jueves, 15 de mayo de 2014



PASEANDO POR EL VALLE DELEITOSO

Paseando por el valle deleitoso
escuchaba los pájaros cantores;
el jilguero en las ramas orgulloso
y en lo alto vigilando los halcones
el comienzo en su vuelo aparatoso.

Separados mis párpados del sueño,
la meseta despierta entusiasmada:
el semblante es descansado y risueño,
me llegó a recordar la madrugada.

Del naciente los plateados fulgores
comienzan a florecer; la vereda
solloza vagamente, el sauce llora
junto a la fresca majada del suelo,
y los jilgueros elevan al cielo
la sinfonía del canto de la aurora .
La bandada de pájaros cantora
sus trinos unen al musitar del río;
llora el follaje temblando, ondulea.
En el labrantío destaca el caserío.


Y va aumentando el esplendor y crece               
            el recital revuelo de los buitres
           que en sus majestuosas sombras al viento                
           hacen vibrar al firmamento, y nace
           una explosión de notas y colores
           que llevara a la tierra al infinito. 

              ¡Así es este mi valle bendito!



Inestrillas, abril de 2014

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