domingo, 29 de abril de 2012


A MI MADRE

¡Madre!
Cada vez te veo más encorvada
tus pasos más cortos y lentos,
no como los de aquellos tiempos
en que nunca te veía cansada.

Tú, viejecita y madre amante
que diriges tus pasos torpemente,
tu mirada se va quedando ausente
cual fuente que se seca lentamente.

Tus manos trabajadoras ya rugosas,
por los años y el afán de tus haceres
siguen siendo dulces y cariñosas...

Y conservas las ternuras más hermosas
que la edad no quitó en sus rigores
conservando los más altos valores.

(Poemas dedicados a mi madre cuando cumplió 96 años, hoy fallecida)
     
             (MADRE, MISTERIOSO SER)

¡Madre..., hermosa mujer,
se hacen flores los abrojos
y se iluminan mis ojos
cuando te ven aparecer!

¡Madre..., divino amanecer,
sin ti no existe la vida
toda se ve ennegrecida
sin tu misterioso ser!

Y a tu lado cada día
nace cantando un lucero
en alegre amanecer,

tu amor es tan hechicero
que engendra todo lo bueno
que alberga tan hermoso ser.
LA MADRE

El nombre solo de madre nos representa aquella mujer en cuyo seno bebimos el dulcísimo néctar de la vida, en cuyo regazo dejamos reposar nuestra cabeza; aquella mujer que nos acariciaba, que oprimía entre las suyas nuestras manos, que besaba nuestra frente, que enjugaba nuestro llanto, que nos mecía  en sus brazos susurrando una balada de amor.
¡Dichosos mil veces los que todavía podéis contemplarla con los ojos de la realidad!
Nosotros, los que hemos perdido a nuestra madre, también podemos verla con el corazón y con 
el sentimiento.
Podemos verla en el ensueño dorado de nuestra felicidad. Si el astro de la noche envía sobre la tierra su pálido resplandor, figurándonos que el resplandor pálido del astro de la noche es la mirada tranquila y cariñosa que nuestra madre nos dirige desde el cielo.Si en una noche apacible del estío acaricia nuestra frente una brisa consoladora, que no es la brisa de los campos ni el hálito embalsamado de las flores, extremeceos de placer; es el beso de pureza y de ternura que nos envía desde el cielo nuestra madre. 

sábado, 28 de abril de 2012

         ELEGÍA XII
     (La vejez de un pueblo)
       
  Por el valle del Alhama
solitario, triste y viejo,
caminan las pobres almas
en cabizbajo silencio;
  ancianos con muchos años
pueblan el valle de mi alma,
a quienes la juventud un día
abandonaron con rabia.
  Arrastrando los pies poco a poco
suben para volver a bajar,
calle arriba, calle abajo
en su triste caminar;
  de vez en cuando en sus ojos
una lágrima aparece
y ahogarse en el pecho sienten
mil recuerdos que aparecen.
  Con ellos van las virtudes,
el honor y la añoranza,
van los sagrados valores
el trabajo y la esperanza.
  ¡Qué carrera tan hermosa
hicieron en la labranza,
aprendieron a ser nobles
sin mentiras ni falacias!.
  Contemplo su augusta edad
y sus consejos de viejos,
con verdades muy severas
de virtudes y defectos;

  y vieron hijos y nietos
en sus venerables canas,
los valores más hermosos
que dieron su estirpe hidalga.
  Soñadores descendientes
de aquellos que con su azada
dieron de comer en casa
con el jornal que ganaban.

  Las cosas ahora han cambiado
y el pueblo ya no es tan bueno;
se marchan a las ciudades
los jóvenes con sus sueños;
  a su juventud presentan
mil adulterios y danzas,
amistades peligrosas
sin saber aún adaptarlas.
  Esos superfluos gastos
que invitan a vivir bien,
son deidades paganas
que te ofrecen por doquier.
  Hembras con la frente erguida,
con arrogancia lasciva,
van provocando miradas
por el vicio corrompidas;
  y así un día tras de otro,
entre risas, vino y golfas
el día y la noche pasan
sencillamente entre pompas.

  Supieron vivir del campo,    
 cultivaron sus aspiraciones,
lo regaron con sus sudores
y de él recibieron mil dones.
  Los hijos al lado del padre
aprendieron a laborar,
y con prudencia y trabajo
la tierra les daba el pan;
  a ellos repartió sus bienes,
les entregó tierra y casa,
con ellos trató el casamiento
con la inocente aldeana.

  Pero hoy todo ha cambiado;
se fueron a las ciudades
aquellos mozos de ayer
que eran la esencia y la miel;
   y por eso a nuestros pueblos
ha llegado la vejez,
porque aquí no hay cortesanas
ni vicios que entretener.

(De mi libro (“Atardecer en el Alhama”)

domingo, 22 de abril de 2012

El viejo árbol .
EL DÍA 21 DE MARZO como siempre, fue el día del  árbol y ha pasado sin pena ni gloria, pasados unos cuantos días quiero recordarlo en mi Blog, con esta reflexión.

EL ÁRBOL
Siempre me encantó observar la copa de los árboles. Sus encomiosas y esterilizadas ramas, inteligentemente adaptadas para defenderse de los embates  de vientos y vendavales. Firmes, alegres… humildes desde su ubicación única… no viajan… silban… ululan… dan refugio y sombra… -Muchas veces representaron la figura de Dios y otras fueron cuna, cama, mesa y aún el último reposo… Desnudándose en otoño… ¡desnudos! en invierno, vuelto a vestirse en primavera… Solo en verano… nada…nada más que sombra…- Pincel de cielos, soporte de horcas, leña de hogar, papel del libro… ¡Qué personaje el árbol!

¡Con los primeros árboles derribados comenzó la civilización!
¡Con los últimos árboles derribados la civilización terminará!
           (El árbol preso)

 Era un árbol preso en la espesura
del soto más oculto y silencioso,
lloraba cantares de placer y de amargura
ahogado por el bosque misterioso.
 Era un árbol esbelto pintado de plata
bajo la luz refulgente que la luna brilla,
vibraba cual canto triste de una serenata
sofocado en el bosque como una gacelilla.
 Era un árbol gris de brazos abiertos
esperando el beso que mandara el viento,
era el aura suave contando relatos
de viajes extraños y cantos de aliento.
 Mi corazón cantará los alegres salmos
en la noche clara de la luna bella,
y el árbol cautivo de los grandes brazos
brillará en el bosque de la gran sombrilla. 

(De mi libro, Cantos al Amanecer)

viernes, 20 de abril de 2012


  LA VIEJA ERMITA

  Se marcha el sol a dormir
por la sierra de Alcarama,
pintando los arreboles
colores rojos y granas.

  Las calandrias y jilgueros
a sus nidos vuelan raudas,
lanzan sus cantos al viento
con sus lánguidas piadas.

  Desde esta montaña altiva
donde se paran las águilas,
hoy te contemplan mis ojos,
vieja ermita solitaria,

  como nido de calandria
escondido entre tomazas
en el campo donde viven
entre romeros y aulagas...

  Morada de mis mayores,
vergel de aromáticas plantas;
escucha de este poeta
los versos de la esperanza.

  Yo fui un ave presumida
que sin nido me encontraba,
de piedra en piedra volaba
siempre errante y holgazana.



  Pero un día allí a lo lejos,
vi tus frondas sosegadas,
desde entonces fueron ellas,
paz y remanso de mi alma.

  ¡Oh! qué alegrías mas dulces
a mi ánimo llegaban,
la alegría de tu rostro
y el cantar de tus fontanas...

  Virgen del Prado querida,
rosa blanca perfumada:
contigo pasé mil horas,
¡qué cortas fueron, que gratas!

  Conservo muchos recuerdos
en el fondo de mi alma,
de jóvenes alocados
cuado íbamos a tu casa;

  aquí fuimos muy felices,
y nuestro corazón nadaba
en un mundo de aventuras
de paz y de bienandanzas.

  Mas llegó aquel instante
de dejar nuestra morada
y marchar a otros lugares,
a otras regiones más altas.



  Hoy vengo a verte de nuevo,
vieja ermita solitaria,
a esta montaña altiva
donde se paran las águilas,

  donde los céfiros cantan
entre cuerdas de guitarras,
donde mis ansias arrancan
los suspiros de mi alma.

  Escucha el ritmo alegre
de la voz de este poeta,
versos de alegres recuerdos
escritos con pluma blanca.

(Felicitación a la Virgen del Prado, 26/5/2007)      

martes, 17 de abril de 2012

  NADIE RESPONDE A MI AMOR...

  Inútilmente mis ojos impacientes           
por donde antojan caen si miran;
inútilmente mis labios ansían
infelices pasiones dolientes.
  La soledad pavorosa me abraza,
en sombra eterna mi pecho es oculto;
para mí el mundo es un desierto...,
¡pues nada responde a mi esperanza!

  Todo es amor en mi pecho excitado;   
sólo amando me agrada la vida,                 
y mirando a otra persona querida
en vivir dichoso estoy confiado.
  Esperanza... esperanza desdichada
que la triste situación no cumple;  
sueño que mi pena no lo vale...,
¡pues nadie responde a mi llamada!

  Yo no sé que pretende mi ardor,
yo no sé por qué tiemblo y suspiro;
si conozco lo mismo que quiero,
no hallo objeto a mi afligido dolor.
   Sólo hallo un enorme vacío
donde mi alma se bate sedienta,
y este afán de amar se acrecienta...,
¡pues nadie responde... amor mío!

  Tal vez ame en mis dolientes sueños
a un espectro que forma mi mente;
y donde quiera lo nota presente,
y le da vida como a un semidiós.
  Yo lo siento y estrecho en mis brazos,
yo su aliento y su esencia respiro;
yo..., ¡desdichado!..., demente deliro...  
¡ pues nadie, nadie responde a mi adiós!  

  Inútilmente de brillo y color
el naciente adorna la aurora;
inútilmente su faz iluminadora
lanza al día  fulgente esplendor.
  Ni en la tarde el poniente me agrada,
ni en la noche la luna radiante;
albor y noche buscan a mi amante,
¡ pues nadie responde a mi triste llamada!

  Con mi amante radiante al albor
me bañara de clara alegría;
con mi amante alegrara yo el día,
en la suave sombra y el dulce frescor.
  Tal vez, algún corazón solitario
esté desvalido, solo y muy triste,
y en ficticios sueños se excite
¡ y suspira buscando lo mismo que yo!

  Nadie me oye... se extingue mi clamor,
y con él se extingue mi vida;
donde no encuentra mi pecho acogida,
un sepulcro encontrará mi dolor.       
  Un sepulcro muy confortador
que apetezca mi anhelo postrero;
un sepulcro es la dicha que espero,
¡ pues no existe la dicha de amor!  

De mi libro, "Remembranzas del Alhama"
  

miércoles, 11 de abril de 2012

RECUERDOS DEL AYER

Aferrado a los recuerdos del pasado.
Veo una ermita, un  patio y un río,
unos amigos que me llaman con enfado,
y un campo donde trabajó el padre mío.

Todo lo recuerdo…
El cielo, la rabosa y el crucero,
mis paseos por el valle y por el prado,
y los locos bailes a los sones del gaitero.

Abro las ventanas de mi existencia
para que el aire corra por la estancia,
espero el perfume del rocío de la umbría
que llenará de  energía toda el alma mía.

Y a sí un día, y otro día, y en otra época….
pienso en mi pueblo, en España y en Europa
y me acongoja de estar tan lejos y tan cerca
y no ser Tauro, aquel que nada y que galopa.

Solo espero del viento los ronquidos
y de las más altas montañas su señal,
de Europa espero sus latidos,
y de vosotros amigos espero, una despedida cordial. 

miércoles, 4 de abril de 2012

ESTA ESPAÑA NUESTRA

España de fútbol y de peineta,
la de guitarra, toros y panderetas,
la bailaora, la de las palmas
¡Ay, España...!, no paras quieta.

Tú eres la que más aprietas,
la que más sufre, la que más pena,
la España que no condena,
la España de las sanguijuelas...,

la de almuerzos y meriendas,
la del chanchullo, la inquieta,
la de  las peonadas a la puerta,     
la que  camina a tientas.

La España de las pateras,
la de  bellacos y vividores,
la de embusteros y estafadores, 
la de ladrones y sinvergüenzas.

¡España...! ¡Cara es tenerla...!
La de políticos de taberna,
la que su palabra empeña      
y nada le cuesta romperla.

La España de las cuchufletas,
la de holgazanes y marrulleros,
la de bromistas y jaraneros,
la de haraganes y marionetas,

La España de los fuleros,
la de truhanes y calaveras,
la de bufones perdonavidas,
la España de los cuatreros.

¡Ay, mi España...,! vestida de saya,
no te siento, to er mundo e güeno,
la España del desenfreno,
la de paella, sombrilla y playa... 

¡Ay, España...!, que te revientan,
¡España mía...!, cómo te vas...,