martes, 3 de noviembre de 2015


Reflexiones:

NOSOTROS no fuimos los que hemos eliminado...

La melodía musical, el talento y la creatividad de las obras artísticas,
la buena voz a la hora de cantar, el orgullo por nuestra apariencia exterior, la cortesía en el hablar, el romance con las relaciones amorosas, el comportamiento con la pareja, la responsabilidad de la paternidad, la unión de la familia, el aprendizaje y el buen gusto por la cultura, el sentimiento de patriotismo.

No hemos sido nosotros los que abolimos:
La urbanidad en las escuelas y ciudades, el buen comportamiento intelectual, el refinamiento del lenguaje, el gusto por la buena literatura, la prudencia en el gastar, la ambición por querer ser alguien en la vida...

No ha sido nuestra generación la que impuso:
la falta de respeto por los demás, la vulgaridad y la grosería, la falta de solidaridad en la calle, en las escuelas, en los hospitales; el sentirse orgulloso de haber sacado a Dios de nuestras vidas.

Nosotros no acabamos con el respeto por los demás:
en especial por las mujeres y los ancianos, ni tampoco fuimos los que eliminamos la paciencia y la tolerancia de nuestras relaciones personales, ni de nuestras entusiasmo con los demás.

Aún puedo reírme de las críticas, a pesar de que muchas veces me cueste oír bien y entender lo que dicen de mí. Algunos pensarán que me he vuelto un cascarrabias o un intransigente. Pues no..., simplemente es que creo que tengo edad para decir que hay muchas cosas que ya no me agradan... Como los embotellamientos del tráfico, ni las multitudes, ni la música alta, ni los niños gritones y mal educados, ni los perros que ladran incesantemente, ni los dueños de los perros que los sacan a cagar a las aceras, ni las filas eternas, ni otras muchas cosas... pero no os quiero cansar porque diréis que soy un viejo gruñón.

Pero eso si, tengo intención de seguir disfrutando de mi vida, la vida que Dios me dio, respetando a los otros y deseando que los demás me respeten.

Sólo las personas mayores podemos entender esto.



Ricardo Lalinde López


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