jueves, 29 de abril de 2021

 INDEPENDENCIA DE INESTRILLAS

Hasta el siglo XVI Inestrillas perteneció al obispado de Calahorra, pero gracias a un “breve” enviado por el papa Gregorio XIII, el rey Felipe II obtuvo licencia para “poder desmembrar, apartar y vender a perpetuamente cualesquiera villas y lugares, vasallos, jurisdicciones, fortalezas y otros bienes y heredades (...) pertenecientes a cualquier yglesias de estos nuestros reynos cathedrales ... y Dignidades...”
En virtud del breve papal, Felipe II procede de forma que“... desmembramos, quitamos y apartamos de la jurisdicción de la dicha dignidad obispal de Calahorra la dicha villa de Inestrillas con su jurisdicción civil y criminal alta y baja mero mixto imperio y de sus términos y en primera y segunda instancia y en grado de apelación y las dichas penas de cámara y de sangre y la dicha fortaleza y los dos pedazos de tierra que son anejas a ella y las escribanías públicas de la dicha villa y sus términos y las demás rentas y derechos anejos y pertenecientes a la dicha jurisdicción, señorío y vasallaje que en ella tenía y lleva y pertenecían a la dicha dignidad de Calahorra y todo ello lo aplique e incorpore en mi corona y patrimonio real como si necesario es ahora de nuevo lo desmembró e incorporo a ella en virtud de dicho breve y letras apostólicas según más particularmente se contiene en dicha carta de desmembración...”
En el año 1584, en la villa de Madrid y ante el escribano Gaspar Pérez, se otorga escritura pública por la cual la villa de Inestrillas conseguía la independencia señorial de los herederos de Esteban Lomelín, pasando a jurisdicción propia, esto es, dependiente directamente ante el rey Felipe II, por lo que Inestrillas adquiría la denominación de Villa Realenga.
Inestrillas consiguió esta independencia en el año 1584 de la familia Lomelín, que ejercía señorío sobre ella, y no del Conde de Aguilar, mediante el pago de 1.178.226 maravedíes, a razón de 11.000 maravedíes por vecino. Siete años después vuelven a comprar su jurisdicción a la Dignidad Episcopal de Calahorra, que siempre tuvo cierto señorío civil sobre el castillo y la villa de Inestrillas y que, quizá para sacar al pueblo de algún apuro económico ocurrido en esos siete años, volvió a hacerse cargo el obispado mediante una ayuda oportuna. Pero Inestrillas, el 21 de agosto de 1591, en documento firmado por el rey Felipe II en el Escorial, vuelve a jurisdicción propia, de modo que ya “no será vendida, ni enajenada, dada ni donada, sino que siempre quedará en la Corona de Castilla, y no la unirá ni la sujetará a ningún otro pueblo, y que el regimiento se junte cada año y haga su elección de oficios de alcaldes ordinarios y de la hermandad, regidores, alguaciles... “Inestrillas tuvo que pagar 1.669.809 maravedís y medio”.
Felipe V confirmó esta independencia de Inestrillas mediante documento firmado en Madrid el 10 de diciembre de 1709. (Documento inserto en el catastro del Marqués de la Ensenada).
Ricardo Lalinde López

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