lunes, 7 de julio de 2014



EL SÁBADO

Desperté a la aurora y levanté temprano,
por entre caminos: subí al altozano
y me encontré con Dios...,


y sentí la brisa limpia de la tierra
que como la niebla, lenta va bajando,
absorbí la bruma limpia de la sierra
me lavé en la fuente que sigue manando
como en otros tiempos...,


y como las rosas quedé perfumado.
Tiré de la grama para ir la arrancando
y la avena loca también desmembrando,
cuando el astro padre se estaba ocultando   
me di unos respiros...,


estaba agobiado, sudando y sudando,
de un salto ligero llegué hasta el ropero,
bebí del botijo, lo fui acariciando,
hasta haber saciado mi cuerpo yuntero,
me senté en el suelo...,


mis ojos quedaron fijos a lo lejos,
tañó la campana tocando las ocho,
en mis interiores como los vencejos
me marché volando pues yo no trasnocho
ya no soy mozuelo...,


La fiesta iniciada, los mozos bailaban,
sobre las baldosas el suelo temblaba,
fijos en el suelo mis ojos vibraban           
                           y junto a la verja flores adornaban
a un jardín regado que también bailaba...,
¡Y allí..., te esperaba!

Logroño, 3 de julio de 2014

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