste.
Que tus banderas ondeen sobre el azul celeste. 

Logroño, 27 de diciembre de 2013

jueves, 26 de diciembre de 2013


FELIZ 2014






                                                        Que el reloj de la vida no se pare.
                                                        Que el Nuevo Año, buen año nos depare.
                                                        Que la concordia y el amor siempre more.       
                                                        Y que la felicidad en vuestra casa penetre.          

YO FUI AQUEL DE PLUMA BLANCA...

Yo fui aquel de pluma blanca en las manos,
de versos, rosas y alegres cantos profanos,
caballero andante de montes y de llanos,
potro sin freno en mis jóvenes años.
 
Fui el dueño de un jardín sin flores,
en él sembré rosas y alegres ruiseñores,
di canto a las flores y perfume a los cantores
y el jardín llené de alegres sensaciones.
 
Querido fui por todos durante mi infancia
y supe del calor que en mi casa había,
las rosas y claveles me dejaron su fragancia,
una fragancia alegre y de melancolía.
 
Tímidamente al mundo asomo
joven, viril, con ganas y gran aplomo,
iba embriagado de vida y de mí mismo
y no caí en las sombras de mi propio abismo.
 
Ahora en el ocaso y discreto paso por la vida,
en la hora crepuscular y de retirada merecida,
juzgo si mi alma fue por tanto alegre y atrevida,
alma joven entre el placer y la melancolía de la vida.

martes, 17 de diciembre de 2013

           ELEGÍA 

(Seis de agosto de 2005)

Del dos mil cinco es hoy seis de agosto,
desde lo más alto de Abuelas
contemplo un panorama angosto,
seco, viejo, duro y a la vez
maravilloso.

Desde estas alturas diviso a lo lejos
lugares que recuerdan mi juventud,
llenando poco a poco mis pensamientos
de tristeza, y a la vez, de profunda
gratitud.

Contemplo frente a mí a Monegro,
monte oscuro, en silencio y agazapado,
sus aledaños parecen garras de oso
que descansan en un silencio jocoso
en la pieza que ha atrapado.

El valle a mis pies se ve tranquilo
en silencio sepulcral y riguroso,
y Alcarama vigilante y suntuoso
parece crecerse mirando al cielo
misterioso.

Los recuerdos lejanos me dominan
cuando veo revividas mis vivencias,
los esfuerzos que de niños fueron proezas
hoy desde lo alto rememoro esas pequeñas
grandezas.

Contemplo el río en su marcha sinuosa
deslizarse lentamente entre roquedos,
y a su paso lento o raudo le acompañan
un sin fin de bosquecillos, olmos, chopos
blancos y negros.

Los buitres que a mí alrededor pululan
parece que jueguen al corro eterno,
con sus danzas y rituales primitivas
vuelan raudos como dardos disparados
desde el infierno.

Llevo impregnados los pies
de tomillo, espliego y romero,
su perfume me sacia, y añoro
aquellos momentos que viví
primero.


Inestrillas, 28 de agosto de 2005.  


De mi segundo libro de poemas.


ELEGÍA

(Cómo muere un pueblo)

¡Oh pueblo mío!, qué triste quedas,
un gran silencio va llenando tu quebranto
y lastimeros ayes gime el viento en tus moradas.
¡Quién ha visto en tus calles la alegría,
las sonrisas y los cantos en alegre algarabía
de los mozos y las mozas cada día!
Hoy triste y afligido te encuentras
porque tu gente está ausente o se ha ido
y solo quedan unos pocos afligidos.
Muchos volaron al cielo a ser aurora,
dejando al pueblo en el olvido
de este lugar triste que su ausencia llora.
Algunos se quedaron descansando en cruel espera
del inocente ser que nunca llega;
mientras, contemplan sonrientes ese amor que no prospera.
Ya no silba el viento, ni gruñe, ni suena,
ni el agua discurre como antes lo hacía,
ni la tierra es próspera ni amena,
ni el árbol saluda al nuevo día,
ni el sol brilla como siempre solía,
ni la luna en la noche cálida o fría.
El Alhama corre en raudal torrente
y a veces se detiene para oír el triste llanto
de álamos y cipreses que acompañan la corriente.
¡Algún día la rubia aurora entre nubes,
plácida asomará su alegre y radiante frente

llamando al día para darnos sus alegres albores!.

viernes, 6 de diciembre de 2013


HISTORIA DE UN SOÑADOR

Soy un soñador de noche y de día,

un peregrino en pos de la melodía;

un corazón que late con alegría

por caminos de amor llenos de poesía.


Voy buscando afecto y un abrazo

que me arrulle en la tristeza que me guía

por caminos de esta tierra pura mía.

Soy un soñador dormido en tu regazo.


Tan solo un romántico que busca amor

al umbral de una espera transparente

y entre versos que abriga el recuerdo.


Eso soy..., dos ojos para el fervor,

hecho con el dolor de tanta pasión

y de tanto recuerdo inmaculado.