domingo, 4 de septiembre de 2011

MEDITACIONES   

De mis padres aprendí que nunca es tarde, que siempre se puede comenzar de nuevo; ahora mismo puedes decir basta a las costumbres que te destruyen, a los objetos a los que estás atado, la tarjeta de crédito, la rutina, las noticias que te contaminan desde por la mañana, a los que quieren gobernar tu existencia por el camino perdido, no te veas atado a las cosas de la vida.
  Ahora mismo le puedes decir basta al miedo que heredaste, porque la vida  aquí es vida ahora mismo.
  Que nada te distraiga de ti mismo, debes estar atento porque todavía no gozas de la más grande alegría, ni conoces el dolor más grande.
  Cada noche vacía tu vaso para que Dios te lo llene con  nueva agua en el día que nace.
  Vive de instante en instante, porque eso es la vida y costó muchos años llegar hasta aquí, ¿cómo no gozar y respetar este momento?
  Se gana y se pierde, se sube y se baja, se va y se viene, se nace y se muere. Si la vida es tan simple, ¿por qué nos preocupamos tanto?
  No te sientas a distancia y arrinconado, no te sientas olvidado, no te sientas sólo,  todos formamos parte del universo. En la serenidad hay fortaleza, como hay plenitud dentro de cada uno.
  Perdónate, acéptate como eres, reconócete y ámate. Recuerda que tienes que vivir contigo mismo para toda la eternidad, borra el pasado para que no se repita, el pasado ya no existe, existe el presente y esperamos lo venidero, el pasado ya es pasado.
  Si estás atento al presente, el pasado no te entretendrá, entonces serás siempre actual.
  Tienes siempre el poder para ser libre en este mismo momento, el poder está siempre en el presente porque toda la vida está en cada instante, ¡pero no digas NO PUEDO ni en broma, porque el inconsciente no tiene sentido del humor, lo tomará en serio, y te lo recordará cada vez que lo intentes! Si quieres recuperar la salud, ABANDONA LA CRÍTICA. El resentimiento y la culpa son responsables de nuestras enfermedades. PERDONA A TODOS y perdónate a ti mismo, no hay liberación más grande que el perdón; no hay nada como vivir sin  enemigos, sin rencores. Nada peor para la cabeza, y por lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crítica, agotadora tarea que te hace cómplice, juez y parte de lo que te disgusta.
  Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida, es distraerse de ella y hacerse cómplice.
  El bien y el mal viven dentro de ti, alimenta más al bien para que sea el VENCEDOR cada vez que tenga que enfrentarse al mal. Lo que llamamos problemas son lecciones, por eso nada de lo que nos sucede es vano.
  NO TE QUEJES, recuerda que naciste desnudo, entonces ese vestido y esa camisa que llevas, son ganancia. Cuida el presente, porque en él vivirás el resto de tu vida.
  Libérate de la ansiedad, piensa que lo que deba ser, será y sucederá.
  “AMA HASTA CONVERTIRTE EN LO AMADO...HASTA CONVERTIRTE EN TU PROPIO  AMOR”.

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