lunes, 7 de diciembre de 2020

 


PARÉNTESIS


Tras muchos años de luchas constantes

quiero transitar como lo hacía antes,

junto a la orilla de mi humilde río

y en la quietud de su ribazo umbrío.


Siguen corriendo brillantes cristales

y otras ninfas, siempre en los arenales...,

las que vi volar día a día y hora a hora

con la juventud que al pasado implora.


Ese susurro lánguido y doliente

que el espíritu del Alhama siente,

que tantas veces ofreció mis penas

en la paz de sus cálidas arenas.


Yergue sus brazos el nogal añejo

junto al movido y fulgente espejo,

mil zarcillas de flores amarillas

se van ocultando por sus orillas,


y las aguas reflejan las verduras

en forma de salvajes colgaduras,

en las cercanas frondas en un hueco

hace el nido el búho en un tronco seco.


Nada exaspera en el lugar querido;

ni el fuerte viento ni el ligero ruido,

lo encuentro siempre como el mismo día,

es el mismo paraje, nunca varía.


En mis sueños el arrullo persiste:

cuando dije a dios convulso y triste,

rodaron mis sueños ,y el bagaje

tardó en llegar al límite del viaje.


En cambio al subir la dura cuesta

mi propio ser no me deja, ¡le cuesta!

Y aunque piso con desafío el camino

no soy más que un errático beduino.


En lo alto, lo ideal, el tesón del hombre

que se desparrama por toda la cumbre,

debajo, los mundos…, calor eterno

de la noche o el congelado invierno.


En el descenso soy yo el que no avanza;

y pongo una voluntad que se lanza;

alma que va buscando la verdad perdida,

inquietud del desvelo de la vida.


¿Adonde voy? Que el mañana responda.

La barranca es oscura y muy profunda;

soy de los que en combate perseveran

sin temblar ni dar la espalda a la espera.


Mi astro arrogante al júbilo rehúsa,

fue siempre desesperante a la musa,

contra toda doctrina turbulenta

marchó siempre adelante y en línea recta.


Mientras tanto aquí estoy, en mi soto umbrío;

a orillas del Alhama, junto a mi río;

sentado en un viejo tronco abandonado;

imagen viva de tiempo pasado.


¡Cuánto ansío la calma y el reposo

y, la holganza y ocio silencioso!

En este triste retiro me pierdo

junto al consolado olor del recuerdo.


Volveré a buscar otros horizontes

en la cuenca de mi río y de mis montes:

me oprimo como cinturón de granito

si no sacio mi sed de lo infinito.


La vejez ha llegado y es muy justa,

mi suerte está echada y no me asusta,

vuelvo a reclamar calma y olvido,

son los aires pacientes del vencido.



domingo, 29 de noviembre de 2020

 

        MI PUEBLO SE MUERE


Se muere mi pueblo

que parió eta tierra,

pueblo que brillaba

bajo las estrellas.

Pocos van quedando…,

todos van muriendo.


Sus hijos se fueron,

cuatro viejos quedan,

ya no queda gente,

ni gatos, ni perros,

ya no quedan mulos

ni albardas ni arreos.


Se fueron los hijos

que parió esta tierra;

como árboles grandes

todos van cayendo

y hasta sus raíces…,

todas van muriendo.


Sus estrechas calles

son simples recuerdos,

su escuela no existe

es nuevo aposento

y en su entorno existe

un vano silencio.


Se muere mi pueblo,

lo parió esta tierra,

le dio mil raíces para que viviera

para que se alzara y fuerte se hiciera,

le entregó mil hojas para que sintiera

el aire en sus ramas..., para que riera.


Se muere mi pueblo,

lo parió esta tierra,

le dio libertades conque floreciera,

llenó de confianza y de fiel lisura,

lo embriagó de flores en la primavera

que ofrendó la sierra verde y oscura.


       Se muere mi pueblo,

       lo parió esta tierra,

       lo llenó de luz y color, y le dio aroma

      valle del Alhama, plácido en su cama,

      descansa tedioso con toda su calma

     ¡Que duerme piadoso debajo de su alma!


Se muere mi pueblo,

lo parió esta tierra,

su Valle iluminado con destellantes

matices, hacen de él lugar de belleza,

murieron sus raíces en los instantes

más vellos que creó la naturaleza.


Se muere mi pueblo,

que parió esta tierra,

¡Inestrillas sangra por la indiferencia!

¡Inestrillas muere por desasistencia!

¡Inestrillas muere ahora enflaquecida!

¡¡Se muere Inestrillas ya desfallecida!!


Inestrillas, 30 de noviembre de 2020

martes, 17 de noviembre de 2020

 

¡¡SALVA A TU PUEBLO, VIRGEN MÍA!!


Flor del Prado de mi pueblo; Virgen santa entre las santas;
yo he venido muchas veces a postrarme ante tus plantas
y he cantado las endechas con mi violín trovador;
siempre mis reflexiones te han rendido vasallaje,
hoy, Señora, mi pueblo te dedica este mensaje
y te entrega humildemente lo más puro de su amor.

¡Patrona sois de Inestrillas!; y recuerdo con cariño,
con ternuras indecibles, de aquel día cuando niño,
a tu ermita me llevaron y tu imagen contemplé;
y recuerdo que la madre de mi vida me ordenaba:
-Reza y pide ser bueno-, y yo, Virgen, te cantaba
la canción sana e inocente de mi limpia y sana fe.

Desde entonces yo te quiero como pájaro a su nido;
como perla ama su concha, la guitarra su sonido,
el soldado su bandera y el poema el trovador;
y te sigo dedicando mis estimas y quereres,
porque vi que Tú Madre la más piadosa y buena eres
al saber que no hay engaño en la nobleza de tu amor.

Y si me separare de Ti, alguna vez Señora,

deslizado por los vientos con su furia arrolladora
que dejaron en mis ojos las sombras en el capuz,
fuiste Tú la compasiva, que custodiaste mi alma
con furia de mis sentidos, diste paz y diste calma
y a mi juicio devolviste su perdida hermosa luz.

¡Que en las horas de congoja, de fatal melancolía,
eres luz de la esperanza, y eres faro y eres guía,
y eres costa salvadora del que náufrago se ve;
y le abrigas y le curas las heridas de su pecho,
que está mustio y dolorido, y sangrando está y deshecho,
y le ayudas con clemencia y con consuelos de la fe!

¿Cómo pues, Virgen excelsa de mi Prado no adorarte
y por Madre, la más buena bendecirte y aclamarte
y ofrecerte con mi viola la más lúcida canción,
si del seductor aroma de tus célticos favores,
de la miel sabrosa y grata de tus cálidos amores
que aprisionan y encadenan, está lleno el corazón?

¿Cómo Reina, en este día Inestrillas considera
-que te quiere y que te ama, que rendida te venera-
tributarte su homenaje más ardiente y más cordial,
yo, que sabes que te adoro, Virgen mía, desde niño,
no dejar en tus altares, con fervor y con cariño,
la sencilla, humilde ofrenda de mi espíritu inmortal?


Que te ofrezcan mis hermanos de la tierra los tesoros,
y las músicas sublimes de los órganos sonoros,
con cánticos respetables de la más alta estimación;
que derramen en tu trono azucenas, lirios, rosas,
y te cubran, Sol del Prado, con túnicas primorosas
que te envuelven en una aureola de celeste radiación.

Yo no tengo más fortunas, ni tampoco más preseas
que las míseras y pobres del caudal de mis ideas…
y esta vida oscura y pobre que de tu Hijo recibí.
Todo, Madre, te lo ofrezco con la fe más honda y pura,
y será eterno mi gozo, será eterna mi ventura
si algo encuentras que te plazca que sea digno de Ti.

Pero a cambio de mi vida, te pido no seas extraña
con mi pueblo que es el pueblo más querido de tu entraña,
y es el hijo más amado de tu amante corazón…
A los pies de tus altares, arrodillado te ruego
que en tu magno pecho animes el ardiente y santo fuego
de su excelsa fe cristiana, que fue siempre su blasón.

Hoy, Flor galana de mi Prado, va mi nave a la deriva;
pero tú harás, mi Virgen, indulgente y compasiva,
que se salve de las olas que la quieren envolver;
porque sé que para ella fuiste siempre luz de faro
que amorosa la condujo a feliz, seguro amparo
y trocó sus infortunios en dulcísimo placer.

Y has de hacerlo; porque aquí, a pesar de los pesares,
te consagran como antaño, sus cariños y pensares
y su fe en Ti, Virgen mía, se agiganta más y más;
esa ardiente fe inefable, venerable, noble, augusta,
que, del odio intransigente, ni se aleja ni se asusta
por mantener la confianza de que Tú la salvarás.


¿Cómo siendo Tú Madre, entre madres la más buena,
y de amor y de ternura tu alma toda hallarse llena
no salvar a tu pueblo del peligro en que ahora se ve?
Ya que eres Reina adorada, tu favor divino imploro,
sé que nunca quieres perder de Inestrillas su tesoro
del caudal inagotable de sus creencias y su fe...

Flor del Prado de mi pueblo; Virgen santa entre las santas;
yo he venido muchas veces a postrarme ante tus plantas
en mis horas de alegría y en mis horas de dolor;
y siempre te he ofrecido pleitesía y vasallaje
al rendirte en este día Inestrillas su homenaje,
yo te rezo y te canto las endechas de mi amor.


¡Muchas felicidades…!


Ricardo Lalinde López



Inestrillas, 30 de mayo de 2020 -festividad de Nuestra Señora la Virgen del Prado-  

 (Festividad aplazada por motivos epidémicos.)





 




MI PUEBLO


Lo sueño, lo entresueño y lo medito,

sólo me queda el recuerdo y lo escrito.


Faltan los ojos puros de la juventud,

faltan los pies pequeños y su inquietud.


La calle larga, las tierras pardas.

La plaza chica el frontón y sus jugadas...


La casa de la parra prodigiosa

de racimos que acosa la mantis-religiosa…,


como otras casas que no se habitan

porque sus dueños se fueron a otras citas …


Pasaban las muchachas misteriosas
con sus madres
a misa, luego…, a sus cosas...


Templos sin gente, no hay nadie…, vacíos,

sólo queda lo que fueron de sus desafíos…,


sus misas y rosarios, sus bautizos y bodas,

sus comuniones y rezos, plegarias…, todas…,


sus campanas repicando y volteando,

su ir y venir de monaguillos cantando…,


de todo ello poco o nada ha quedado,

si a caso un pensamiento muy recordado…


El pastor monte arriba con su mesnada,

el labrador labrando con su yeguada…,


La fuente y las mujeres con sus risas y cantos,

      el pilón y los mulos con sus rebuznos y saltos…


todos los habitantes a su labor diaria dada,

ahora, toda la población enterrada…


Es inevitable llevarlo tan adentro,

adentro, adentro, demasiado adentro…


Nuestro mundo estaba en las calles silenciosas,

en las cuatro esquinas de las calles misteriosas…


Se aglomeraban, hablaban y reían felices,

a la sombra o al sol con sus arrugas y cicatrices…


Con la paz del domingo en la mirada

y eternos momentos de evasión en sus moradas...


A lo mejor mi pueblo es todo poesía,

o un pueblo que sólo existió en mi fantasía...



lunes, 2 de noviembre de 2020

 

Tal día como hoy 1 de noviembre de año 2006, nos dejaba mi madre a los 96 años, habiendo llevado una vida llena de cariño y amor hacia los demás y siendo la mujer más radiante y alegre del Alhama. Nos quiso mucho y nos dijo que íbamos a acordarnos mucho de ella, ¡Así ha sido y así es! Esperamos nos haga un sitio allí donde quiera que esté pues a su lado seguiremos siendo felices.

domingo, 1 de noviembre de 2020

 

ROMANCE A LA VIEJA FENESTRELLAS

En el año mil quinientos

en calle estrecha y torcida

Inestrillas fue aledaños

de otra ciudad ya perdida;

celtíberos por más señas

eran sus gentes habidas

llegados de tierras vanas,

parados en esta quinta.


El palacio


En el farallón rocoso

hay profunda y negra cueva

donde vivieron los monjes

consagrados a su ofrenda.

Allí vivió Juan Manuel

González de Castejón,

que presto mandó edificar

palacio en el farallón ;


y con un sobre en la mano

escrito con precisión,

salió a dirigir el mismo

las obras de la gran mansión

en el que muestra un empeño

digno de su gran condición,

que al poco tiempo termina

este singular bastión…,


se alza como una colmena

de manera muy especial,

y si contamos el tiempo

de este atípico palacio

vamos al mil setecientos

que al cabo hoy festejamos

fecha de su nacimiento

que es un motivo muy grato.


De cuatro hijos que tuvo

Juan González de Castejón,

Pedro fue el de más coraje

y el de mejor condición,

también título de Marqués

tuvo este gran marinero,

y fue Ministro de marina,

Conde de Ágreda, primero.


Años de grandes ejemplos

nos dio el hijo más hidalgo,

fue Ministro de marina

para España y el rey Carlos,

allí en los grandes combates

él dio la cara primero

y siempre fue un gran ejemplo

de todos los marineros


El rey con semblante alegre

se alzó presto del sillón

pues acaba de enterarse

que en otra batalla venció.

Y haciendo mil reverencias,

otra después, y otra luego,

sale dispuesto al balcón

a proclamar vencedor

que sin duda ya no es otro

que González de Castejón.


Las viviendas rupestres

La arquitectura rupestre

en el farallón cavadas,

son textos que nos dejaron

las culturas más lejanas.

Al no existir la escritura

para conocer su historia,

nos servimos de sus cuevas

que son la mejor memoria.

Por eso en la pared rocosa

quedó el testimonio escrito,

de aquellos que aquí vivieron

antes que naciera Cristo.

La lucha por su existencia

fue una combate natural,

pues ellos se dedicaban

a recolectar y a cazar.

Tranquilos y sosegados

vivía este pueblo y su gente,

pero otros pueblos llegados

pactaron indignamente.

El pueblo al que referimos

era población romana

nacidos para las guerras

curtidos en mil batallas.

Pronto hallaron un lugar

mejor que el que ya tenían,

llamarían “Ciudad Blanca”,

por Contrebia hoy conocida.

Después de luchas y luchas,

después de llorar lo sufrido

nos encontramos ahora

por Sertorianos vencidos.


Y así se escribe la historia

de este pueblo del Alhama,

historia de grandes hombres

que nunca nadie declama.


La cárcel

En la cárcel de Inestrillas

que es una caverna oscura

y con un candil de hierro

que da más sombra que alumbra,

pasaba una extraña escena

a la que uno no acostumbra

en horrenda pesadilla

que en sueños se nos revela.


Y al tiempo el as del ocaso

su perenne lumbre oculta,

el sol la tierra y los cielos

entre tinieblas se enluta;

en un cancillo sentado

y con negras vestiduras

está el corregidor Cenón

con mal genio y faz adusta.

En la cárcel de Inestrillas

sepulcral silencio reina,

pues solamente se escucha

el chisporrotear de la tea.

Pronto el severo alcalde

con voz sepulcral rotunda

pide que llegue el testigo

que ha de sufrir tortura.


Allí estaban encerrados

sarracenos y cristianos,

unos por rezos de moros

otros por alargar las manos,

y a su lado en una mesa

que más parece una tumba,

dispone un viejo notario

la sentencia que aún retumba.


El preso que comentamos

es don Diego del Redal,

miembro de antiguo linaje

estirpe de los del Redal

y de su esposa “La Recia”

cadáver en aquel lugar,

y don Álvaro Cubillo

que fue puesto en libertad...

El castillo


Hay un castillo en la roca

que fue lar de doña Sancha

linaje de los Hinojosa

los dos, esposo y esposa.

Un nieto muy destacado

Rodrigo Ximenez Rada

fue arzobispo de Toledo

que inició la reconquista

en las Navas de Tolosa

y gracias a él no es España

ni mora ni musulmana.


Los señores de Hinojosa

fueron hermanos del Temple,

y ellas también grandes damas

ejercieron de templarias.

El dominio de la Villa

sin olvidar la alcazaba

a través de doña Sancha

pasaron a los Azagra…,

-la gran estirpe navarra-.


En las tardes del estío,

cuando el ocaso se inclina

el sol entre blancas nubes

de oro y grana se matiza

trayendo calma a la noche

que lucirá nueva alborada.

Y esta es la historia más fiel

que os puedo yo ofrecer

de la vieja Fenestrellas,

estar con vosotros ha sido

un verdadero placer.


en Inestrillas, La Rioja, 26 de abril de 2020.