jueves, 29 de abril de 2021

 

HISTORIAS DE NUESTRA HISTORIA -EL OBISPO LEPE-

Hoy hablaremos del Don Pedro de Lepe y Dorantes, “obispo Lepe:”
El obispo Lepe es quizá el más famoso obispo que ha tenido la diócesis de Calahorra, en todos los tiempos. Su figura ha trascendido en el ámbito general y ha llegado hasta el refranero; “Más listo que Lepe”.
Nació en San Lucar de Barrameda el 29 de junio, festividad de San Pedro, del año 1641 y fue ordenado sacerdote el 9 de abril de 1666 a los 24 años, era doctor en teología por la Universidad de Sevilla. En 1667, a los 25 años de edad conseguía la canongía magistral de Badajoz, donde estuvo 19 años.
En 1686 fue nombrado obispo de Calahorra. Cumplidas las formalidades habituales, en diciembre de ese año de 1686 salió de Badajoz, en caballo y litera camino de su diócesis lejana, en La Rioja. Dice su biógrafo y secretario Don Francisco Torres y Navarrete.
“Tenía hecha elección de cuatro sacerdotes con dos pajes y un secular que le acompañasen y sirviesen en los precisos ministerios”.
Llegó la hora de salir de Badajoz para Calahorra tomando la ruta que le conduciría, y el día 24 de diciembre víspera de Navidad puso los pies en tierra de su obispado y habiendo sido acompañado por unos pasajeros, noticiaron a los Beneficiados de Inestrillas (primer lugar de su diócesis) que su Prelado venía por allí y que estaba ya muy próximo.
“Con el afecto de recibirle, salieron ese día 24 al encuentro el cabildo de Inestrillas y lo hallaron en el camino de Ágreda junto a tierra riojana. Al llegar uno de los Beneficiarios le previno, diciendo; Señor, ya está Vuestra Ilustrísima en los términos de su jurisdicción”.
“Mandó detener la litera, en que iba, salió de ella, y puesto de rodillas besó con humillación la tierra, levantando los ojos, oró por un rato pidiendo a nuestro Señor le entrase en el redil con sus ovejas”. Esto ocurría el 24 de diciembre de 1686.
“Aquella noche quedó con sus clérigos en Inestrillas el Príncipe de la Iglesia, el día 25 de diciembre, día de la Navidad celebró la primera misa de su obispado en la Iglesia de la Natividad de Inestrillas”
El día siguiente 26 de diciembre continuó su camino hacia Calahorra dejando bendecido a todo el pueblo de Inestrillas.
Esta es parte de la historia de un gran obispo que vivió su primera Navidad en la Villa de Inestrillas de camino a su obispado en Calahorra.
Ricardo Lalinde López, de mi libro “Memorias del Alhama”.

 LA CÁRCEL DE INESTRILLAS

Esta cárcel data del siglo XVI al XVII, tenía calabozo y cuerpo de guardia, en ella se alojaron personajes distinguidos por su condición, como lo era Diego del Redal.
Diego del Redal era un antiguo miembro del linaje mudéjar, linaje de los del Redal.
En 1619 fue elegido alcalde de Inestrillas, sobrevivió a sus perseguidores, don Bernardino Velasco, Conde de Salazar y a Felipe III de Austria muertos en 1621.
Fue condenado por profesar creencias de moros en los Autos de Fe, celebrados en Logroño durante los años 1574 y 1575, su esposa, María La Recia, pese a estar acogida al perdón de 1584, también ingresó en la cárcel donde murió.
Durante estos años, 58 mujeres y hombres de Inestrillas y Aguilar, pasaron por esta cárcel, algunos en tránsito a la cárcel de los Castejones de Ágreda. Donde también estuvo Diego del Redal.
También estuvo allí el poeta don Álvaro Cubillo de Aragón, aunque este fue puesto en liberta al poco tiempo ya que no se pudo comprobar que los poemas escritos durante el periodo de la peste fueran escritos por él.
Durante la guerra civil española fueron muchos los presos que pasaron por este hotel, al final de la guerra se cerró la cárcel.
Ricardo Lalinde López

 INDEPENDENCIA DE INESTRILLAS

Hasta el siglo XVI Inestrillas perteneció al obispado de Calahorra, pero gracias a un “breve” enviado por el papa Gregorio XIII, el rey Felipe II obtuvo licencia para “poder desmembrar, apartar y vender a perpetuamente cualesquiera villas y lugares, vasallos, jurisdicciones, fortalezas y otros bienes y heredades (...) pertenecientes a cualquier yglesias de estos nuestros reynos cathedrales ... y Dignidades...”
En virtud del breve papal, Felipe II procede de forma que“... desmembramos, quitamos y apartamos de la jurisdicción de la dicha dignidad obispal de Calahorra la dicha villa de Inestrillas con su jurisdicción civil y criminal alta y baja mero mixto imperio y de sus términos y en primera y segunda instancia y en grado de apelación y las dichas penas de cámara y de sangre y la dicha fortaleza y los dos pedazos de tierra que son anejas a ella y las escribanías públicas de la dicha villa y sus términos y las demás rentas y derechos anejos y pertenecientes a la dicha jurisdicción, señorío y vasallaje que en ella tenía y lleva y pertenecían a la dicha dignidad de Calahorra y todo ello lo aplique e incorpore en mi corona y patrimonio real como si necesario es ahora de nuevo lo desmembró e incorporo a ella en virtud de dicho breve y letras apostólicas según más particularmente se contiene en dicha carta de desmembración...”
En el año 1584, en la villa de Madrid y ante el escribano Gaspar Pérez, se otorga escritura pública por la cual la villa de Inestrillas conseguía la independencia señorial de los herederos de Esteban Lomelín, pasando a jurisdicción propia, esto es, dependiente directamente ante el rey Felipe II, por lo que Inestrillas adquiría la denominación de Villa Realenga.
Inestrillas consiguió esta independencia en el año 1584 de la familia Lomelín, que ejercía señorío sobre ella, y no del Conde de Aguilar, mediante el pago de 1.178.226 maravedíes, a razón de 11.000 maravedíes por vecino. Siete años después vuelven a comprar su jurisdicción a la Dignidad Episcopal de Calahorra, que siempre tuvo cierto señorío civil sobre el castillo y la villa de Inestrillas y que, quizá para sacar al pueblo de algún apuro económico ocurrido en esos siete años, volvió a hacerse cargo el obispado mediante una ayuda oportuna. Pero Inestrillas, el 21 de agosto de 1591, en documento firmado por el rey Felipe II en el Escorial, vuelve a jurisdicción propia, de modo que ya “no será vendida, ni enajenada, dada ni donada, sino que siempre quedará en la Corona de Castilla, y no la unirá ni la sujetará a ningún otro pueblo, y que el regimiento se junte cada año y haga su elección de oficios de alcaldes ordinarios y de la hermandad, regidores, alguaciles... “Inestrillas tuvo que pagar 1.669.809 maravedís y medio”.
Felipe V confirmó esta independencia de Inestrillas mediante documento firmado en Madrid el 10 de diciembre de 1709. (Documento inserto en el catastro del Marqués de la Ensenada).
Ricardo Lalinde López

 


Tal día como hoy, en 1940 y en plena primavera, venía al mundo este menda.
Mundo que al cabo de mis años me está resultando demasiado
mundano, egoísta y duro.
EPÍSTOLA
Vine al mundo en “curitates” y así me voy a morir,
un viaje de ida y vuelta que no se va a repetir.
Me arroparon con mantillas de esas de lino y torzal,
con cuidados de los tíos, abuelos y de papás.
Fui creciendo poco a poco en mi Inestrillas natal,
en él eché mis raíces, donde las pienso dejar.
Mi juventud fue muy alegre aunque no llegara el pan,
con manzanas y otras viandas no pasé hambre jamás.
La gente que hay en mi pueblo siempre ha sido muy tenaz;
a veces ha habido riñas, sin razón, por terquedad;
se acusaban unos a otros de haber hecho tal o cual,
y después del rifirrafe juntos a la taberna van.
Los había rencorosos y no se hablaban jamás
pero si algo grave allí ocurriera se unirían los que más;
recuerdo al río Alhama sus estragos al pasar,
y la gente codo a codo ayudando sin cesar…,
pienso en toda esa gente con sufridora paciencia
ayudar con complacencia al que en apuros está.
Y me pongo a meditar, y mis recuerdos me llevan
a tiempos ya muy lejanos, aquellos abuelos de antaño
llenos de amor y paciencia, que eran la miel y la esencia
del hogar y la familia tan solo con su presencia,
y cuando el mal genio acechaba y echaban un juramento
decían ser “padres nuestros” rezados en mal momento.
¡Hombres con más entereza no los he vuelto a ver,
esos hombres no se encuentran más que en los pueblos de ayer!
Inestrillas-Logroño, 26 de abril de 2021