sábado, 15 de septiembre de 2018

COPLAS

I  

Por el camino más verde
del Alhama el más sombrío.
Ejemplo de recio albedrío
es este valle aguaverde.
Alhama de verdes tallos,
yo te aprendí a querer
al lado de una mujer,
y a la grupa de mis bayos.

II

Bebí de tu labio ardiente
fiebres de ansia y de miedo,
mis versos de amor ausente
quiero versar y no puedo.
Y ahora a mi me da miedo
cuando alboroto el tañido,
porque fracasé y procedo
a ser mi dueño medido.

III

Noche negra y tenebrosa
enciende luz generosa,
que tengo hijos y esposa
y una yeguada preciosa.
Cierra tu inmunda rendija
en esa orilla arenosa,
y abre tu negra cobija
para este cielo de rosa.


IV

Noches de canto farrero
mi pecho se desabrocha,
noche de relato fiero
te subiste por la trocha.
Abre tu ventana al raso
que la soledad no de un paso,
perfuma el monte parnaso
la tierna flor del ocaso.

V

La nostalgia de tu ausencia
contra el alma me palpita,
de agua y sed es su carencia
por esta tierra marchita.
Noche que al alma le enseña
un deseo humano y macho,
a Santa Lucia le sueña
y a San Juan le reza un cacho.

VI

Arbolillo de hojas finas,
hogar de muchas congojas,
como quedaste si hojas
el sol besa tus espinas.
Arbolillo del Alhama
yo te vengo a preguntar,
viste llevarse mi alma
¿tú me puedes contestar?


VII

Inestrillero fiestero
¡cómo estarás de congojas!
Arbolillo inestrillero
¡ya no te quedan ni hojas!
Arbolillo que la viste
y la saludaste al pasar,
tú quedaste seco y triste
yo con el más duro pesar.

VIII

Bien se el ansia del amorío
cuando la noche se cierra,
pasa el dolor de la tierra
como un campesino sombrío.
La amargura se me estira
       el momento en que ella se fue,
cuando el cantante suspira
y cuando el Cristo roto fue.

IX

Vente chiquilla conmigo
a un lugar que te realce,
donde el dulzor del romance
no tape fulgente abrigo.
El río corre entre hinojos
y a mi se me lleva el viento,
¿Si no me miran tus ojos
donde va mi pensamiento?


X

A coser sueños me pongo
y a pensar por un instante,
si no seré un hombre errante
entre el remanso y el fango.
Para reforzar mi aliento
el viento empujó contento
ayer remontaba lento
hoy remonto a contra viento.

XI

Jotero con jotas muerde
el silencio y el paisaje,
a la vuelta de mi viaje
el jotero se me pierde.
En mi caballo pintado
que compré por nueve reales,
recordé en los andurriales
Mis cantos junto al arado.





Logroño, 15 de agosto de 2018

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