viernes, 18 de marzo de 2016


ROMANCE DEL CONDE FLORES

Grandes guerras se publican

Por la tierra y por el mar

Y al Conde Flores le nombran

Por capitán general.

Lloraba la condesita,

No cesaba de llorar:

Acaban de ser  casados

Y se tienen que apartar.

-“¿Cuántos días, cuántos meses

piensas estar por allá?”

-“Deja los meses condesa,

Por años puedes contar.

Si a los tres años no vuelvo

Viuda te puedes por dar.”

Pasan los tres y los cuatro,

Nuevas del conde no dan.

Ojos de la condesita

No cesaban de llorar.


Un día estando en la mesa

Su padre le empieza a hablar.

¿Por qué no te casas, hija,

porqué no te casas ya?

Condes y duques te piden

Te debes, hija, casar.

No lo quiera Dios del cielo

Que yo me vuelva a casar.

Carta en mi corazón tengo

Que don Flores vivo está.



Dame licencia mi padre

Para al conde ir a buscar.

Mi licencia ya la tienes

Mi bendición además.

Se retiró a su aposento

Llora que te llorarás.

Se quitó medias de seda,

De lana las fue a calzar,

Quitó zapatos de raso,

Los puso de cordobán,

Y un brial de seda verde

Que valía una ciudad.



Y esportillas de romero

Sobre el hombro se echó atrás.

Anduvo siete reinados

Morería y cristiandad

Anduvo por mar y tierra

no pudo al conde encontrar.

Cansada va la romera

Que ya no puede andar más,

Subió a un monte, bajo a un valle

Un castillo vio asomar.

Bajando por unas piedras

Gran vacada fue a encontrar.

-“Vaquerito, vaquerito

Te quería preguntar

¿de quién llevas tantas vacas

todas de un hierro y señal?”

-“Del conde Flores señora,

Que en aquel castillo está.”


-“¿El Conde  Flores es tu amo?

¿Cómo vive por acá?”

-“De la guerra vino rico,

Mañana se va a casar.

Están muertas la gallinas

Y están amasando el pan

Y la gente convidada

De lejos viniendo van.”

-“Vaquerito, vaquerito,

Por la Santa Trinidad,


Por el camino más corto

has de encaminarme allá.”

Jornada de todo el día

En medio lo hubo de andar.

Llegando frente al castillo

Al conde pudo encontrar.

Arriba estaba la novia

En un alto ventanal.

-“Dame limosna buen conde,

Por amor y caridad”.

-“Oh que ojos de romera,

yo en mi vida les vi tal.”

Sí los habrás visto, conde,

si en Sevilla estado has.”

-“¿La romera es de Sevilla?

¿Qué se cuenta por allá?


-“ Del Conde Flores, señor,

Poco bien y mucho mal.”

Echose mano al bolsillo

Un real de plata le da.

Para tan grande señor

poca limosna es un real.”

pues pida la romerica,

que lo que pida tendrá”.

Pido ese anillo de oro

que en tu dedo chico está”

Abriose de arriba abajo

El hábito de sayal.

-“¿No me conoces, buen conde?

Mira si conocerás

El brial de seda verde

Que me diste al desposar.”

Al mirarla en aquel traje

Cayose el conde hacia atrás,

Ni con agua ni con vino

Se podía despertar,

Sino con palabras dulces

Que la romera le da.

-“Malhaya la romerica

¿Quién la trajo por acá?”

-“No la maldigáis ninguno

Que es mi mujer natural

Con ella vuelvo a mi tierra.

adiós Dios señores quedad.”

Quédese con Dios la novia,

Vestidita y sin casar,

Que los amores primeros

Son muy malos de olvidar.
 
 
Un Romance muy español y muy olvidado.
para que vuelvan a recordarlo.


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