domingo, 1 de noviembre de 2020

 

ROMANCE A LA VIEJA FENESTRELLAS

En el año mil quinientos

en calle estrecha y torcida

Inestrillas fue aledaños

de otra ciudad ya perdida;

celtíberos por más señas

eran sus gentes habidas

llegados de tierras vanas,

parados en esta quinta.


El palacio


En el farallón rocoso

hay profunda y negra cueva

donde vivieron los monjes

consagrados a su ofrenda.

Allí vivió Juan Manuel

González de Castejón,

que presto mandó edificar

palacio en el farallón ;


y con un sobre en la mano

escrito con precisión,

salió a dirigir el mismo

las obras de la gran mansión

en el que muestra un empeño

digno de su gran condición,

que al poco tiempo termina

este singular bastión…,


se alza como una colmena

de manera muy especial,

y si contamos el tiempo

de este atípico palacio

vamos al mil setecientos

que al cabo hoy festejamos

fecha de su nacimiento

que es un motivo muy grato.


De cuatro hijos que tuvo

Juan González de Castejón,

Pedro fue el de más coraje

y el de mejor condición,

también título de Marqués

tuvo este gran marinero,

y fue Ministro de marina,

Conde de Ágreda, primero.


Años de grandes ejemplos

nos dio el hijo más hidalgo,

fue Ministro de marina

para España y el rey Carlos,

allí en los grandes combates

él dio la cara primero

y siempre fue un gran ejemplo

de todos los marineros


El rey con semblante alegre

se alzó presto del sillón

pues acaba de enterarse

que en otra batalla venció.

Y haciendo mil reverencias,

otra después, y otra luego,

sale dispuesto al balcón

a proclamar vencedor

que sin duda ya no es otro

que González de Castejón.


Las viviendas rupestres

La arquitectura rupestre

en el farallón cavadas,

son textos que nos dejaron

las culturas más lejanas.

Al no existir la escritura

para conocer su historia,

nos servimos de sus cuevas

que son la mejor memoria.

Por eso en la pared rocosa

quedó el testimonio escrito,

de aquellos que aquí vivieron

antes que naciera Cristo.

La lucha por su existencia

fue una combate natural,

pues ellos se dedicaban

a recolectar y a cazar.

Tranquilos y sosegados

vivía este pueblo y su gente,

pero otros pueblos llegados

pactaron indignamente.

El pueblo al que referimos

era población romana

nacidos para las guerras

curtidos en mil batallas.

Pronto hallaron un lugar

mejor que el que ya tenían,

llamarían “Ciudad Blanca”,

por Contrebia hoy conocida.

Después de luchas y luchas,

después de llorar lo sufrido

nos encontramos ahora

por Sertorianos vencidos.


Y así se escribe la historia

de este pueblo del Alhama,

historia de grandes hombres

que nunca nadie declama.


La cárcel

En la cárcel de Inestrillas

que es una caverna oscura

y con un candil de hierro

que da más sombra que alumbra,

pasaba una extraña escena

a la que uno no acostumbra

en horrenda pesadilla

que en sueños se nos revela.


Y al tiempo el as del ocaso

su perenne lumbre oculta,

el sol la tierra y los cielos

entre tinieblas se enluta;

en un cancillo sentado

y con negras vestiduras

está el corregidor Cenón

con mal genio y faz adusta.

En la cárcel de Inestrillas

sepulcral silencio reina,

pues solamente se escucha

el chisporrotear de la tea.

Pronto el severo alcalde

con voz sepulcral rotunda

pide que llegue el testigo

que ha de sufrir tortura.


Allí estaban encerrados

sarracenos y cristianos,

unos por rezos de moros

otros por alargar las manos,

y a su lado en una mesa

que más parece una tumba,

dispone un viejo notario

la sentencia que aún retumba.


El preso que comentamos

es don Diego del Redal,

miembro de antiguo linaje

estirpe de los del Redal

y de su esposa “La Recia”

cadáver en aquel lugar,

y don Álvaro Cubillo

que fue puesto en libertad...

El castillo


Hay un castillo en la roca

que fue lar de doña Sancha

linaje de los Hinojosa

los dos, esposo y esposa.

Un nieto muy destacado

Rodrigo Ximenez Rada

fue arzobispo de Toledo

que inició la reconquista

en las Navas de Tolosa

y gracias a él no es España

ni mora ni musulmana.


Los señores de Hinojosa

fueron hermanos del Temple,

y ellas también grandes damas

ejercieron de templarias.

El dominio de la Villa

sin olvidar la alcazaba

a través de doña Sancha

pasaron a los Azagra…,

-la gran estirpe navarra-.


En las tardes del estío,

cuando el ocaso se inclina

el sol entre blancas nubes

de oro y grana se matiza

trayendo calma a la noche

que lucirá nueva alborada.

Y esta es la historia más fiel

que os puedo yo ofrecer

de la vieja Fenestrellas,

estar con vosotros ha sido

un verdadero placer.


en Inestrillas, La Rioja, 26 de abril de 2020.

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