domingo, 31 de enero de 2016


SUEÑOS



¡Cuántos sueños se guardan en nuestra alma!

¡Cuánta inspiración poética y cuántas flores!

En el hogar sereno ¡cuánta calma!

Y en mi entraña ¡qué inmensa sed de amores!



Todo queda muy lejos, todo es ya ido,

¿Donde está nuestra noche soñadora?

¡Quedan muchos cantos muertos en el nido,

y deja muchos lamentos la aurora!



Bajo el nogal soberbio y arrogante

que domina toda la vega del Alhama,

mi corazón palpitó galopante

cuando escuché de sus labios que me ama.



¡Presente en mi recuerdo todo queda!

La vieja casa, el arbolado denso...,

el río alegre..., el huerto y la alameda,

donde al atardecer, nos dimos un beso.



Te busco, como antaño te buscaba,

y me pareció verte entre colores,

cuando tu pelo en el rosal rozaba

y quedaba enredado entre las flores.



Todo lo recuerdo..., ¡pero no existe!

Todo siento que pasó..., ¡y no lo creo!

Está todo en silencio, todo triste...

Todo cambiado y feliz como ayer veo.



¡Ya nunca tornarán noches de plata!

Ni aproximarán a mi alma su armonía

mil trinos con doliente serenata,

ni el dorado atardecer su sinfonía.





Logroño, 26 de enero de 2016

sábado, 23 de enero de 2016


FRENTE A TI



Siento el rozar de tu ropa,

tus pasos turba el misterio,

pasas rozando mis brazos

y estoy en tu cautiverio.

Eres la misma de siempre,

esbelta, lozana y gentil,

negros y brillantes ojos,

alegres como el mes de abril; 

              suave y estirado el cabello,

leve arrebuja tu rostro,

y en mi oído musitabas

con un gemido y un llanto;

yo te respondí en voz baja

mientras tus manos temblaban,

las estreché entre las mías

al tiempo que me mirabas.

¡Nada cambiaron tus ojos,

siempre me observan tranquilos,

me buscas como a un hermano,

fría en mis tiernos halagos!

Tampoco cambió la luna

arrastrando sus reflejos

a través de las persianas

de los balcones abiertos;

ahí la mesa en que cosías,

allá el cuadro del abuelo,

allí tu sombra y mi sombra

frente al cristal del espejo.



Todo es lo mismo: te miro...,

y al mirarte ya no tiemblo,

cuando tu me miras sueño,

y sueño que dentro de mi

algo importante se ha ido.

Siempre que oigo las campanas

siento que tocan a muerto,

aunque estén tocando a gloria,

aunque toquen un concierto.

No te miro como antaño,

ni por las noches te sueño,

ni te encuentro pavorosa

ni con aspecto risueño.

Hace un tiempo en que venías

recogiendo tu cabello,

con tu bata azul turquesa

y dulces ojos de cielo;

aplique oscuro en la mano,

collar de perlas al cuello,

sonrisa tierna en los labios

y blanco azahar en el pelo.



No me agito al contemplarte

ni te distingo si sueño,

se ha borrado tu imagen

entre cortinas y el lecho.

Todo queda solitario.

Todo queda negro, negro.

Mi alcoba ya no es alcoba

mi alcoba es un cementerio.

La tarde se va muriendo,

mi corazón confundiendo,

busque la flor de tus besos

entre las flores del huerto

y con mis manos convulsas

las oprimí contra el pecho;

miré luego en torno mío

y al mirarme me di miedo...

Perdóname si te digo...,

nunca más, ya no te quiero.



Logroño, 23 de enero de 2016

jueves, 21 de enero de 2016

HUELLAS EN EL POLVO
Somos tan solo en la vida
sombras que se balancean,
un sin fin de vanidades
con muy ruidosa presencia.
Somos un saco de huesos
cargado de necedades,
vestidos con apariencia
de personas ejemplares.
Pasamos sin darnos cuenta
que solo de paso vamos,
y en un momento cualquiera
en el otro mundo estamos.
Y tantos caminos andados,
y tantos momentos vividos,
serán recuerdos lejanos
más allá de nuestro olvido.
De mi primer libro,
"COMO SALEN DEL ALMA".
25 de julio de 2001

martes, 19 de enero de 2016


GLOSAS DEL ALHAMA


Apacibles ruiseñores:

quedó la huerta callada,

por mi ventana entran flores,

pero yo no veo a mi amada.


Amapola sonrosada

de este valle del Alhama:

si no estás enamorada

quieres ser mi linda amada?


Por ababol eres llamada,

siendo tan pura y callada,

¿por qué quieres ser amada

si no estás enamorada?


Amapola del Alhama

no tienes canto sonoro,

pero tu color me calma

más que las joyas y el oro.


Cuando al amanecer el día

y al despertar de la siesta,

las picazas hacen fiesta

con chácharas y gritería.


Duerme bien con rojo clavel

y jazmín ponte en las sienes;

que el cardo es solo desdenes

y solo da furia el laurel.

Del espliego su dulce miel,

jugo el de la naranjada,

del higo la mermelada

y de la cera el aguamiel.


Grita al sordo, seña al mudo,

al servicial y al palurdo.

No temas al desgraciado,

si al estallar una estrella

logras atrapar la huella

de tu afán afortunado.


En la higuera frondosa

bajo su sombra en mantilla;

crece la flor más sencilla

y la perfumada rosa;

liba allí la mariposa,

y gorgoritea el ruiseñor.

Aunque prefiero tu amor,

de quien un tanto se aleja;

copa en que yace la queja

del Valle del ruiseñor.



Logroño, 19 de enero de 2016









viernes, 15 de enero de 2016




                MADRE NATURA


Querido Valle: Triste y soñoliento

quiero volver a sentir tu regazo;

besar tu suelo, escuchar tu lamento

y notar la dulzura de tu abrazo.


Tú no varias, ni mudas, ni encaneces;

en ti se halla la bondad perdida,

siempre lozano y joven apareces

entre las vastas penas de la vida.


Con todo el furor que mi ser consume

quiero recostarme sobre tu lecho,

como el niño que de madre presume

buscando el calor de su dulce pecho.


¡Quiero tu luz, tu sol y el prado verde!

¡Horizonte garzo que la limite,

sombra para pensar cuanto recuerde,

cielo para juzgar cuanto medite!


Abre, hospedería, tu casa muda,

tus tranquilas y extensas soledades,

y deja que mi llegada sacuda

el pesado agobio de las ciudades.


Ya no quiero combatir: en mi brota

el tremendo dolor de mi herida,

y quedo caído, con el alma rota,

en la espantosa guerra de la vida.



Logroño, enero de 2016










sábado, 9 de enero de 2016


PARA ESE DÍA

Morir quisiera al agotarse el día

en mi valle amado y mirando al cielo,

donde parezca un sueño la agonía

y mi alma el ave que remonta el vuelo.
 

No quisiera oír en esos instantes

entre rosales, cielo y amapolas,

ni voces ni plegarias sollozantes,

solo el dulce canto de las aves solas.
 

Morir cuando la luz, su luz retira

en las doradas redes de la onda verde,

y ser como el sol que tardo respira:

algo refulgente que se pierde.
 

Extinguirse antes de que se destruya

el tiempo etéreo de la noble corona,

cuando la vida dice... “Aún soy tuya”,

y aunque, entendamos que nos traiciona.




Logroño, 8 de enero de 2016


lunes, 4 de enero de 2016


CARENCIA

De los amigos que tanto yo quería

y que en poco tiempo me han dejado,

se deslizan en sombras a mi lado,

con el corto alivio para mi memoria.


Sus llamadas se entremezclan con la mía

y me veo desvalido y desvelado

en la disputa de salvar el vado

que me llevaría hasta su compañía.


Dejo la invitación embriagadora,

imagino que el plazo se somete

y limpia el infinito cada hora.

Y reboso los extremos, de suerte

que mi lamento es inmenso y explora

y me familiarizo con la muerte.



Logroño, 4 de enero de 2016

domingo, 3 de enero de 2016


      
          EL CANTO DE MARTÍN FIERRO
 
 
              Cuando leo a Martín Fierro     

pongo carne de gallina,

y no encuentro medicina

que me arregle este cotarro

aunque tome una aspirina.


Y aunque nací en el Alhama

y mi pueblo es Inestrillas,

soy cuna de mil letrillas

como Casona en la “Dama”

o Bretón en Tonadillas.


Atiendan pues los lectores

y miren bien los fisgones,

a todos pido perdones;

pues si son observadores

quitemos las tentaciones.


Al cantor le llaman bueno

si es uno de los mejores,

pues si es uno de los piores

porque cantando es un trueno

lo corren a gorretones.


Por eso cuando yo canto

canto a chorro como un gaucho,

y no ladro como un chucho

de esos que escuchan el llanto

de vihuela o sacabucho.


Me fui del poblacho a medrar

-que es una cosa muy dicha-

más el riesgo se encapricha

y me persigue el azar

ante toda mi desdicha.


Pasé los días odiosos

intentando recuperar

y ver si me puedo olvidar

de desgraciados acosos

templando de nuevo al cantar.


Y si vos no tenéis cuajo

pa seguir juerga y jarana

o si al entonar no mana

un buen chorro en tiempo bajo

que se temple de mañana
 
              o que se vaya al carajo.




Logroño, enero de 2016


viernes, 1 de enero de 2016


VELADAS

(Reflexión en la Villa de Inestrillas)


Sacude el sol su melena

en el Valle del Alhama

en las esbeltas montañas

que brillan por las mañanas.


La vida priva su fulgor

al pueblo que tiembla y brama,

y el cielo se pone negro

y abre sus fúnebres alas.


Todo en la altura son sombras;

y en el aire no hay calma,

la lluvia rompe a torrentes

y el río revienta y mata.


Cada relámpago alumbra

al valle que impone y pasma,

da temor al que lo mira

y hasta Dios alza su alma.


El río Alhama a su paso

pide paz y pide calma,

y las turbulentas aguas

por los espacios escalan;


bajo un manto de tinieblas

que en las montañas más altas

vuelan en alas del viento

como si fueran fantasmas.


Al clamor de las centellas

que la borrasca despacha,

al reventar se convierten

las nubes en rojas ascuas;


como hoja que se suelta

al abandonar su rama,

los impulsos de huracanes

a los nogales descuajan,


sus ramas ya se doblegan

como en el campo las cañas,

y al quebrarse por el viento

ninguna mano la salva.


La soledad es destierro

a su terrible amenaza;

la tierra su inmensa tumba,

y el espacio su gran placa.


Los que despacio caminan

sus oraciones levantan

al Ser que todo lo puede

encomendando su alma .


Y mirando las horrendas

tragedias de la tormenta,

entre los truenos y rayos

que roncos de miedo espantan,


besa el esposo a la esposa

al verle caer sus lágrimas,

y mirando al cielo dice:

¡Mi amor ten mucha esperanza!


Pues Dios es todo y todo puede

y es el único que salva

al que en los vastos peligros

con sus lamentos lo aclaman.



Inestrillas, 26 de diciembre de 2015