domingo, 10 de marzo de 2019

        HOLGAR EN INESTRILLAS

Descansaba una vez en Inestrillas
y una moza, con gesto de delirio,
cruzó, firme y derecha como un cirio,
evocación turbador de odas bellas,
aromática y noble como un lirio.

Parecía ilusionada en su mirada.
Iba con paso acompasado y tonto,
blanca toga de hilo acicalada,
y un decir de risas en enramada
cual pelo y humo vuelan al viento.

Era una mañana de abril que añoro
con una calma cadenciosa y amena,
esencias de azahar y de azucena
derretían el sol ambarino de oro,
¡entonces me encontré con mi sirena.!

Me quedé caviloso y asombrado
y una gran alegría cruzó el alma mía.
Ancha y pulida frente sin pecado,
afilada nariz, labios de fresa,
ojos garzos de antílope alarmado,
semejanza y modestia de princesa
y un angustiar secreto anubarrado:
¡así te llevo en mi cabeza impresa!

En salud y libertad soy muy rudo,
el trabajo me mandó a donde pudo,
cansado de labrar y con mi ahorro
adquirí este lugar en un ventorro
y casé con la reina de este feudo.

           Logroño, hoy domingo 10 de marzo de 2019

No hay comentarios:

Publicar un comentario