miércoles, 21 de noviembre de 2012


DÁNDOME DESCANSO AL ALMA

Porque lo ha mandado el viento
gira tu piedra molino,
las aspas dan muchas y vueltas
y el grano rompe muy fino.

Cara al viento, monte arriba,
buscando un lugar en calma
iba yo con mi jumento
una mañana temprana,

y mientras la muela molía
dejando el grano muy fino
buscaba descanso al cuerpo
en lo alto del camino,

y cuando a la cima llegué
el sol los ojos cegaba,
me puse a la sombra un rato
dándome descanso al alma.

Con los últimos reflejos
que la tarde me mandaba,
se iban perdiendo a lo lejos
los rayos que me quemaban.

Detrás de ellos lentamente
de la cima me bajaba,
dando al aire una canción;
poco a poco descansaba.

¿Hay que amar solo la vida
o también amar la muerte?
Amar, amar cada día,
morir mejor de repente.

Sigue moliendo, molino,
que el viento te lo ha mandado,
las órdenes son muy severas
y el cierzo pasa  volando.



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