sábado, 30 de diciembre de 2017

ELEGÍA AL VALLE DEL ALHAMA

Sacude el sol su melena
en el Valle del Alhama
en las esbeltas montañas
que brillan por las mañanas.

La vida priva su fulgor
al pueblo que tiembla y brama,
y el cielo se pone negro
y abre sus fúnebres alas.

Todo en la altura son sombras;
y en el aire no hay calma,
la lluvia rompe a torrentes
y el río revienta y mata.

Cada relámpago alumbra
al valle que impone y pasma,
da temor al que lo mira
y hasta Dios alza su alma.

El río Alhama a su paso
pide paz y pide calma,
y las turbulentas aguas
por los espacios escalan;

bajo un manto de tinieblas
que en las montañas más altas
vuelan en alas del viento
como si fueran fantasmas.

Al clamor de las centellas
que la borrasca despacha,
al reventar se convierten
las nubes en rojas ascuas;

como hoja que se suelta
al abandonar su rama,
los impulsos de huracanes
a los nogales descuajan,

sus ramas ya se doblegan
como en el campo las cañas,
y al quebrarse por el viento
ninguna mano la salva.

La soledad es destierro
a su terrible amenaza;
la tierra su inmensa tumba,
y el espacio su gran placa.

Los que despacio caminan
sus oraciones levantan
al Ser que todo lo puede
encomendando su alma .

Y mirando las horrendas
tragedias de la tormenta,
entre los truenos y rayos
que roncos de miedo espantan,

besa el esposo a la esposa
al verle caer sus lágrimas,
y mirando al cielo dice:
¡Mi amor ten mucha esperanza!

Pues Dios es todo y todo puede
y es el único que salva
al que en los vastos peligros
con sus lamentos lo aclaman.


Inestrillas, 26 de diciembre de 2017

miércoles, 27 de diciembre de 2017

A TENERIFE

Extensas llanuras de azul
abiertas a todos los vientos,
gigantescos monumentos
que el tiempo envolvió en su tul.

Me voy y al marchar sonrío...,
que una gran rosa en el mar
pusiera Dios al crear
tanto color y misterio.

Montes en forma de conos
emergieron del infierno,
y dieron con mucho tino
frutos y flores a cientos.

Pueblos albos que se unen
alrededor de volcanes,
los que nacieron después
por las playas se disponen.

La Virgen de Candelaria
y el Cristo de la Laguna,
son el alma tinerfeña
donde no falta plegaria.

Valle de Guerra..., canario,
valle como pocos haya,
vigila desde la atalaya
del Teide en su desafío,

y cultivadas mil flores
entre hermosos platanales...,
hacen sonreír a estas gentes
de aspectos muy fraternales.

Allí arriba el rey del cono
cano y ceniciento a la vez,
se asentó con altivez
y está dormido en su trono.

Javier Figueroa el Guanche,
el más fiel y el más canario,
hace en su pelear diario
de Guerra que te emborrache.

He conversado con gentes
de estos agrestes lugares;
son gentes buenas y afables,
son gentes que esperan pacientes.
REFLEXIONES SOBRE LA VIDA

Los días sin interés son como la grasa incrustada sobre el cuerpo, como una costra en el alma.

Hay un bochorno que lentamente mancha nuestras mejillas sonrojándolas, aunque se calla y olvida.

Alguien puso estos agobios en mi, aún cuando no diga nada.
Y es que hay zoquetes andando, conversando con gentes y espíritus, echándose en el barro y hurgando en la mierda del interés y la fama.

Cerdos de morros que cantan entre amigos y familias, donde algunos instruidos hablan de sexo y de guerra, de política y de éxodos, de independencias y fortunas en su provecho, reviviendo la esperanza, ¡Pobres...! Puercos de un planeta fácil en que el engañador quiere creer que engaña, mientras los ácidos lentamente llevan los vómitos a su garganta.

Hay hombres que caen todos los días de pié desde su cara, y ven y sienten que están vacíos, y en su pecho va creciendo la muerte de su alma.

Hombres que no se avergüenzan ni se cansan, que no preguntan ni quieren saber nada.

¿Qué viene a hacer tanta nobleza fracasada?

Yo he aceptado que mi cuerpo nunca será inmortal, que envejecerá, y un día se acabará. Que estamos hechos de recuerdos y de olvidos, que la vida me devolverá lo que le de, bueno o malo y pagaré por ello.

He aceptado que todo lo que tengo es prestado, que no me pertenece, como no me pertenece mi propia existencia.

Yo he aceptado que vine al mundo para hacer algo por él, para dejar la semilla que dejaron mis ancestros y para tratar de dar lo mejor de mí, dejar un rastro positivo de mis pasos en el momento de mi última partida.

Entonces llega la gran pregunta, ¿Porqué no ser mas generosos? ¿Porqué somos tan codiciosos?




INICIO PARA UN BUEN POETA Y MEJOR AMIGO

Una vez más, el siempre amigo Ricardo Lalinde López, abanderado de Inestrillas, me ofrece galantemente su nuevo libro para que lo presente con una sencilla introducción de parte mía.
Lo hago con mucho gusto por venir de él, que todo lo merece, y por ser el medio más apropiado de ponerme en contacto con todos los amables vecinos y simpatizantes de la sin par villa riojana de Inestrillas.

En esta ocasión la hoja introductoria se titula página preliminar, por su espacio y disposición, por ocupar sencillamente la delantera del libro, el umbral de la casa, el dintel de la puerta, el pregón de la fiesta. Porque, dentro, el interior del libro es una mansión elegante y variada, una fiesta sonora y alegre, propia de estas tierras de Inestrillas y Valle del Alhama.

Aprovecho, pues esta privilegiada delantera de palco para felicitar al autor por esta nueva y afortunada entrega de su ya larga obra, histórica y política, siempre sugestiva, sobre la querida villa de sus amores.

Felicito igualmente desde esta página preliminar, a todos los afortunados lectores de tan sabroso libro que disfrutan y tienen entre sus manos.

Felicidades, Ricardo. Todos estamos de enhorabuena.

Felipe Abad León.
Cronista Oficial de La Rioja.
Académico Correspondiente de las
Reales Academias de la Historia
y Española de la Lengua.
Hijo adoptivo de Inestrillas.




A título póstumo.
Este es el último prólogo que me hizo don Felipe para mi nuevo libro “El Cisne del Alhama”.
Título que él me asignó como sobrenombre: el día 28 de octubre me telefoneó para decirme que tenía preparado el prólogo y quedamos en vernos el día 2 de noviembre, al ver el prólogo le pregunté por qué era tan breve, me indicó que no podía alargarlo más porque se dormía escribiendo y pensaba que no iba a poder hacerlo.
Cuatro días después moría, jamás podía imaginar que la muerte lo acechara tan de cerca.
Que Dios lo tenga en el mejor lugar del Paraíso. Gracias Don Felipe por toda su ayuda y por sus buenos consejos, siempre lo tendré presente.