lunes, 5 de septiembre de 2011


MEDITACIONES APACIBLES

  Aquí estoy, valle querido,
de aprendiz de ruiseñor,
en ti todo es amor
es humildad y es colorido;
los ganados han pacido
entre tus montes altivos,  
y en este valle de Dios
las aves hacen su nido.

  Cuando llueva y el frescor
se adentre con las neblinas,
entre mantas de merinas
se cobijará el labrador;
¡qué bien llueve, sí señor!
los campos sienten la nieve
y el frío dicen que viene
en este marzo traidor.

  Los viñedos y pomares
estarán agradecidos,
y el sembrador y sus trigos     
te bendecirá cortés;
mi casa está iluminada
por una hermosa fogata,
pues la tarde no es muy grata
en esta larga invernada.                           


  El tic del reloj siempre igual,
eterno, monótono y aburrido,
siempre con el mismo latido
de un corazón de metal;
por este latir del tiempo
en estos pueblos se lucha,
y en el destino es su dicha   
el no tener contratiempo.

  Fantástico labrador...,
lejos suenan las campanas,
la lluvia da en las ventanas
¡bien por los campos, Señor!.
Tú que naces gota a gota
y del manantial haces río,
vas corriendo a tu albedrío
hasta la mar más remota,

  y luego en la primavera
darás espigas tempranas,
que al aura de las mañanas
moverán la cabellera;
cuando vayas al molino
y de tu espiga hagan pan,
dirás como aquel gañán:
solo me falta ya el vino.


  Pueblos llenos de valores,             
pronto dicen lo que son;
arrojo, voluntad y tesón,       
hacendosos y corteses.
Los árboles ya están en flor,
las patatas han nacido,
el trigo ya está crecido
y las mozas con su amor.   

  Pronto llegará el verano,
las fatigas, los sudores...,
hay que recoger los dones
poco a poco y mano a mano;
Don Felipe, así es el pueblo,
así es la vida, buen hermano,
hay que echarles una mano
con oración y consuelo.

   Yo siempre he sido cantor
de este valle que se agita,
donde nace o resucita
el humilde ruiseñor;
y esa es mi filosofía
aunque la llamen dantesca,
atrevida o funambulesca,
Don Felipe, esa es la mía.


Y este “cisne del Alhama”
y “ruiseñor de Inestrillas”,
por su ribera y sus aguas
canta con toda su alma;
y cantará mientras pueda
su poesía cordial,
muy cerca del manantial
y al frescor de la alameda.


(Este poema se lo dedico a mi buen amigo
Don Felipe Abad León, hijo adoptivo de
Inestrillas, nuestro pueblo.)
    

No hay comentarios:

Publicar un comentario