lunes, 30 de enero de 2017

                                “A UNA ROSA”

                     I
                     ROSA TEMPRANA
En mi jardín una rosa temprana
sobre el manto de nieve florecida,
anuncia del invierno la partida
prestando su color a la mañana.

Bajo su leve tez de porcelana
despierta el verso que al amor convida,
su tibio seno la primavera anida
hecha de aroma y terciopelo grana.

El principio universal se refleja
preso en su imagen de suprema armonía
jurando al sueño de darle una rosa…

Cuando siento que la vida se aleja
por la eterna morada del alma mía.
Suspiro la soledad más hermosa...

II
                   A UNA ROSA DONOSA
Rosa encendida y donosa
orgullo de la mañana,
al día te abres galana,
mostrando tu faz hermosa.

Eres bella, primorosa,
piel de terciopelo grana,
del vergel, la más lozana,
con fragancia deliciosa.

A madrugar te apresuraste,
tu tibio lecho dejaste,
para mostrar tu color,
y hasta tal punto me amaste,
que a mis manos te entregaste,
como símbolo de amor.

III
ROSA SERENA
¡Bendita y serena rosa!…
Eterno sueño de la jardinera
que en primavera,
tiñe el aire de rosa
abriéndote ante el sol, pura y hermosa…

Desde la loma
por solo acariciarte baja el viento…,
y en su aliento
tímidamente asoma
el frescor y la esencia de tu aroma…

¿Ves como nace el día?,
mecido en un trinar de ruiseñores…,
son trovadores,
que cantan a porfía
para lograr tu perfume y colores.

Y el ancho río
que llega sosegado y rumoroso
hasta el valle sombrío,
viendo tu talle airoso
para abrazarlo gira presuroso.

Rosa de gracia plena…,
hasta el cielo se mira en tu mirada,
humilde y sosegada…,
¡libera mi condena!
Hazme flor como tú de alma serena.

Poemas renacidos y unidos al mismo
y sosegado rosal.

Logroño, 30 de enero de 2017

domingo, 29 de enero de 2017

A MI FIEL COMPAÑERA, A LA MUERTE

Quisiera no tenerte miedo muerte,
desde que nací y vi la luz primera
tú siempre fuiste mi fiel compañera.

Siempre intangible, pero siempre presente.
Siempre de tras de mi como una sombra.
Tu canto triste, día y noche me nombra.

Tal vez cuando quizás menos lo espero
sentiré dulcemente que me muero,
un día del que ya no tengo recuerdo.

Me llevarás asido de la mano.
Me llevarás, sí, muerte, por sorpresa.
Igual que el gavilán lleva a su presa…

Más te ruego cruel parca, en la fosa...
No condenes mis restos al olvido.
¡Déjame ser de tus jardines... rosa!


Logroño, enero de 2017

jueves, 26 de enero de 2017

SUEÑOS DE PRIMAVERA
I
Despierta la mañana alborozada
entre flores en la placentera umbría,
con bulliciosos trinos orquestada
asoma ante mi la incógnita del día.

Temprana y deslumbrante se me ofrece
la joven e incitante primavera,
su albor de rosas que en mi edén florece
es el amor que vi por vez primera.

Viste el cielo colores de bonanza,
el aire claro besa mi piel dormida,
y en tanto yo soñaba en la esperanza,
y soñaba en tu próxima partida.

II
Pensé si era triste la despedida,
¿reinará hoy la alegría y la esperanza?
Pues cuando se reemprende la partida
es por el ideal por el cual se avanza.

La vida es peregrinar, dice el poeta,
ir llenando de luz oscuridades,
mientras cansado llegas a la la meta
vas dejando amistades a raudales...

Esta primavera no será olvido,
ni tendrá su influencia más cercana,
siempre hallaremos su calor y nido
para decir solo: ¡hasta mañana!…

Logroño, 26 de enero de 2017

lunes, 23 de enero de 2017

A UNA ROSA DONOSA

Rosa encendida y donosa
orgullo de la mañana,
al día te abres galana,
mostrando tu faz hermosa.

Eres bella, primorosa,
piel de terciopelo grana,
del vergel, la más lozana,
con fragancia deliciosa.

A madrugar te apresuraste,
tu tibio lecho dejaste,
para mostrar tu color,
y hasta tal punto me amaste,
que a mis manos te entregaste,
como símbolo de amor.

Logroño, 21 de enero de 2017

sábado, 21 de enero de 2017

ÓYEME

Óyeme compañera…

El día en que yo me muera,
quisiera dejar mis cenizas
entre flores de albahacas,
de ajenjos y de violetas
cuando el sol pase por las rejas…

Donde sienta el deseo de tu abrazo
al lado de esa fuente quejumbrosa
oprimiendo tu talle en fuerte lazo.

Donde sentir el viento anochecido
acunar sueños desvanecidos
susurrando amores a tu oído.

El dulce encuentro de tu boca,
la piel dormida entre tu ropa
despertar y ser tu dueño.

Vencidos, juntos en un sueño,
abrazados entre sedas
bajo un cielo alegre y risueño.

Y morir…, quiero morir
entre pájaros cantores,
en un rincón callado,
donde tu amor esperado
aún lance mil resplandores.

Logroño, 20 de enero de 2017