martes, 4 de diciembre de 2012


LA REINA DE MI HOGAR

Es mi reina la que conserva la paz,
la paz que serena y sana mi herida.
Quien del manantial sacro de la vida
vigila y preserva la llama fugaz.

Es aquella que, lejana a la caterva,
apacible, honesta y con destreza, 
tranquiliza la estancia con nobleza
pura se muestra y casta se preserva.

Por todo ello, es la más admirada,
por su amor perenne e inagotable,
la familia la quiere y la reclama:

sólido refugio y ardiente morada,
flor de felicidad inmarchitable,
aliento fraternal que a todos ama.

             Logroño,  8 de diciembre de 2012
                              (En el día de la Madre)

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