domingo, 29 de enero de 2017

A MI FIEL COMPAÑERA, A LA MUERTE

Quisiera no tenerte miedo muerte,
desde que nací y vi la luz primera
tú siempre fuiste mi fiel compañera.

Siempre intangible, pero siempre presente.
Siempre de tras de mi como una sombra.
Tu canto triste, día y noche me nombra.

Tal vez cuando quizás menos lo espero
sentiré dulcemente que me muero,
un día del que ya no tengo recuerdo.

Me llevarás asido de la mano.
Me llevarás, sí, muerte, por sorpresa.
Igual que el gavilán lleva a su presa…

Más te ruego cruel parca, en la fosa...
No condenes mis restos al olvido.
¡Déjame ser de tus jardines... rosa!


Logroño, enero de 2017

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