lunes, 14 de mayo de 2018

        EPÍSTOLA A MI MENTOR
                     (D. Felipe Abad León)

Cuan suele lamentarse dulcemente,
con templada voz y profundo salmo,
es el Cisne del Alhama en triste canto,
cual Felipe fue en amoroso llanto
y apasionados ayes, su mentor cercano...,
el ánima se queda fuertemente dolorida;
y con la ambición más crecida,
contemplándose ya sucumbiendo,
en el profundo dolor sintiendo
que por momentos en su seno crece,
con fresco soplo que el dolor le ofrece
suelta el lamento de una profunda pena
y al instante desfallece,
pues el dolor sentido le enajena.

Luego que en su paz ya ha retornado
y después de un gran ahogo que le oprime,
piensa acabar él sin ventura
del agudo dolor que le comprime;
después vuelve al lugar acostumbrado
y comienza a lamentarse con ternura,
y la dolencia que es la causa de su muerte
llama en la despiadada suerte
con voz mórbida apresuradamente;
y manifestando la marcha rigurosa,
pide a los dioses celestiales,
que con deceso bendito clama,
quieran ya poner fin a tantos males
      con una muerte piadosa que llegue
      hasta el Valle del Alhama.

Logroño, Semana Santa de 2018

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