lunes, 31 de agosto de 2015


EL RETORNO



Vieja villa de Inestrillas, triste estás meditando,

desde tu verde valle contagiaste mi quebranto

como el árbol va inclinándose al viento dormitando:

te traigo mi dolor y te ofrezco todo mi llanto.



Hoy he vuelto. Sigo siendo el mismo, la sed me aqueja

y pide tus fragancias, a ella le ofrezco esta canción,

y también soy el que aprecia cada minuto que deja

prendido el llanto más dulce dentro de mi corazón.



Hoy vuelvo a tu tranquilidad otoñal, he buscado

infructuosamente mi rastro entre todas las huellas

que sobrecogían al céfiro y el sol lo ha quemado,

todas mis ilusiones son las hojas muertas aquellas.



Mientras tanto, quiero recomenzar aquella senda

que un mal imperioso llegó a consumir los destellos

de la vieja alameda, y que te guardo como ofrenda

en lo mas profundo de mi alma y de mis resuellos.





Inestrillas, 30 de agosto de 2015

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