miércoles, 25 de julio de 2012

        RECORDANDO A DON EUSEBIO MAJUELO  

¡Cuántas veces me viene a la memoria su alegre sonrisa, sus festivas gracias, sus ricas y entretenidas conversaciones! ¡Cuántas sus conceptos briosos, aquellos divinos consejos que nos formaron el corazón y nos introdujeron al templo de la virtud y la filosofía ¡Oh, querido Eusebio!, a ti solo debemos que las Musas nos den sus blandas inspiraciones y Apolo su lira celestial, a ti debemos vernos liberados de las brumas de la ignorancia buscando  la sabiduría en el Santuario del Prado, y no se contenten con su mentida sombra, a ti debemos el ver con los ojos de la filosofía y la contemplación las maravillas de la naturaleza; tú fuiste el primero que enalteció nuestros tiernos ojos hasta los cielos y nos hiciste ver en ellos las inmensas grandezas de la creación; tú nos enseñaste a buscar en el hombre el hombre mismo, y no dejarnos seducir de la grandeza y el poder; la blanda persuasión corría de tu boca, como la miel que liban las abejas en los días del floreciente abril; tu pecho era el tesoro de las virtudes; tu cabeza el erario de la filosofía.

(A Don Eusebio Majuelo, el último cura con bonete, gran forjador de jóvenes y gran filósofo, estudioso y comprensivo)

martes, 24 de julio de 2012

           LA  PLAZA

  Cuando todos ya se fueron
solo me quedé en la plaza,
plaza que ya no es plaza,
que es una calle de mi alma.

  Plaza donde yo he jugado
con mi pelota de lana,
calle donde he paseado
las tristezas de mi alma.

  Plaza alargada con fuente
en frente de un callejón,
fuente triste de agua fría
como el frío callejón.

  Ventanas de piedra y barro
tejados de rojas tejas,
gorriones en los tejados
y vencejos en la iglesia.

  Qué alegría me da verte
y meditar en la alborada,
las añoranzas me llevan
por los caminos del alma.

  Qué sosiego es el sentirte
y hablarte con la mirada,
donde se oculta el secreto
de las personas amadas.
  
  Qué descanso es para mí
saber que tú, plaza,  encierras
los más alegres momentos
de nuestra juventud de ayer.

  Cuando todos ya se fueron
solo me quedé en la plaza,
plaza que ya no es plaza,
que es un recuerdo de mi alma.

  Cuando todos ya se fueron,
se fue mi alma. y mi esperanza.


  LA VIEJA ERMITA

  Se marcha el sol a dormir
por la sierra de Alcarama,
pintando los arreboles
colores rojos y granas.

  Las calandrias y jilgueros
a sus nidos vuelan raudas,
lanzan sus cantos al viento
con sus lánguidas piadas.

  Desde esta montaña altiva
donde se paran las águilas,
hoy te contemplan mis ojos,
vieja ermita solitaria,

  como nido de calandria
escondido entre tomazas
en el campo donde viven
entre romeros y aulagas...

  Morada de mis mayores,
vergel de aromáticas plantas;
escucha de este poeta
los versos de la esperanza.

  Yo fui un ave presumida
que sin nido me encontraba,
de piedra en piedra volaba
siempre errante y holgazana.

  Pero un día allí a lo lejos,
vi tus frondas sosegadas,
desde entonces fueron ellas,
paz y remanso de mi alma.

  ¡Oh! qué alegrías mas dulces
a mi ánimo llegaban,
la alegría de tu rostro
y el cantar de tus fontanas...

  Virgen del Prado querida,
rosa blanca perfumada:
contigo pasé mil horas,
¡qué cortas fueron, que gratas!

  Conservo muchos recuerdos
en el fondo de mi alma,
de jóvenes alocados
cuado íbamos a tu casa;

  aquí fuimos muy felices,
y nuestro corazón nadaba
en un mundo de aventuras
de paz y de bienandanzas.

  Mas llegó aquel instante
de dejar nuestra morada
y marchar a otros lugares,
a otras regiones más altas.


  Hoy vengo a verte de nuevo,
vieja ermita solitaria,
a esta montaña altiva
donde se paran las águilas,

  donde los céfiros cantan
entre cuerdas de guitarras,
donde mis ansias arrancan
los suspiros de mi alma.

  Escucha el ritmo alegre
de la voz de este poeta,
versos de alegres recuerdos
escritos con pluma blanca.

De mi libro "REMEMBRANZAS del ALHAMA"

lunes, 23 de julio de 2012

                    ODA 
        (Amor y recuerdos)

   De amor y recuerdos ansioso,
a tus santos muros llego
para saciarme en tu paz
y refugiarme en tu pecho; 
para beber tus caricias,
para sentir tus ejemplos,
para confortar mi alma
y fortalecer mi cuerpo.
   Quiero ver estos lugares
empapados de recuerdos,
quiero contemplar la casa
donde viví con mis viejos;
donde mi madre cantaba
al despertar la mañana,
donde mi padre gustaba
de traer el pan a casa.
   Mientras me oculto en tus muros,
mientras descanso en tu seno,
quiero que seáis palomas
de mis cantos somnolientos,
del susurro de la fuente
donde bebieron mis viejos,
y el suave silbar del viento
hagan que del otro mundo
me olvide por mucho tiempo.
                    CREO

Miro siempre de frente la distancia
y no vuelvo los ojos a mi espalda,
espero vencer la maldad y la cizaña
que rompió mi cariño y confianza.

Siempre sigo adelante, mi camino
es más ancho y ligero cuando paso.
La luz brilla para todos y, la suerte
unas veces es saliente, otras el ocaso.

Nada espero de esta ni de la otra vida,
ni creo en ganar guerras ni batallas,
y cuando mi casa esté sola y desolada
nadie me ayudará a recuperarla.

Pero creo en la vida porque es grata
y en la gente que de mí nunca se aparta,
creo en Dios, en las flores y en el sol
y creo en ti porque tú nunca me faltas.

miércoles, 18 de julio de 2012

A LUIS MARI VERA

Un mensaje de aniversario
me envía nuestro soplón,
y para ti he preferido 
y en cuyas líneas te envío                 
que te llegue todo mi aprecio 
junto con  mi congratulación,
y mis ruegos más sinceros 
por tu júbilo en el presente 
y en los veranos siguientes.
Es lo que deseo sinceramente.


    Logroño, 16 de julio de 2012

miércoles, 11 de julio de 2012

REFLEXIONES SOBRE EL CAMPO

Hoy fui a comprar al supermercado como otras veces, pero me fijé más en los productos agrícolas; me fijaba especialmente en los “productos ecológicos” esos que tan de moda están ahora.
¡Qué cosa! me decía, y el precio por las nubes comparados con los productos normales o no ecológicos.
Hace no muchos años, cuando los chicos salíamos de la escuela, los padres nos tenían preparados los deberes de ayuda a la casa o ayuda al  campo; llevar el fiemo de los caballos, cerdos y otros animales al estercolero para que se fermentara y hacer el estiércol, una vez hecho se llevaba a la huerta y a la viña, (abono ecológico), otros días había que quitar con las manos los escarabajos de las patatas y otras orugas, los metíamos en un bote y cuando este estaba lleno los vaciábamos  en una gran piedra y con una azada los machacábamos hasta hacer una pasta; también con una vara muy larga y un tomillo atado en la punta alcanzábamos los nidos de gusanos que había en los árboles frutales; se plantaban hierbas que ahuyentaban los insectos, como la albahaca, azalea, menta, poleo, hierba-buena y otras hierbas que servían de fitosanitarios (fitosanitarios ecológicos),  con una azada pequeña y largas se entraba a los trigos para quitar las malas hierbas (herbicidas ecológicos), el pan se hacia del trigo, pero si no había suficiente se le añadía centeno (hoy se llama integral), los animales comían lo que daba el campo, exactamente hierbas, cebada, maíz y otros cereales (hoy se les llama piensos naturales, y existe la carne ecológica), y me pregunto a mi mismo, o sea que toda nuestra vida hemos estado comiendo productos ecológicos y sin enterarnos, hoy nos enteramos por que son más caros y dicen que son más buenos, además  por que la vida moderna así lo exige. Los otros productos son… medio artificiales, están cargados de venenos para matar los bichos, de piensos compuestos hechos de carnes y pescados desechados, abonos minerales sintéticos para el rápido crecimiento de las plantas y no hablamos de las composiciones y arreglos que se hacen con ciertos productos para que haya más abundancia y ganar más dinero.
En fin, la vida moderna es así de moderna, y lo de antes, lo antiguo aunque sea igual o mejor no vale por que es antiguo y ha pasado de moda.
 ¡¡Ánimo amigo, ponte un huerto en tu vida y disfruta de lo antiguo porque eso ya no se vende!!

domingo, 1 de julio de 2012

 MI ÚLTIMO VIAJE

… Y haré el viaje final. Y se quedará mi huerto con sus árboles,
con sus ruiseñores y jilgueros cantando;
y el pardo camino sólo, por donde solía ir caminando;
y la alameda con sus árboles bamboleando al ritmo del viento
que los va trayendo y llevando;
el río canturreando al son de la corriente que lo va arrastrando.
Los días pasarán como ahora están pasando, y las tardes serán
azules y las noches estrelladas como lo son ahora; las campanas tocarán a gloria y también a muerto como hoy lo están haciendo.
Morirán todos los que no me han querido y también los que me han amado; y el pueblo cada día irá cambiando.
Y en aquel rincón del Alhama quedará mi huerto y mi casa y en
un retiro del cementerio mi cuerpo enterrado;
porque yo me habré ido y estaré solo, sin hogar, sin huerto,
sin árbol, sin río, sin noche estrellada y sin ruiseñores cantando.